■ Hace tres años un coleccionista compró en mil pesos la escultura de un obispo
El INAH confirma que estudia “supuesto códice náhuatl” adherido a pieza religiosa
■ El documento, con visible deterioro, fue plasmado en el siglo XVI, indica un arqueólogo
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El Obispo, escultura tallada en madera que contiene un códice del siglo XVI
Foto: Cortesía de Manuel García
Hace tres años un coleccionista compró en la Zona Rosa una escultura religiosa tallada en madera, en la cual estuvo oculto casi 500 años un códice náhuatl. Pagó mil pesos.
El arqueólogo José I. Sánchez Alaniz confirmó, con base en estudios preliminares, que la pieza –del siglo XVI– representa a un alto jerarca eclesiástico y mantiene adherido, en “lamentables” condiciones, un códice prehispánico plasmado entre “1550 y 1560”.
En tanto, Benito Taibo, coordinador nacional de Difusión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó que hace un mes recibieron una pieza tallada en madera, la cual quedó registrada en el instituto y sobre la que no se puede adelantar nada hasta que se realicen los análisis correspondientes, incluida la investigación del “supuesto” códice.
“Tampoco –insistió– se puede adelantar nada sobre la temporalidad, el contexto histórico, la autenticidad ni si el códice descubierto es azteca o no.”
La escultura-códice de 82 porcentímetros de largo por 22 de ancho luce desgastada, descolorida y dañada por la polilla en diversos puntos del cuerpo del jerarca católico, de quien todavía se desconoce su identidad.
Inscripciones en papel amate
“El códice del Ángel”, llamado así por la familia de coleccionistas que la compró en la Plaza del Ángel, muestra, según análisis preliminares, una serie de glifos y diversos signos que se refieren a aspectos de índole económica o tributaria.
Por cierto, el costo de la pieza hace tres años fue de mil pesos y sus descubridores –la familia de Manuel García– están conscientes de lo invaluable que es en términos históricos y culturales.
“El códice del Ángel” fue descubierto adherido a la escultura y se presume que fue creado alrededor de 1550.
La escultura-códice fue entregada por Manuel García Sánchez al INAH para un proceso de conservación, restauración e investigación que durará cerca de dos años.
El también llamado “códice del Obispo”, término utilizado por Sánchez Alaniz, está inscrito en papel amate o fibra de maguey.
Al respecto, el arqueólogo detalló: “La escultura-códice es una obra descontextualizada porque no se sabe su lugar de procedencia, pero hasta ahora, salvo estudios posteriores, se podría decir que es de origen mesoamericano o del centro de México.”
La escultura “es un obispo, pero aún ignoramos quién es porque la efigie está muy deteriorada. Luego de la conservación y restauración se podrá discernir qué personaje representa.”
El códice, adelantó el experto del INAH, también está muy dañado, y se debe preservar en manos de especialistas para investigar lo que dejaron escrito los antiguos pobladores.
La escultura del Ángel o del Obispo fue registrada ante el INAH con el número 1960 PJ y se caracteriza por representar la fusión de dos culturas: la colonizante y la prehispánica.