jornada


letraese

Número 150
Jueves 8 de enero
de 2009



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate



editorial

Carlos Guevara-Casas

Navidad partenogénica

En el año 45 antes de Cristo, Julio César tuvo la ocurrencia de modificar el calendario que usaba Roma desde su fundación. Le agregó meses, recorrió el inicio del 25 de marzo al 1 de enero, le puso su nombre a un mes y otros actos de humildad calendárica. Pero fue a Dionisio el Breve a fines del siglo VI al que debemos por errores de cálculo y limitaciones técnicas que el año más probable del nacimiento de Jesús sea el año 4 antes del nacimiento de Jesús. La fecha es lo de menos y desde la perspectiva de la sexualidad lo más interesante de la Navidad es el nacimiento mismo de Jesús. Se trata, de acuerdo con la tradición y la fe, de un acto de reproducción asexual en una hembra humana.

Este es un fenómeno muy extendido en la naturaleza. Charles Bonnet en el siglo XVIII logró once generaciones de áfidos de jardín sin la presencia de un macho. Además de insectos, es común en gusanos planos, crustáceos y algunos vertebrados de sangre fría. Mucho más raro en aves e imposible en mamíferos. En general la palabra usada para ello es partenogénesis (partenos, virgen y génesis, origen). Por supuesto que la prole sólo cuenta con la mitad de los cromosomas esperados (condición llamada haploide), así que uno esperaría que no sobrevivieran. Sin embargo la mayoría de los genes tienen dos o más copias tanto en los cromosomas paternos como maternos; y durante la vida de un organismo generalmente sólo se usa una copia sin importar de qué progenitor venga. Con todo, los óvulos en los mamíferos no se activan pues se requiere de las copias materna y paterna de algunos genes implicados en el desarrollo embrionario. El hamster es la excepción, pues al envejecer muchos óvulos se activan, aunque el cigoto nunca pasa de una o dos divisiones celulares.

Artificialmente se ha intentado activar óvulos en otros mamíferos, logrando ratones haploides. En cuanto primates, sólo se ha llegado a inducir la división en óvulos de macacos, por lo que la partenogénesis humana sigue estando del lado de lo divino y las relaciones sexuales, venturosamente, siguen siendo biológicamente necesarias. Feliz 2009.

Carlos Guevara–Casas es Maestro en Ciencias, profesor en la Facultad de Ciencias de la UNAM.
http://www.versusprometeux.blogspot.com


S U B I R