Usted está aquí: jueves 4 de diciembre de 2008 Mundo Firman 92 países la Convención de Oslo que prohíbe la producción de bombas de racimo

■ Estados Unidos, Rusia, China, Israel, India, Pakistán y Brasil no la han suscrito

Firman 92 países la Convención de Oslo que prohíbe la producción de bombas de racimo

■ Noruega, impulsora de la iniciativa, espera que el tratado entre en vigor a inicios del próximo año

Afp, Dpa y Reuters

Ampliar la imagen El canciller noruego Jonas Gahr Stoere da la bienvenida al afgano Soraj Ghulam Habib, quien sobrevivió a una bomba de racimo, ayer durante la cena de honor por la firma del tratado contra esas mortíferas armas El canciller noruego Jonas Gahr Stoere da la bienvenida al afgano Soraj Ghulam Habib, quien sobrevivió a una bomba de racimo, ayer durante la cena de honor por la firma del tratado contra esas mortíferas armas Foto: Ap

Oslo, 3 de diciembre. Cerca de 100 países firmaron este miércoles en Oslo el tratado que prohíbe la producción, distribución y uso de las bombas de racimo, devastadoras para los civiles al provocar la muerte o mutilación de decenas de miles de personas.

No obstante, los principales productores de ese tipo de armas –Estados Unidos, Rusia, China, Israel, India y Pakistán– no han suscrito el acuerdo; Brasil tampoco lo firmó, pero sugirió agregarle una cláusula temporal de adopción.

Noruega, impulsora del tratado, espera que entre en vigor a comienzos de 2009, una vez que sea ratificado por al menos 30 países.

“El mundo nunca será igual después de esto. El tratado hará que el mundo sea más seguro y un mejor lugar para vivir. Hoy confirmamos que las bombas de racimo están prohibidas para siempre”, declaró el primer ministro noruego Jens Stoltenberg, luego de ser el primero en estampar la firma en el documento, acordado en mayo pasado en Dublín.

Noventa y dos países, incluido el Vaticano, firmaron hoy la Convención de Oslo sobre las bombas de racimo, anunció el canciller noruego Jonas Gahr Stoere, que espera una cifra “en torno a los 100” al final de la ceremonia que tendrá lugar este jueves.

Brasil es otro país que no había firmado, pero estudia la posibilidad de hacerlo más adelante por razones humanitarias, informó su canciller, Celso Amorim. Sus reticencias, dijo, obedecen a que no se haya negociado en el ámbito de Naciones Unidas, y sugirió la posibilidad de que se firme una cláusula temporal con un plazo a países que tienen esas municiones para que “se puedan adaptar”.

Entre los países firmantes figuran 18 de los 26 integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, entre ellos Gran Bretaña, Francia y Alemania.

Pero ante el rechazo del Departamento de Estado estadunidense a sumarse a la prohibición porque pondría “en peligro” a sus efectivos y sus aliados, diversas organizaciones no gubernamentales manifestaron su confianza en que con la llegada en enero a la Casa Blanca del demócrata Barack Obama se pueda dar un cambio en esa posición.

Se estima que debido a las bombas de racimo unas 100 mil personas, 98 por ciento civiles, murieron o quedaron mutiladas por su explosión en todo el mundo desde 1965.

Compuestas de un contenedor (obús, misil, cohete) que puede llevar hasta 650 minibombas, las bombas de racimo pueden ser disparadas por medios aéreos o terrestres (cañón, mortero, lanzagranadas) y se dispersan en un vasto perímetro pero sin estallar al mismo tiempo, convirtiéndose así en minas antipersonales, que habían sido prohibidas por la Convención de Ottawa de 1997.

 
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