Usted está aquí: sábado 27 de diciembre de 2008 Sociedad y Justicia Ante impacto del viento, en México se deben normar las construcciones

■ Especialista expone cuáles son las edificaciones más vulnerables a los efectos del aire

Ante impacto del viento, en México se deben normar las construcciones

■ Tamaulipas, Veracruz, Sonora, Colima y QR, entidades en las que más vendavales se presentan

Mariana Norandi

Ampliar la imagen México, de los países más afectados por fenómenos climatológicos. La imagen muestra la inundación en Tabasco en 2007 México, de los países más afectados por fenómenos climatológicos. La imagen muestra la inundación en Tabasco en 2007 Foto: Francisco Olvera

Expertos en cambio climático prevén futuros escenarios meteorológicos en los que los huracanes, si bien no serán más frecuentes, sí adquirirán mayor intensidad. Dada la vulnerabilidad de México frente a los impactos de este fenómeno y los daños que han provocado en las costas mexicanas a lo largo de la historia, el investigador Neftalí Rodríguez Cuevas, del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que en nuestro país se debe generar más conocimiento acerca de la interacción de los vientos sobre las estructuras, para que éste se plasme en normas de construcción y en mayores medidas de prevención.

En México, Neftalí Rodríguez es uno de los expertos más destacados en el tema del viento. Cuando diseñó el ya desaparecido parque del Seguro Social sintió desde las gradas la fuerza con la que el aire movía la estructura de aquel mítico estadio de beisbol. Desde entonces lleva más de medio siglo dedicado al estudio del impacto del viento sobre los edificios y está a cargo del túnel de viento más grande que existe en América Latina para la investigación de esta interacción.

–¿Cuál es la utilidad del túnel de viento?

–Obtener información para hacer construcciones seguras. La instalación del túnel data de 1966 y fue construido para probar las edificaciones olímpicas. Mide un metro 20 por 80 centímetros y en su interior introducimos un edificio a escala y le inyectamos viento. La información de diferentes puntos del edificio pasa a una computadora y ahí estudiamos la resistencia de esa construcción ante el aire. En este túnel hemos probado diversas construcciones como el Palacio de los Deportes, la Alberca Olímpica, estaciones del Metro, hoteles o el Hipódromo de las Américas.

El túnel de viento

–¿Qué velocidad de vientos se puede probar?

–En este túnel probamos vientos hasta de 180 kilómetros por hora pero tenemos un proyecto de construir uno nuevo, diez veces más grande que éste, el cual alcanzaría los 350 kilómetros por hora. El túnel actual ya es muy pequeño, y por lo tanto tenemos un espacio muy limitado, pero aún no se ha aprobado el presupuesto para su construcción, que es de unos 300 millones de pesos.

–¿Qué repercusiones en la economía nacional tiene el avance de estas investigaciones?

–En la República Mexicana tenemos vientos importantes, provocados por ciclones en ambas costas nacionales cuyos efectos causan daños importantes. El promedio anual del gasto público por reparaciones de afectaciones ocasionadas por el viento es de 10 mil 151 millones de pesos. Por eso es importante medir el efecto del aire en las construcciones y que el conocimiento generado se plasme en las normas de construcción. También que los resultados de las investigaciones se transfieran a las autoridades de localidades que resultan más agitadas por los vientos y su acción en el mar, para que puedan tomar las medidas preventivas necesarias. Pero además de edificios, estos fenómenos dañan mucho las torres y líneas de transmisión eléctrica, y un apagón ocasiona gastos elevados. En Estados Unidos se ha calculado que un apagón de una hora en una zona industrial le cuesta al país 2 mil millones de dólares, y aunque en México ese dato no está calculado, representa un costo adicional al daño material muy significativo.

–¿Cuáles son los estados más vulnerables al viento?

–Quintana Roo, Tamaulipas, el sur de Veracruz, Sonora, Baja California y Colima. De los vientos más fuertes podemos encontrarlos en Baja California con 220 kilómetros por hora en tierra pero en mar, en plataformas petroleras del Golfo en Campeche pueden darse vendavales hasta de 290 kilómetros por hora. En cuanto a la ciudad de México, si bien el aire no es muy intenso, los más fuertes se producen en el norte, por la zona de la Villa de Guadalupe, porque vienen del valle de Pachuca.

–¿Y las construcciones más frágiles?

–Los puentes son muy susceptibles a la acción del viento, sobre todo los que tienen grandes claros (en sus puntos de apoyo). También lo son los edificios de gran altura, mayores de 30 pisos. Ahora estamos hablando con un grupo que quiere construir un edificio de 48 niveles frente al Monumento de la Independencia, por lo que haremos pruebas para ver si esa construcción se puede llevar a cabo. También son muy vulnerables las construcciones de láminas y cartón que, en un país como el nuestro, donde hay tanta población de escasos recursos, existen muchas construcciones de ese tipo. Pero hay que tener en cuenta que ante los ciclones, no sólo es importante el impacto en el total del edificio, sino que ante fuertes vientos, vuelan techumbres, caen pedazos de fachada, se rompen ventanas y todo esto se convierte en proyectiles, los cuales, todavía en nuestro país no están reglamentados y causan muchos daños en personas y propiedades. Hay que diseñar edificios con las medidas suficientes para evitar que vuelen proyectiles. Por ejemplo, los espectaculares están construidos sin precauciones desde el punto de vista de la ingeniería y, con los vientos, las láminas vuelan por los aires como cuchillas. Esos proyectiles son muy peligrosos y pueden matar mucha gente. De hecho, se sabe que en los pasados 50 años las pérdidas de vidas humanas ocasionadas por vientos sobrepasan el número de muertes por sismos. Por eso es importante que los arquitectos trabajen de la mano del ingeniero.

–¿Es costoso encargar una prueba de viento?

En un edificio de 48 niveles, menos de uno por ciento de su valor total.

–Durante 50 años de estudiar este fenómeno, ¿qué le falta por conocer en este terreno?

–El viento es una de las áreas más intrigantes que me he encontrado en mi vida; siempre que hago una prueba aparecen cosas nuevas y desconocidas. Como fuente de conocimiento es fructífera.

–¿Cuál es el siguiente secreto del viento que quiere develar?

–El nuevo experimento que haremos será en puentes y estudiaremos uno de los fenómenos más extraños que hay en la interacción del aire y la estructura: el viento modifica las características de respuesta de la estructura, cambia su amortiguamiento y su rigidez. Es un área que no está suficientemente estudiada y continúa siendo un misterio.

 
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