Usted está aquí: viernes 19 de diciembre de 2008 Opinión México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega
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■ Promesas incumplidas sobre la baja al precio de la gasolina

■ El combustible ya está más caro en México que en EU

Ampliar la imagen Gasolinera en Lawrence, Massachusetts. Los precios del petróleo siguen a la baja Gasolinera en Lawrence, Massachusetts. Los precios del petróleo siguen a la baja Foto: Ap

Más rápido cae un inquilino de Los Pinos que un rengo, sobre todo cuando de “compromisos” se trata. A mediados de año, el michoacano aseguraba que mantendría el subsidio a los combustibles “para amortiguar el efecto de la inflación en los consumidores; hay gente que incluso nos exige que subamos de golpe los precios –pero- no lo vamos a hacer porque queremos proteger a las familias más pobres”.

Pues bien, el “compromiso” se agotó junto con el discurso de ese mismo día, y a lo largo de la segunda mitad de 2008 el gobierno de la “continuidad” ha recetado a los mexicanos 31 aumentos consecutivos (faltan dos semanas para que concluya el año) en los precios de esos combustibles que no aumentarían para “proteger a las familias más pobres”.

Aumentaron tanto, de hecho, que “a partir de noviembre de 2008 la gasolina Premium y la Magna son más baratas en Estados Unidos que en México, eliminándose el subsidio a favor de los consumidores nacionales, y con éste los argumentos para incrementar los precios internamente”, de acuerdo con un detallado estudio recién salido del horno de la Cámara de Diputados (Análisis de los precios y de los subsidios a las gasolinas y el diesel en México, 2007-2009), que en su parte medular subraya lo siguiente:

Entre julio y diciembre de 2008, los precios internacionales del crudo se redujeron drásticamente. La canasta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, la OPEP, pasó de 131.22 a 40.23 dólares por barril. Por su parte, la mezcla mexicana de exportación pasó de 20.25 a 33.16 dólares por barril.

En Estados Unidos, los precios de las gasolinas y el diesel descendieron durante el periodo de agosto a diciembre de 2008, coincidiendo con la caída de los precios internacionales del petróleo. En contrapartida, en México el precio de estos petrolíferos continuaron incrementándose. Bajo este escenario, la política de precios de las gasolinas y diesel instrumentados en México se tendría que revisar, puesto que el argumento para encarecer estos petrolíferos fue el diferencial de precios existentes entre México y Estados Unidos, para eliminar el subsidio que favorecía a los consumidores. Así, la política de precios instrumentada internamente implicaría reducir el precio de la gasolina Premium y Magna hasta igualarlos con los de Estados Unidos.

Sin embargo, con el descenso de los precios internacionales del petróleo, el precio de las gasolinas y el diesel en Estados Unidos se han abaratado y en México continúan encareciéndose. “Podemos afirmar que a partir de noviembre de 2008, la gasolina Premium y Magna es más barata en Estados Unidos que en México, lo que implica que el subsidio a favor de los consumidores nacionales ha desaparecido, y con éste, los argumentos para incrementar los precios internamente.

Con base en la información proporcionada por Petróleos Mexicanos y el Departamento de Energía de Estados Unidos, la gasolina Premium registró un precio promedio de 11.49 pesos por litro en julio de 2008 y se redujo a 7.20 pesos por litro en diciembre del mismo año. En igual periodo, en México pasó de 9.04 a 9.57 pesos por litro. Adicionalmente, en noviembre y diciembre la Premium estuvo 1.46 y 2.37 pesos por litro más cara en México que en Estados Unidos.

En el caso de la gasolina Magna, en Estados Unidos registró un precio promedio de 10.85 pesos por litro en julio de 2008 y se redujo a 6.18 pesos por litro en diciembre. En México pasó de 7.24 a 7.64 pesos por litro. Entre noviembre y diciembre la Magna estuvo 0.54 y 1.46 pesos por litro más cara en México que en Estados Unidos.

Por su parte, aún se justificarían los incrementos en el precio del diesel, motivados por la igualación del precio interno con el externo, puesto que en diciembre de 2008 en Estados Unidos se vende en 8.73 pesos por litro y en México en 7.18 pesos. El subsidio que persiste en México a favor de los consumidores de diesel es de 1.55 pesos por litro.

A mediados de año en México el precio de la gasolina Premium era de 8.99 pesos por litro, la Magna de 7.17 y el diesel de 6.10. De acuerdo con el Departamento estadunidense de Energía, en aquel país la Premium equivalente costaba 12.11 pesos por litro, la Magna 11.53 y el diesel de bajo azufre 12.39. Dada esta información, en junio de 2008 el subsidio a favor de los consumidores mexicanos de gasolina Premium era de 3.12 pesos por litro, de 4.36 en el caso de la Magna y de 6.29 en el del diesel.

Se incrementó el subsidio a las gasolinas y el diesel en México, porque el petróleo, principal insumo para la elaboración de estos petrolíferos, registró altos precios en el mercado internacional, elevando sus costos de producción. En Estados Unidos, los precios de las gasolinas y el diesel se incrementaron porque están indexados al comportamiento de los precios internacionales del crudo. En México, hasta agosto del presente año, estos precios no estaban indexados; como consecuencia, el subsidio aumentó, porque los precios internos se “rezagaron” respecto a los existentes en el vecino del norte.

La vía para introducir este subsidio a favor de los consumidores mexicanos fue por la importación de gasolina y diesel provenientes de Estados Unidos, por la baja capacidad de refinación existente internamente, que es incapaz de satisfacer la demanda interna. “La baja capacidad de refinación de las gasolinas y el diesel en México implica que los precios internos están sujetos a los movimientos de los precios determinados en Estados Unidos”.

El gobierno calderonista optó por eliminar el subsidio. La estrategia empleada fue a través de los “deslizamientos” (aumentos) graduales del precio de las gasolinas y el diesel, medida que se dispuso a partir de agosto de 2008. El análisis de los precios de las gasolinas y el diesel nos permiten afirmar que éstos han registrado incrementos constantes entre diciembre de 2005 a diciembre de 2008, en los siguientes términos: la Premium pasó de 7.66 a 9.57 pesos por litro; la Magna de 6.49 a 7.62, y el diesel de 5.33 a 7.13 pesos por litro. En términos relativos, de diciembre de 2005 a igual mes de 2008, el precio de la Premium se ha incrementado casi 25 por ciento, el de la Magna 17.41 y el del diesel 33.77”.

Dicha alza de precios ha generado un efecto en el consumo: como la Magna “es un sustituto perfecto” de la Premium, la población ha incrementado el consumo de la gasolina más barata (Magna) por la más cara (Premium). Así, entre junio y octubre de 2008 el consumo de la primera reportó un aumento de 29.5 por ciento, mientras que el de la segunda cayó 17.5 por ciento). En cuanto al diesel, como es el petrolífero que mayores incrementos de precios tuvo, se observa una sensible baja en la demanda a partir de agosto de 2008, mes en que iniciaron las alzas sistemáticas.

Las rebanadas del pastel

En síntesis, los “compromisos” no trascienden el micrófono.

 
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