Usted está aquí: jueves 27 de noviembre de 2008 Ciencias Descubren en China los fósiles de tortuga más antiguos; sólo tenían caparazón ventral

■ De hace 220 millones de años, muestran dientes en lugar de la actual mandíbula afilada

Descubren en China los fósiles de tortuga más antiguos; sólo tenían caparazón ventral

Dpa

Londres/Pekín, 26 de noviembre. En China fueron descubiertos los fósiles de tortuga más antiguos del mundo, que ofrecen nuevos datos sobre el desarrollo evolutivo del caparazón de esos réptiles, informaron Chun Li y colegas de la Academia China de Ciencias en Pekín en la revista británica Nature.

Los restos de tres tortugas datan de hace 220 millones de años y corresponden a una nueva especie bautizada con el nombre de Odontochelys semitestacea, lo que significa “tortuga con semicaparazón con dientes”, que hace referencia a sus características más destacadas: sólo poseía un caparazón ventral, no dorsal, y poseía dientes, en lugar de una mandíbula de bordes afilados como las tortugas actuales.

Los expertos presumen que el caparazón dorsal se formó a partir de un alargamiento y ensachamiento óseo de la columna vertebral y las costillas.

Todavía no hay pruebas concluyentes

Existen algunas hipótesis acerca de la aparición del caparazón de la tortuga, pero aún no hay pruebas concluyentes al respecto.

Los que eran hasta ahora los fósiles de tortuga más antiguos hallados habían sido descubiertas en Alemania y tienen una antigüedad de entre 204 y 206 millones de años.

Esta especie, Proganochelys quenstedti, poseía un caparazón completo y por lo tanto no ofrecía indicios acerca de la evolución del mismo.

De acuerdo con científicos, encabezados por Li-Jun Zhao, del Museo de Historia Natural de Zhejiang, en Hangzhou, China, los restos descubiertos en el país asiático corresponden a una forma de transición de las tortugas.

Un indicio al respecto lo constituyen las costillas dorsales, que están muy ensanchadas; son uno de los primeros pasos para la formación de un caparazón completo.

Esta hipótesis está respaldada por el hecho de que, durante el desarrollo embrionario de la tortuga en el huevo, el caparazón se forma de manera similar, indicaron los investigadores.

Los expertos no hallaron placas de piel osificadas, lo que echa por tierra otra teoría, según la cual el caparazón se habría formado por la fusión de este tipo de placas de piel con las costillas y la columna vertebral.

La investigación de los científicos chinos cuestiona también la suposición de que las tortugas surgieron como animales terrestres y luego conquistaron el ambiente acuático.

Aparentemente, Odontochelys semitestacea vivió en zonas costeras bajas. Esto se concluye tanto a partir del lugar del hallazgo como de la presencia de un caparazón ventral completo, que habría protegido al animal en el agua de los ataques de los predadores. En tierra, un caparazón semejante no hubiese sido necesario.

 
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