Usted está aquí: miércoles 3 de diciembre de 2008 Mundo Más de 25 mil personas preguntan a las FARC si están dispuestas a abandonar el secuestro

■ Firman misiva, encabezadas por unos 150 intelectuales, políticos y periodistas colombianos

Más de 25 mil personas preguntan a las FARC si están dispuestas a abandonar el secuestro

■ Plantean a la guerrilla un eventual intercambio de plagiados por rebeldes encarcelados

Afp y Dpa

Bogotá, 2 de diciembre. Más 25 de mil personas encabezadas por unos 150 intelectuales, políticos, periodistas y representantes de diversas organizaciones colombianas enviaron este martes un mensaje a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para pronunciarse en contra del secuestro y preguntar al grupo rebelde si está dispuesto a abandonar esa práctica, además de plantearle un eventual intercambio humanitario entre secuestrados en su poder por guerrilleros encarcelados.

“Creemos que la práctica del secuestro es de por sí inhumana y no se le puede defender sin que al mismo tiempo se ingrese en el terreno cenagoso donde campea la divisa del ‘fin justifica los medios’”, destaca el mensaje, el segundo que envían al Secretariado –la máxima dirigencia– de las FARC, y que hace parte de un intercambio epistolar propuesto el pasado 19 de septiembre, al que los líderes guerrilleros respondieron favorablemente el 28 de octubre.

Señalan que “por ello, de manera cordial pero sin rodeos, nos permitimos preguntarles si están dispuestos a abandonar de manera definitiva la práctica del secuestro”, y recuerdan al respecto un antecedente aportado bajo el liderazgo de Manuel Marulanda Vélez y de Jacobo Arenas, y respaldado conjuntamente por Raúl Reyes y Alfonso Cano el 28 de marzo de 1984.

Tras apuntar que el objetivo es llegar a un intercambio de secuestrados por guerrilleros presos en cárceles del país, como primer paso hacia una solución negociada del conflicto, destacan que “los vientos no soplan en favor de las tendencias y gobiernos que alientan las guerras”, aun cuando se ha puesto en evidencia el más reciente capítulo de la guerra sucia en Colombia con las ejecuciones extrajudiciales cometidas por sectores del ejército y la consecuente purga en sus filas.

Los firmantes advierten que “millones de personas en Colombia y fuera de ella no pueden alejar de la conciencia la imagen de numerosos colombianos que ven pasar sus horas y sus días en doloroso cautiverio, tanto en las selvas de Colombia como en las cárceles del Estado”, en referencia a los rebeldes presos. Destacan que hay un clima internacional “favorable a todos aquellos que en Colombia trabajan sin vacilación por una salida política a la confrontación bélica interna”.

En ese sentido, hacen referencia a la renovación democrática por la que pasa el mundo, por lo que piden a la insurgencia fijar “escenarios en donde sea posible plantear y debatir con la sociedad alternativas políticas”, de acuerdo con la misiva fechada el 27 de noviembre y recién dada a conocer el 2 de diciembre.

La carta está suscrita por la senadora y ex mediadora para el intercambio humanitario Piedad Córdoba; los ex rehenes de las FARC, Consuelo González de Perdomo, Luis Eladio Pérez y Oscar Tulio Lizcano. También la firman Iván Cepeda Castro, William Ospina, Daniel Samper Pizano, Alfredo Molano, Ramón Jimeno, Francisco Leal Buitrago, Leopoldo Múnera Ruiz, el periodista Darío Arizmendi, el ex magistrado Fabio Morón, el sociólogo colombo-francés Daniel Pecaut, y el sacerdote Gabriel Izquierdo, entre otros.

En Buenos Aires, la ex rehén Ingrid Betancourt instó a los gobiernos latinoamericanos a buscar una “urgente solución humanitaria” en Colombia, tras ser recibida por la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

El ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, afirmó que hay una “guerra política” para quitarle validez a la supuesta información hallada en una computadora del abatido líder guerrillero Raúl Reyes, con que el gobierno busca incriminar a opositores y países vecinos.

Y es que el investigador de la policía judicial, el capitán Ronald Coy Ortiz, negó bajo juramento ante la fiscalía que se hayan encontrado correos electrónicos en dicha computadora.

 
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