Usted está aquí: viernes 5 de diciembre de 2008 Mundo Intenta Vladimir Putin calmar a los rusos ante los efectos de la crisis financiera global

■ “No hay necesidad de establecer bases permanentes en Venezuela o Cuba”, dice el premier

Intenta Vladimir Putin calmar a los rusos ante los efectos de la crisis financiera global

■ Ronda en Rusia el fantasma de la quiebra de 1998, cuando los depósitos bancarios se esfumaron

Juan Pablo Duch (Corresponsal)

Ampliar la imagen El primer ministro de Rusia responde preguntas de ciudadanos en un programa de la televisión que duró tres horas El primer ministro de Rusia responde preguntas de ciudadanos en un programa de la televisión que duró tres horas Foto: Reuters

Moscú, 4 de diciembre. El primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, el eslabón más fuerte del tándem que gobierna esta nación, intentó este jueves tranquilizar a una población que resiente cada vez más los efectos de la crisis financiera global, empieza a retirar sus ahorros en rublos y compra dólares y euros por temor a que se repita la quiebra de 1998, cuando el país se declaró en suspensión de pagos y los depósitos bancarios se esfumaron en corto tiempo.

“Rusia tiene todas las posibilidades de superar, con mínimas pérdidas, este difícil periodo. Pese a la negativa influencia de la crisis financiera mundial en nuestra economía, los resultados para este año son buenos: el producto interno bruto crecerá en torno a 6.8-6.9 por ciento, aunque ciertamente esperábamos crecer 7.5 por ciento”, dijo Putin en un programa de televisión en el cual respondió, durante tres horas, a preguntas de los ciudadanos.

Realizado con la técnica televisiva del falso directo –para evitar sorpresas desagradables, se graban con unos minutos de antelación las preguntas y las personas que las formulan, previamente seleccionadas, para dar la impresión de que la transmisión es “en vivo”–, el programa solamente sirvió para robustecer el liderazgo de Putin.

“Confiamos en que se produzcan cambios positivos en la relación con Estados Unidos y, en estos momentos, nos están llegando señales en ese sentido”, afirmó el primer ministro, y añadió: “Varios expertos muy cercanos al presidente electo (Barack Obama) y a sus asesores defienden la tesis de que no hay que precipitarse, de que no hay que estropear los nexos con Rusia”.

Destacó asimismo que la Organización del Tratado del Atlántico Norte anunció la víspera su disposición a reanudar los contactos con Moscú, suspendidos tras la guerra del Cáucaso en agosto pasado, al tiempo que decidió no otorgar todavía a Georgia y Ucrania los respectivos MAP (planes de acción para la adhesión, por sus siglas en inglés), que son la invitación formal a ingresar.

Para Putin, “si esto no son sólo palabras y se lleva a la práctica, la reacción de Rusia será adecuada y nuestros socios estadunidenses lo notarán de inmediato”.

Después de elogiar las recientes maniobras navales entre Rusia y Venezuela, el primer ejercicio conjunto de esa magnitud en el Caribe, Putin subrayó: “No hay necesidad hoy en día de establecer bases permanentes en Venezuela o Cuba, aunque acordamos con el gobierno de Venezuela, y creo que Cuba tampoco se opondría, que nuestros buques de guerra, de ser indispensable, puedan acceder a puertos de esos países para aprovisionarse de combustible y alimentos”.

Tándem “eficiente”

En ausencia del otro integrante del tándem, el presidente Dimitri Medvediev, quien hoy inició una visita oficial en India, Putin habló por televisión no sólo como primer ministro, sino también como dirigente máximo de Rusia Unida, el partido con aplastante mayoría en el Parlamento.

En relación con la iniciativa de Medvediev para modificar la Constitución y ampliar el periodo presidencial de cuatro a seis años, que ya está en avanzado procedimiento de aprobación parlamentaria y que los expertos interpretaron como clara señal de que Putin tiene la intención de volver al Kremlin, el actual primer ministro comentó: “Dimitri Medvediev y yo formamos un tándem muy eficiente y trabajamos juntos ya muchos años. Las próximas elecciones en Rusia son en 2012. (…) No hay que romperse la cabeza pensando en qué va a ocurrir dentro de cuatro años. Llegado el momento, ya veremos”.

Putin también emergió ante las cámaras como una suerte de Died Moroz, el equivalente local de Santaclós, al comprometerse a resolver todo tipo de peticiones particulares, sin faltar la de una niña que dijo soñar con tener un vestido de baile como el de Cenicienta.

El peculiar sentido del humor de Putin quedó de manifiesto al dar a entender que no le parecía mala idea colgar de los testículos al presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, al que responsabilizó de haber desatado la guerra del Cáucaso al atacar Osetia del Sur.

“¿Es cierto que usted dijo que le gustaría ver colgado a Saakashvili de una parte de su cuerpo?”, preguntó una persona, retomando lo publicado hace un mes por la revista francesa Le Nouvel Observateur, que aseguró que Putin, en acalorada conversación telefónica con el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, afirmó que Saakashvili merecía “ser colgado de los huevos”.

“¿Y por qué sólo de una parte?”, reviró Putin en inequívoco juego de palabras.

 
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