Usted está aquí: domingo 7 de diciembre de 2008 Mundo Hijos de desaparecidos exigen a la justicia poner fin a la impunidad en Argentina

■ “A 25 años del retorno de la democracia” continúa la deuda con las víctimas, afirman ONG

Hijos de desaparecidos exigen a la justicia poner fin a la impunidad en Argentina

■ Ordenan detener al fiscal federal de la provincia de Chaco por encubrir crímenes de lesa humanidad

Stella Calloni (Corresponsal)

Buenos Aires, 6 de diciembre. Esta semana culminó con un “ruidazo” (manifestación) que protagonizó la Organización Hijos de Desaparecidos que Luchan por la Verdad y la Justicia, frente a la Corte Suprema, para demandar “a todo el sistema judicial” que despierte de su letargo y cumpla con el reclamo histórico del pueblo argentino: el fin de la impunidad.

Cientos de jóvenes y representantes de organismos no gubernamentales de derechos humanos, entre otros las Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, llevaron a cabo esta movilización en el contexto del XIII Encuentro Nacional de la Red Nacional de Hijos de Desaparecidos que Luchan por la Verdad y la Justicia, integrada por sus pares del interior del país sudamericano.

“Lamentablemente tenemos que decir que a 25 años del retorno de la democracia y a cinco años de la nulidad de las leyes de impunidad y la reapertura de las causas, continúa la deuda de memoria, verdad y justicia para con las víctimas, sus familiares y la sociedad”, afirmó la organización en un comunicado leído ante una estatua viviente que representaba a la justicia dormida que estaba rodeada de expedientes.

Agregó: “Cuando la justicia es lenta, no es justicia, apenas es un consuelo (…) Al paso que venimos terminaríamos de juzgar a todos los responsables del terrorismo de Estado en 60 años”.

Recordó también que “sobre la base de esta impunidad no se puede construir el país por el que lucharon los 30 mil compañeros y compañeras desaparecidos”.

Si bien en los últimos años ha habido causas y condenas emblemáticas, es evidente la lentitud que existe en algunos casos; y también hay algunos jueces acusados de demorar las causas en complicidad con el viejo sistema.

Centro del horror

Durante la semana anterior se encontraron restos humanos en el sitio donde funcionó el centro clandestino de detención conocido durante la pasada dictadura militar como Pozo de Arna.

Es un destacamento policial en las afueras de la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, donde el Equipo Argentino de Antropología Forense recuperó restos calcinados que pertenecerían a personas desaparecidas.

Según testimonios de sobrevivientes y de responsables de esos hechos, en Pozo Arana se habían quemado cadáveres de detenidos desaparecidos asesinados o que morían cuando eran torturados.

Varios testimonios surgieron en el juicio oral contra el capellán de la policía y cómplice de crímenes de lesa humanidad, Christian von Wernich, quien fue condenado a prisión perpetua.

El Equipo Argentino de Antropología Forense identificó los cuerpos de las Madres de Plaza de Mayo que fueron secuestradas y desaparecidas en diciembre de 1977, entre ellas la fundadora Azucena Villaflor, así como Esther Ballestrino de Careaga y Ana Bianco.

Sus cuerpos habían permanecido sepultados como NN (no identificados) durante años en el cementerio de General Lavalle, cerca de la costa, en el sur de la provincia de Buenos Aires.

La identificación permitió comprobar que habían sido arrojadas al mar con vida, después de ser torturadas, y demostró la existencia de los vuelos de la muerte, señalando a los culpables de este crimen terrible en la Escuela de Mecánica de la Armada.

Aunque lenta, la justicia llegó por fin para el fiscal federal de la provincia de Chaco, Carlos Flores Leyes. El pasado 5 de diciembre se libró una orden de detención por su participación en interrogatorios ilegales y además encubrir crímenes de lesa humanidad.

Por estos días, Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, fue a Paraguay a solicitarle al presidente Fernando Lugo la extradición a Argentina del ex médico militar Norberto Bianco, detenido en forma preventiva en esa nación e investigado por la causa de los niños nacidos en cautiverio en la maternidad clandestina que funcionó en Campo de Mayo, que eran robados a sus madres detenidas desaparecidas.

 
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