Usted está aquí: domingo 14 de diciembre de 2008 Cultura Travesía a Ítaca es una continuación de la militancia de mi padre”: Lev Jardón

■ Padre e hijo del activista presentaron el libro en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco

Travesía a Ítaca es una continuación de la militancia de mi padre”: Lev Jardón

■ Participaron Joel Ortega, Eugenio Sánchez Aldana y Enrique Ávila Carrillo, amigos del periodista

Arturo García Hernández

El libro póstumo de Raúl Jardón (1950-2006), Travesía a Ítaca, es un testimonio vívido, aleccionador, ameno, elocuente, sincero, de su intenso activismo político, lo mismo como militante comunista o líder estudiantil del 68, que como periodista, sindicalista y, al final de su vida, como simpatizante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Travesía a Ítaca, recuerdos de un militante de la izquierda: del comunismo al zapatismo es el título completo del libro de Jardón, publicado por el Grupo Editorial Cenzontle y presentado el jueves en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, con la significativa presencia del padre y el hijo del autor: Edmundo y Lev Jardón, éste moderador de la mesa.

Para el periodista y compañero de lucha de su hijo, Edmundo Jardón, el libro es en muchos aspectos una novedad, pues aunque compartían objetivos, los ámbitos de actividad política eran, por razones generacionales, distantes.

Su conclusión luego de la lectura es que “por fortuna, todavía hay en México quienes creen que puede haber efectivamente democracia y justicia para el pueblo.”

En cambio, para Lev Jardón, el libro es “una continuidad en el conocimiento de todo lo que fue mi papá; no hay una frontera, tanto por como está escrito como por los testimonios.

“Muchas de las historias contadas en el libro las conocí primero en la voz de mi papá, aunque de manera mucho más fragmentada. También es una continuidad en su militancia, algo que veía de cotidianamente, que para mí, como su hijo, no era una loza, sino un ejemplo.

“Jugó respecto de mí el mismo papel que mi abuelo respecto de él: nunca se nos impuso una militancia, nada más se nos dio una sensibilidad hacia las causas de los humildes, sensibilidad que en mí tomó forma propia, pero que es una prolongación de la experiencia de mi papá.”

Voluntad férrea

Raúl Jardón comenzó su militancia política a los 15 años, en la década de los años 60, y continuó hasta su acercamiento al movimiento zapatista. De hecho, Travesía a Ítaca tiene un “No epílogo” del Subcomandante Marcos.

En la presentación del libro también participaron tres amigos y compañeros cercanos en distintas etapas de su actividad política: Joel Ortega, Eugenio Sánchez Aldana y Enrique Ávila Carrillo.

Ortega, aludió al talante jocoso, chispeante, mordaz y crítico de Raúl Jardón, y contó algunas anécdotas al respecto. Dijo también que el libro es aleccionador; destacó en especial la descripción que hace de los enfrentamientos de los estudiantes en las calles del centro de la ciudad de México contra la policía y el ejército durante el movimiento estudiantil de 1968.

Para Enrique Ávila, líder estudiantil durante el 68, “las páginas autobiográficas del libro son una verdadera delicia; en cada hoja encuentra uno elementos formativos que nos indican la férrea voluntad del joven y posteriormente adulto que se esfuerza por colaborar en esa inaplazable transformación económica, social y política de la que estábamos seguros –los integrantes de la generación del 68– que llegaría de manera ineludible.”

 
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