Usted está aquí: martes 30 de diciembre de 2008 Opinión Atenas, Gaza, despedidas y bienvenidas

Marco Rascón
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Atenas, Gaza, despedidas y bienvenidas

“No nos hacen falta más lacrimógenos para llorar. Lo podemos conseguir solos”, reza la posdata de un manifiesto de los jóvenes griegos, quienes a finales de 2008 preconizan y dibujan la situación de millones de adolescentes y jóvenes del mundo atorados en el determinismo, las crisis, la estabilidad deshumanizada, los discursos vacíos y la hegemonía mediática de los valores.

En el manifiesto está dicho el sentimiento que se extiende entre los jóvenes en el mundo y que en Atenas ha sido respondido a golpes. Es un llamado universal para las sociedades y los poderes de todo el mundo que se repartió entre la gente que asistió en el funeral de Alexis Grigoropoulos y dice así:

“No nos critiquéis antes de entendernos/. No nos apuntéis con el dedo antes de vernos/ No nos censuréis antes de hablarnos/ No nos matéis antes de dejarnos vivir/ Somos vuestros hijos y nietos, vuestros vecinos o amigos…/ Somos la sociedad que habéis creado… Somos el resultado de las generaciones de indiferencia, de no creer en nada, del pasotismo (valemadrismo), de la apatía…/ Ahora… Quemamos para que no nos quememos/ Rompemos para que no nos rompan./ Nos Rebelamos porque ya estamos hart@s de este mundo!/ Estamos con vosotr@s!/ ¡Estas noches son de Alexis! (el joven asesinado)/ Hay que cambiar el mundo, y si no lo conseguimos al menos lo habremos intentado.

“Que se extienda la revuelta/ desde Grecia un fuerte saludo libertario a todos los compas del mundo. “Queremos un mundo mejor. ¡Ayúdenos! No somos terroristas, “encapuchados” ni “desconocidos conocidos.” (Expresiones que se usan por los medios de comunicación griegos sobre los manifestantes.) “¡Somos vuestros hijos! Esos conocidos desconocidos”…

“Queremos soñar –¡no nos maten los sueños! Tenemos pasión –¡no nos paren! ¡Acuérdense! Hace tiempo que ustedes eran jóvenes también. Ahora están persiguiendo el dinero, sólo les interesa la “fachada” de las cosas. Se hicieron gordos y calvos.

“¡Olvidaron! Esperábamos que nos apoyaran, que tuvieran un poco de interés, que nosotr@s por una vez nos enorgulleciésemos de ustedes. ¡En vano! Ustedes viven vidas falsas. Tienen la cabeza inclinada, los pantalones abajo y están esperando el día que se van a morir. ¡No tienen imaginación, no se enamoran, no crean nada! Sólo venden y compran:

“Todo Material –Amor por ninguna parte–. Verdad por ninguna parte ¿Dónde están los padres? ¿Dónde están los artistas? ¿Por qué no salen a las calles para protegernos? ¡Nos están matando. Ayúdenos!”

Los Niños.

Ahora, en vísperas de que finalice el año, el gobierno de Israel lanza un ataque sorpresivo contra la franja de Gaza y el pueblo palestino en lo que pareciera la despedida de George W. Bush, pero también un ajuste antes de la llegada de Barack Obama que pondrá al nuevo gobierno estadunidense en la disyuntiva de respaldar a sus viejos aliados en Medio Oriente que cuentan ahora con el más grande arsenal bélico de la región y que estarían aprovechando un momento de expectativa, y por tanto de vacío de la política exterior de Estados Unidos para poner la negociación con Palestina en un punto favorable a ellos, basado en la fuerza militar.

Con este ataque retroceden años de negociaciones; retrocede toda la etapa de negociación alcanzada con Yasser Arafat y su sucesor. La respuesta al zapatazo de Bush en Irak, se ha devuelto con misiles en Gaza como una provocación de los halcones del militarismo y la visión imperialista. Es el adelanto que preconiza lo que será 2009 y la lucha en Estados Unidos entre más de lo mismo o la expectativa de una política distinta, que fue la que llevó a Obama a la presidencia.

Las nuevas realidades se alimentan de las viejas realidades. Los viejos amores tienen ya otros amores y despedir el saliente año es el saludo, el salto para el próximo que podría ser peor del que tuvimos.

La despedida tiene mucho de bienvenida en este presente inimaginable que nos hace vulnerables para el futuro, como a los adolecentes de Atenas o las víctimas de Gaza y que dibujan lo que viene para el mundo.

Este año la violencia que se vio en México nos acercó a lo que vemos en Medio Oriente, pero aquí ya nos hemos acostumbrado a verla diariamente sin conmovernos. Nuestra violencia parece algo tan lejano que el próximo 2009 podría alcanzarnos a todos en una nueva espiral. Por ello no lancen más gases lacrimógenos, que todos podemos llorar, aun por nosotros mismos.

 
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