Usted está aquí: jueves 18 de diciembre de 2008 Cultura Al cuarto para las 12 anuncia SEP premios de ciencias y artes de 2008

■ Por medio de periódicos y amigos se enteraron los 14 galardonados de este año

Al cuarto para las 12 anuncia SEP premios de ciencias y artes de 2008

■ “Aunque hay muchos creadores que lo merecen, es bueno que le puede tocar a uno”: José Solé

■ “No tengo la menor idea de cuándo se va entregar”, reconoce Jaime Labastida

Mónica Mateos-Vega, Carlos Paul y Fabiola Palapa

Ampliar la imagen María Teresa Rodríguez María Teresa Rodríguez Foto: Carlos Cisneros

Ampliar la imagen Jaime Labastida Jaime Labastida Foto: Roberto García

Ampliar la imagen Margarita Nolasco Margarita Nolasco Foto: archivo

Ampliar la imagen José Solé José Solé Foto: José Carlo González

Ampliar la imagen José G. Moreno de Alba José G. Moreno de Alba Foto: Luis Humberto González

La Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer casi a la medianoche del martes por medio de un comunicado los nombres de los ganadores del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2008.

El mismo día del anuncio, La Jornada había publicado que por segundo año consecutivo, el gobierno de Felipe Calderón retrasaba el anuncio de los nombres de los distingidos con el galardón más importante que concede el país a sus artistas y científicos, lo cual se consideraba en el medio intelectual una muestra del desdén de la Presidencia de la República por la cultura.

Algunos de los premiados –14 en total–, no se enteraron de la noticia hasta que vieron ayer en estas páginas un desplegado de la SEP con sus nombres o fueron despertados muy temprano por amigos y periodistas que solicitaban sus primeras impresiones.

Los “ciudadanos que con su ejemplo de vida” son premiados este 2008 por haber “realizado aportaciones valiosas para el progreso de la ciencia, el arte y la cultura”, según informó la Secretaría de Educación Pública, son: el escritor Félix Jorge López Páez y el filólogo José Guadalupe Moreno de Alba, en el área de lingüística y literatura; la fotógrafa Graciela Iturbide, la pianista María Teresa Rodríguez y el dramaturgo José Solé en el campo de bellas artes.

En historia, ciencias sociales y filosofía ganaron Jaime Labastida Ochoa, Álvaro Matute y Aguirre, al tiempo que se dará un reconocimiento post mortem a María Margarita Nolasco, quien falleció en septiembre pasado durante el proceso de dictaminación del premio.

En artes y tradiciones populares se premió al grupo de canto Cardenche de Sapioriz, Durango, así como a Angélica Delfina Vázquez Cruz; en tecnología y diseño el jurado designó a María de los Ángeles Valdés Ramírez.

Los científicos reconocidos este año son Edmundo García Moya, Alberto Robledo Nieto y Moisés Eduardo Selman Lama.

Recién operado de la vista y aún convaleciente, el reconocido creador escénico, José Solé (Mixcoac, ciudad de México, 1929), vía telefónica recibió de La Jornada la noticia de haber sido distinguido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2008, en el área de bellas artes.

Debido su situación de salud, sus primeras y breves impresiones fueron: “Me parece un despertar muy bueno, es una grata sorpresa y una gran alegría, pues ya en otra ocasión me habían propuesto.

“Es un reconocimiento al teatro, al que le he dado toda mi vida. Cuando llega una distinción así, lo llena a uno de optimismo; uno siente que ha valido la pena el esfuerzo. Para el trabajo teatral hay que tener sobre todo una pasión por la profesión y dar lo lo mejor que uno tiene, no buscando un reconocimiento, sino buscando reconocerse uno a sí mismo.

“Aunque hay muchos otros creadores que lo merecen, es bueno que le puede tocar a uno en alguna ocasión de la vida. Con tal distinción, uno siente que no iba uno tan mal.”

Hago lo que me gusta tanto

La pianista María Teresa Rodríguez, quien a sus 85 años continúa sus labores docentes con gran entusiasmo, señaló ayer por la tarde sentirse tan sorprendida como sus amigos: “no he recibido avsio oficial hasta el momento (18:35 horas), pero ya me dirán en qué consiste el premio, sólo sé que es muy importante lo que representa. Para mí es como cerrar un ciclo en mi vida pues, aunque no me he jubilado y sigo trabajando, ya soy una persona grande. Sé que es un premio a un trabajo, pero yo no lo siento así, pues simplemente he hecho lo que me gusta, para lo que me pusieron mis padres: tocar, pues el piano y yo somos una sola persona que ha hecho un largo recorrido. La energía que tengo es por eso, precisamente, porque hago lo que me gusta tanto”.

También sorprendida “y fascinada” recibió la fotógrafa Graciela Iturbide la noticia de parte de una amiga que lo leyó en el periódico.

“Lo único que puedo decir es que me dan ganas de trabajar más”, señaló la artista de la lente, quien prepara un proyecto para desarrollar en Italia, así como un libro acerca de Juchitán que será publicado en breve por la editorial Calamus.

Por su parte, el filósofo y poeta Jaime Mario Labastida Ochoa, director de la editorial Siglo XXI, dijo: “Estoy lleno de alegría. Siempre he dicho que no trabajo para ganar premios, sino para cumplir con lo que considero un deber. En este caso el gobierno y quienes son mis pares reconocen los méritos de mi obra, me da gusto.

“No tengo la menor idea de cuándo se va entregar el premio, sólo vi el desplegado en el periódico, pero seguramente será en enero: todo mundo está dedicado a las posadas.”

Agregó que acaba de publicar dos libros más que recogen ensayos dispersos: “son en parte revisiones y en parte incorporación de textos nuevos. Uno de ellos, que se llama Estética del peligro, recoge textos de orden político en dos pequeños volúmenes editados por Grijalbo; lo incorporo en uno solo y le añado textos nuevos.

“El otro libro es La palabra enemiga, que hace años publicó Aldus. Los tres volúmenes están agotados y se editan nuevamente. El hecho de que se otorgue el premio por mi labor filosófica me da un gusto enorme, por supuesto”.

El historiador Álvaro Matute Aguirre, también vía telefónica, señaló: “Estoy muy contento, acabo de recibir la noticia hace un momento porque me encuentro de vacaciones en Ixtapa y el señor de los periódicos pasa hasta las 13:30 horas; entonces me habló un amigo por teléfono y tengo como una hora que me enteré.

“El premio representa 30 años de trabajo constante; no he quitado el dedo del renglón formando gente y escribiendo. La historia siempre debe tener una presencia, es un género que se cultiva en México con mucha solidez desde hace muchos años. La historia que se escribe en México es de alta calidad, tiene muy buenos cultivadores y creo que sí, el lugar que se le reconoce es justo no porque sea yo ganador, sino porque pertenezco a una disciplina bien representada.

“El premio es un gran estímulo, es el más alto que puede dar el país y estoy feliz de haberlo recibido.”

El investigador emérito del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México adelantó que elabora un diccionario de historiadores mexicanos y como proyecto personal seguirá escribiendo sobre la historia del siglo XX.

Por su parte, José Gudalupe Moreno de Alba, director de la Academia Mexicana de la Lengua, declaró: “Estoy muy contento, sobre todo porque tratándose de un premio de lingüística y literatura es más común, más fácil, que se dé a un escritor que a un lingüista o a un filólogo, cosa que por otra parte entiendo perfectamente. Es doblemente satisfactorio. Hasta donde yo recuerdo el último lingüista que obtuvo este premio nacional fue mi maestro don Juan M. Lope Blanch; entonces es para mí enormemente grato recordarlo a él y ver que ahora me dan este premio. Toda mi vida he estudiado el español de México, es lo que me gusta hacer, de tal manera que eso seguiré haciendo sin duda”.

 
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