Usted está aquí: sábado 20 de diciembre de 2008 Política PRI: prisión domiciliaria para reos no peligrosos evitará saturar cárceles

■ Insistirá en que se les vigile mediante sistemas electrónicos

PRI: prisión domiciliaria para reos no peligrosos evitará saturar cárceles

Andrea Becerril

Dentro de las reformas pendientes en materia de seguridad pública y justicia está la iniciativa para establecer prisión domiciliaria, con controles electrónicos, para aquellos reos bajo proceso o sentenciados por delitos no graves, que el PRI presentó en el Senado en el periodo de sesiones que concluyó recientemente.

Los senadores Fernando Castro Trenti y Ricardo Pacheco Rodríguez comentaron que impulsarán esa reforma, encaminada a resolver el grave problema de sobresaturación que enfrenta la gran mayoría de los reclusorios del país, lo cual ha provocado violencia y motines en varios de los penales, y puede incluso llegar hasta la ingobernabilidad de los mismos.

En la explicación de motivos de esa iniciativa para modificar la Ley sobre Normas Mínimas de Readaptación Social de Sentenciados se detalla que, de acuerdo con cifras oficiales, entre ellas el Informe de Actividades de la Secretaría de Seguridad Pública, en territorio nacional hay 447 centros de reclusión, con capacidad para 163 mil 867 internos.

Sin embargo, hasta junio de 2007 había 216 mil 845 reos, de los cuales 50 mil 450 correspondían al fuero federal y 166 mil 395 al fuero común.

Los priístas resaltan asimismo que, del total de los internos, 57 por ciento estaba sujeto a proceso penal. Otro dato preocupante es que 53 por ciento de los reclusorios tienen sobrepoblación, ya que hasta esa fecha había 52 mil 978 internos más respecto de la capacidad de la infraestructura penitenciaria.

Las mismas cifras de la Secretaría de Seguridad Pública dan cuenta, recalcaron, de la urgencia de “descongestionar” las cárceles mexicanas, para lo cual se debe establecer la prisión domiciliaria a los procesados por delitos no graves, quienes serían vigilados mediante sistemas electrónicos satelitales “administrados por las autoridades de la custodia”.

Se trata de un cambio necesario para armonizar con la recién aprobada reforma constitucional en materia de justicia penal, en la cual se hace válida la presunción de inocencia, mientas en la actualidad hay cerca de 70 mil presos en espera de sentencia por delitos menores.

Ello significa que cerca de 200 mil internos están acusados de delitos no graves, que podrían salir de los reclusorios y esperar la sentencia o cumplir la condena en sus domicilios, bajo el control del sistema penitenciario por vía electrónica.

Para ello, explicaron, deben cumplir una serie de requisitos, entre otros, que se hayan comprometido a reparar el daño; desempeñar oficio, arte, industria o profesión lícita, en caso de no tener medios de subsistencia; abstenerse durante la prisión domiciliaria del abuso de bebidas alcohólicas o el consumo de drogas, y sujetarse a las medidas de orientación y supervisión que dicte la autoridad, así como la vigilancia de alguna persona “honrada y de arraigo”.

La prisión domiciliaria controlada por medios electrónicos “permitirá no sólo evitar problemas de ingobernabilidad en las cárceles federales, sino fomentará un verdadero proceso de readaptación social, sin que ello implique el riesgo de que los condenados se degraden en virtud de las condiciones inhumanas que existen en las prisiones del país”.

 
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