Número 150
Jueves 8 de enero
de 2009


Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

Translegalidad: Cambio legal de identidad para hombres y mujeres transexuales Cambiar el cuerpo, con todas las dificultades que implica asumir un nuevo género, no es tan complicado como modificar tu nombre ante la ley. Prejuicios, burocracia, papeleo, dinero. Un camino de obstáculos pavimentado por la discriminación, aunque en el DF se ha comenzado a facilitar el proceso. Christian Rea Tizcareño

Personas transgénero y transexuales de México reciben tratos legales diferenciados según sus lugares de residencia. Los que viven o pueden trasladarse a la ciudad de México tienen la opción de regularizar su situción legal, para equiparar su género con su identidad.

El 24 de noviembre del año pasado entraron en vigor las reformas a los códigos Financiero, Civil y de Procedimientos Civiles locales, aprobadas el 29 de agosto por la Asamblea Legislativa, para que este sector de la población capitalina pueda contar con documentos oficiales acordes a su identidad de género

Ahora, el artículo 746 bis 2 del Código Civil del Distrito Federal establece: “Toda persona que haya cambiado su sexo, a través de intervención quirúrgica o tratamientos hormonales, podrá reclamar el cambio de su nombre de pila y dejar constancia de su cambio de sexo”.

Para Cecilia Mondragón, maestra del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el nuevo marco legal es progresista y es una victoria en materia de derechos sexuales y reproductivos, y en el respeto a la identidad como parte del desarrollo pleno de las personas. “El Derecho no debe quedarse rezagado, es terriblemente estigmatizante vivir una realidad y formalmente tener otra”, señala.

La legislación del DF, al igual que otros estados de la República, ya contemplaba hacer modificaciones a las actas de nacimiento, pero ahora se agrega el supuesto de que una persona cambie de nombre y de sexo, sin que ello implique una intervención quirúrgica. El reto ahora es vencer a la discriminación prevaleciente en la sociedad mexicana, de la cual no se exime nadie, agrega la experta.

Las vicisitudes del juicio
El abogado Menahem Asher Silva, especialista en transexualidad, expone en entrevista para Letra S que antes de las reformas legislativas quienes deseaban cambiar jurídicamente de nombre y sexo debían interponer un “juicio ordinario civil” que duraba varios años, con un costo demasiado elevado, emocional y económico.

Tan sólo los peritajes médicos implicaban gastar entre 150 y 200 mil pesos. Si al final el juez se inclinaba por la modificación del acta de nacimiento, se expedía el documento con una anotación marginal que evidenciaba la condición anterior de la persona. La discriminación generada por esta nueva identidad a medias ya ha suscitado varios amparos, uno de los cuales recién fue discutido y concedido por el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que consideró que la nota al margen genera discriminación y atenta contra la dignidad de la persona transgénero.

El nuevo aparato jurídico de la ciudad de México prevé un juicio especial ante el Tribunal Familiar, el cual es mucho más expedito. El resultado es el levantamiento de una nueva acta de nacimiento que no lleva ninguna nota aclaratoria sobre el pasado de la persona trans. Al paralelo, se elabora un “acta primigenia” con aclaración marginal, la cual será reservada y confidencial, a excepción de mandato judicial o petición ministerial, explica Asher Silva.
El especialista recalca que “no es un trámite de ventanilla como erróneamente se piensa”. El dinero y el tiempo invertido dependen de cada juicio. De durar de tres a cuatro años, ahora el proceso tardará de tres a seis meses. Asimismo, es probable que ahora se gaste un monto equiparable al de un divorcio, es decir, entre 25 y 30 mil pesos, erogación que aún es inaccesible para una población sumamente discriminada y sin recursos económicos porque no tiene acceso pleno al trabajo.

Hasta ahora, de acuerdo con la consejera jurídica del DF, Leticia Bonifaz, hay dos casos de cambio de identidad, uno de una persona transexual u otro de una persona transgénero.

S U B I R