Usted está aquí: sábado 6 de diciembre de 2008 Economía Pierde la Cómer oportunidad de renegociar deuda y salvar bienes

■ El Poder Judicial le negó a la empresa por tercera ocasión el concurso mercantil

Pierde la Cómer oportunidad de renegociar deuda y salvar bienes

■ Difícil, entender las razones por las que se le ha negado el recurso, afirma especialista

■ La compañía tiene activos por 44,864 millones de pesos, equivalente a 74% de sus pasivos

Roberto González Amador

Ampliar la imagen Una tienda de la Comercial Mexicana en la ciudad de México Una tienda de la Comercial Mexicana en la ciudad de México Foto: Roberto García Ortiz

Comercial Mexicana, la tercera cadena de tiendas de autoservicio del país, perdió este viernes la posibilidad de acogerse a la protección de la ley para negociar sin presión con sus acreedores una deuda por 2 mil 500 millones de dólares sin que sus bienes puedan ser sujetos de embargo. Mientras, la incertidumbre en torno a la capacidad de pago de la empresa, que da empleo a 40 mil 500 personas, redujo el valor en libros de la compañía a una fracción del monto de su deuda.

El juzgado primero de distrito en materia civil rechazó este viernes una petición hecha por Comercial Mexicana para que el Poder Judicial reconsiderara la negativa a conceder a la empresa la protección de la ley de concursos mercantiles, que le hubiera permitido renegociar sus pasivos sin los riesgos de perder el control de la administración o ser embargada en sus bienes.

“Ante esta resolución, la Controladora Comercial Mexicana se encuentra evaluando las acciones a seguir en el contexto de sus esfuerzos de restructura y reitera su completa confianza en el Poder Judicial”, aseguró la empresa de autoservicios este viernes después de conocer la resolución de los tribunales.

“Es difícil de entender las razones por las que los jueces han negado en tres ocasiones el concurso mercantil a esta empresa”, aseguró a este diario Jorge Espíndola, uno de los mayores especialistas en México en la materia y quien ha sido representante tanto de empresas como de acreedores en juicios similares, además de fungir en varias ocasiones como síndico de compañías que han obtenido el beneficio de la ley.

Explicó que en esta etapa del procedimiento, los jueces que conocieron de la solicitud de concurso mercantil de la cadena de autoservicios sólo estaban obligados por la ley a verificar la documentación de la empresa, sin entrar al fondo del asunto o juzgar si la compañía tiene vencido más de 35 por ciento del total de sus obligaciones, uno de los requisitos para recibir el beneficio.

“El concurso mercantil da a una empresa en dificultades de liquidez la tranquilidad para sentarse a negociar sin presión, ese es el sentido de la ley y no entiendo por qué en esta etapa del proceso, en la que sólo se deben presentar documentos como la escritura, los estados financieros, las auditorías, documentos que toda empresa tiene a la mano, se ha negado el beneficio. El juez, en esta etapa del proceso, no está autorizado para entrar a estudiar aspectos de fondo”, añadió Jorge Espíndola.

El 9 de octubre pasado, mientras la crisis de liquidez en los principales mercados financieros del mundo provocaba una devaluación de 25 por ciento en el valor del peso frente al dólar, Comercial Mexicana debió reconocer públicamente que había contratado “derivados financieros”, un instrumento que le generaba dividendos mientras la moneda mexicana se mantenía abajo de 11 pesos por dólar, pero que se revirtieron en pérdidas cuantiosas en cuanto la paridad salió de esos parámetros. Ese día, la controladora de la cadena de autoservicios informó a la comunidad de inversionistas, a través de un comunicado remitido a la Bolsa Mexicana de Valores, que no podía hacer frente a vencimientos de deuda por 400 millones de dólares e inició, desde entonces, las gestiones judiciales para obtener la protección de la legislación de concurso mercantil.

La declaración de concurso mercantil fue negada por los jueces en dos ocasiones, por lo que la Comercial Mexicana presentó un recurso para que fuera revocada la negativa, el mismo que ayer fue rechazado.

Cuando una empresa logra la protección de la ley de concursos mercantiles, se inicia un proceso de conciliación en el que se busca un acuerdo entre la deudora y los acreedores para evitar la quiebra de la empresa, con la participación de un especialista nombrado por una entidad del Poder Judicial. En esta etapa, la empresa deudora suspende pagos, pero sigue con la administración. Si no hay acuerdo, se declara la quiebra, que tiene por objeto la venta de bienes y el pago de acreedores, hasta donde alcance el dinero, según cada uno de ellos haya reclamado, a través de una demanda, la liquidación de la deuda.

El jueves pasado, Comercial Mexicana reconoció que enfrentaba deudas originadas por haber especulado –ese término fue empleado en octubre por la Secretaría de Hacienda y el Banco de México al referirse específicamente a las operaciones realizadas por esta empresa— con derivados financieros por dos mil 200 millones de dólares, además de otras garantías por liquidar de 310 millones de dólares.

Comercial Mexicana aseguró ayer que mantiene las negociaciones con sus acreedores financieros, con el fin de, añadió, “llegar a un acuerdo satisfactorio para todas las partes”.

Respecto de los dos mil 200 millones de dólares de la deuda originada por sus operaciones con derivados, los acreedores de la Comercial Mexicana son: Banamex, Santander, Goldman Sachs, Barclays, Merrill Lynch y JP Morgan. Ninguno de ellos, de acuerdo con la información disponible hasta ayer por la tarde, había presentado demandas de embargo, como sí lo hizo esta semana otro de sus acreedores, BBVA Bancomer.

Además de los pasivos originados por su operación con derivados, que son equivalentes a 34 mil 500 millones de pesos, la deuda de Comercial Mexicana es de 25 mil 748 millones de pesos, según cifras de la propia empresa actualizadas a septiembre de 2008. La empresa tiene activos por 44 mil 864 millones de pesos, que equivalen a 74 por ciento de la suma de sus pasivos y de las pérdidas con derivados, que es de 60 mil 248 millones de pesos.

Caen las acciones

En el mercado de valores mexicano, la incertidumbre respecto de la capacidad de la firma de hacer frente a sus deudas inmediatas volvió a provocar una caída en el precio de las acciones, que este viernes cerraron en 2.90 pesos por título, 3.01 por ciento menos que el jueves. Respecto del último día de 2007, cuando cotizó en 27.38 pesos por acción, los papeles de la empresa se han depreciado en 89.40 por ciento.

Con los datos de cierre de este viernes, el valor en libros de las acciones de Comercial Mexicana en la Bolsa Mexicana de Valores es de tres mil 100 millones de pesos. En agosto pasado era de nueva mil 900 millones de pesos.

Al 31 de diciembre pasado, Comercial Mexicana, compañía presidida por el empresario Guillermo González Nova, cuya familia posee 70 por ciento de las acciones, operaba 71 restaurantes y 214 tiendas de autoservicio bajo siete formatos diferentes, incluidas las de Costco. Su actividad se concentra principalmente en el área metropolitana de la Ciudad de México y la región centro del país, que incluye la ciudad de Guadalajara.

 
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