Usted está aquí: sábado 6 de diciembre de 2008 Mundo Fallece a los 79 años Aleksi II, patriarca de Moscú y primado de la Iglesia Ortodoxa rusa

■ Mensajes de condolencia de Benedicto XVI, Vladimir Putin y Dimitri Medvediev

Fallece a los 79 años Aleksi II, patriarca de Moscú y primado de la Iglesia Ortodoxa rusa

Juan Pablo Duch (Corresponsal)

Ampliar la imagen Imagen del patriarca de Moscú durante un servicio religioso realizado en la catedral de la capital rusa un día antes de su muerte Imagen del patriarca de Moscú durante un servicio religioso realizado en la catedral de la capital rusa un día antes de su muerte Foto: Reuters

Moscú, 5 de diciembre. Consternación en los ámbitos eclesiásticos y políticos causó hoy la muerte de Aleksi II, patriarca de Moscú y de todas las Rusias, primado de la Iglesia Ortodoxa rusa, para los creyentes ortodoxos –en términos de jerarquía religiosa– una figura equiparable al Papa de los católicos.

Máximo dirigente de la Iglesia Ortodoxa en los últimos 18 años, Aleksi II (Aleksei Ridiger, nacido el 23 de febrero de 1929 en Tallin, capital de Estonia) falleció hoy a los 79 años de edad de un ataque al corazón, tras padecer un largo historial médico de severos problemas de insuficiencia coronaria y, hace unos meses, una embolia.

A partir de la desintegración de la Unión Soviética en diciembre de 1991, y después que el entonces presidente Boris Yeltsin abolió el marxismo-leninismo como ideología de Estado, la religión ortodoxa, de la mano de Aleksi II, comenzó a jugar un papel cada vez más preponderante en Rusia al pretender llenar ese vacío mediante la sorprendente expansión que consiguió desde entonces, al precio de apoyar, invariablemente, todas las decisiones del Kremlin.

“Era un alma buena. Es una gran pérdida”, resumió el primer ministro Vladimir Putin, en tanto el presidente Dimitri Medvediev rindió homenaje desde Nueva Delhi, donde se encontraba de visita oficial, a este “gran ciudadano de Rusia” cuyo “destino refleja las mayores pruebas del siglo XX”.

Con Aleksi II la Iglesia Ortodoxa recuperó su influencia política y moral, después de siete décadas de ateísmo soviético, y se concretó la reunificación de su Iglesia con los ortodoxos rusos en el extranjero, en mayo pasado, lo que puso fin a un cisma de 80 años, a partir de la revolución bolchevique de 1917.

Pragmático en extremo, Aleksi II nada hizo para impedir que la Iglesia Ortodoxa otorgara sus mayores condecoraciones a connotados capos de la mafia rusa, que –con generosos donativos– pretenden tal vez comprar el paraíso.

Para hoy se convocó en Moscú un sínodo de urgencia que deberá organizar el funeral del patriarca, el próximo martes en la catedral de la Epifanía en esta capital, y que también tendrá que deliberar sobre el sucesor de Aleksi II.

Cuatro jerarcas de la Iglesia Ortodoxa, según los expertos, se encuentran mejor posicionados en la lucha sucesoria: Filaret, exarca del patriarca en Bielorrusia y metropolita de Minsk; Yuvenali, metropolita de Kolomna y presidente de la comisión de canonización del sínodo; Kirill, metropolita de Smolensk y Kaliningrado a cargo de relaciones exteriores del patriarcado; y Kliment, metropolita de Kaluga y Borovsk a cargo de los asuntos internos del patriarcado.

Según la tradición de la Iglesia Ortodoxa, el sínodo tiene seis meses para elegir nuevo patriarca.

En el Vaticano, pese a que las relaciones entre católicos y ortodoxos estuvieron marcadas mucho tiempo por la desconfianza, el papa Benedicto XVI se declaró “profundamente triste” por la muerte de Aleksi II.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.