Usted está aquí: lunes 1 de diciembre de 2008 Capital Centenaria

Centenaria

1º de diciembre de 1908

El Imparcial*

Fiesta sportiva en el Hipódromo de Peralvillo

Ayer tuvieron lugar las carreras anunciadas de bicicletas, motocicletas, á pie y automóviles, notándose una gran animación entre la numerosa y distinguida concurrencia que desde las primeras horas de la mañana, se apresuró á llenar la amplia gradería del Hipódromo de Peralvillo.

La festinación con que se organizaron, puesto que solamente habían transcurrido cuatro semanas desde que se efectuó la anterior, fué causa de que á última hora hubieran de hacerse algunas variaciones al programa.

Las carreras de automóviles de 8 á 12 caballos, no tuvieron lugar, en razón de no haberse presentado á la arena los contrincantes.

En cuanto á la de Runabouts hasta de veinte caballos, sólo fueron inscritas dos máquinas: “Buick” y “Reo,” ganando la primera con una considerable ventaja, por haberse detenido la segunda á unos 3,000 metros á reparar un desperfecto que le impidió seguir corriendo. Esta pequeña “Buick” de 18 caballos, se ha hecho ya muy popular, por haber salido vencedora en dos torneos seguidos, y porque su sola inscripción aleja á todas las demás marcas de su género, que no se atreven á competir con ella, temerosas, y con razón, de una vergonzosa derrota, ante el inflexible juez que debe fallar en esta clase de luchas: el público.

En la siguiente carrera de autos grandes, se propuso de una manera insistente, que también entrara esta máquina, no permitiéndolo el señor Emilio Roqueñí, propietario de las dos máquinas que corrieron después.

Antes de que esta carrera se efectuara, sólo se habían inscrito la citada “Stevens” de seis cilindros, 45 caballos, y una “Buick” de cuatro cilindros, 35 caballos, de propiedad particular, por no haber recibido la agencia oportunamente la de igual modelo, y una vez en el terreno, el señor Roqueñí manifestó terminantemente que no corría porque, según decía, su “Stevens” no estaba en condiciones apropiadas para el caso, dando lugar á que el señor Ignacio Carranza, dueño de la “Buick,” se viera obligado a retirarse sin efectuarla, por no poderse esperar más.

CAL

*Se publicó de 1882 a 1883 y de 1897 a 1914

 
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