Usted está aquí: miércoles 7 de enero de 2009 Mundo Cuba sufre una “agudización acelerada” del envejecimiento poblacional: informe

■ Como en los países desarrollados, cada vez hay menos habitantes

Cuba sufre una “agudización acelerada” del envejecimiento poblacional: informe

Gerardo Arreola (Corresponsal)

La Habana, 6 de enero. Después del boom de nacimientos que siguió al triunfo de la revolución en 1959, las cubanas dejaron de tener hijos hasta perder la capacidad de remplazar a la población, lo que unido a una mayor longevidad y al aumento de los emigrantes precipitaron una “agudización acelerada” del envejecimiento de Cuba, según investigación de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

El Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la ONE acaba de difundir el informe El estado actual y perspectivo de la población cubana: un reto para el desarrollo territorial sostenible, como resultado de un estudio de los últimos tres años.

La ONE construyó 10 escenarios para el 2025, y encontró que en ningún caso la población podrá compensar las pérdidas que ha tenido por la escasez de nacimientos y la emigración al extranjero durante cuatro décadas. Con 11 millones 236 mil 790 habitantes hasta 2007, Cuba nunca llegará a los 12 millones en ese lapso.

La curva de envejecimiento es común en países desarrollados y acentuada en otros en América Latina, como Argentina y Uruguay, pero Cuba avanza más rápidamente. En poco más de un cuarto de siglo, el país ha pasado de un crecimiento demográfico bajo a uno negativo, en una transición prácticamente concluida.

Desde 1978 las cubanas no tienen hijas suficientes para remplazar a la población y no las tendrán en los próximos 20 o 30 años.

La tasa global de fecundidad total (el promedio de hijos por mujer) era en 2007 de 1.43, el índice más bajo del continente y lejos del nivel de 2.1, que se considera como el mínimo para que la población se mantenga estable.

Nacen menos niños (122 mil 556 en 2008, un promedio de 1.98 diarios en cada municipio del país), su mortalidad es muy reducida (4.7 por cada mil nacidos vivos) y su esperanza de vida es alta (77.97 años), mientras que la emigración crece (hay un millón y medio de cubanos viviendo fuera de la isla, que corresponde al 13 por ciento de la población).

Entre otras consecuencias, en 2006 y 2007 disminuyó el total absoluto de habitantes en Cuba, aunque en 2008 hubo un pequeño aumento. La ONE concluyó que en 2025 la isla será el país más envejecido de América Latina y el Caribe y más de la cuarta parte de su población tendrá más de 60 años.

En este lapso las primarias reducirán su matrícula, sobre el nivel actual, entre un tercio y una quinta parte; la demanda de secundaria caerá en cerca de la mitad y las universidades perderán a uno de cada tres de sus actuales alumnos.

El servicio militar tendrá entre 30 y 40 por ciento menos de reclutas, habrá menos personas disponibles para trabajar y serán más las que dependan de ellas, con el consiguiente aumento de las pensiones y la seguridad social.

Dentro del abanico de implicaciones económicas, la ONE recordó que Cuba elevó su propio piso, al crear en la década pasada un plan de atención integral al adulto mayor (estilo de vida, prevención de enfermedades, prestaciones hospitalarias, hogares de ancianos) y al ampliar después la cobertura de la Asistencia Social (auxilio directo a los más pobres y necesitados, como las madres de hijos con retraso mental severo y ancianos enfermos que viven solos).

Sólo la Asistencia Social aumentó su gasto en 10 veces entre 2000 y 2006, según el informe, y “podría peligrar” su sustentabilidad si no hay crecimiento sostenido de la economía y una correspondiente contribución al presupuesto.

El fenómeno tiene un saldo positivo, explicó la investigación, porque la vida se alarga con mejor calidad y hay avances en la condición de la mujer, pero al mismo tiempo “es un reto y como tal se debe atender por las consecuencias e impactos mencionados”.

La población de más de 60 años de edad está creciendo y demanda más prestaciones económicas, médicas, familiares, sociales y culturales, pero al mismo tiempo se está quedando con pocos o ningún pariente disponible para su asistencia.

El Parlamento aprobó en diciembre pasado una ley que retrasa la jubilación en cinco años, para que el retiro ocurra a los 65 para los hombres y a los 60 para las mujeres. Esa disposición amortiguará un fenómeno previsible para 2015, cuando los jubilados serán más que los jóvenes que lleguen a su primer empleo.

Al explicar las causas de la baja fecundidad en Cuba, la clave del fenómeno, la investigación anotó el aumento del trabajo femenino, una mayor inestabilidad en las parejas y la escasez de vivienda, que a menudo obliga a la convivencia de tres generaciones u otras combinaciones familiares bajo un mismo techo.

En los últimos dos años la prensa local ha registrado también como causales el alto costo de la vida, la falta de servicios de ayuda al hogar, la escasez de ropa y enseres para el recién nacido y la emigración.

La ONE consideró que la baja mortalidad en la isla no será un elemento de gran impacto en la tendencia, mientras que la emigración, aunque se ha mantenido estable en la última década, es el factor que más rápidamente puede incidir, y “está sujeto a la manera en que se desarrollen las relaciones políticas entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, lo que la convierte en un parámetro de difícil pronóstico”.

De los cubanos que viven fuera, la mayor parte reside en Estados Unidos. Esa nación permite anualmente la emigración legal de unos 20 mil originarios de la isla, pero hasta el año pasado también recibía, y aceptaba permanentemente, a otros 15 mil, que llegaban a su territorio por vía ilegal.

 
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