Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 11 de enero de 2009 Num: 723

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

El primer Elizondo
RAÚL OLVERA MIJARES

Pancho Villa sí conquistó Columbus
IGNACIO SOLARES

Seabra y la diplomacia cultural
RODOLFO ALONSO

Vaz Ferreira: filosofar sin pretensiones
ALEJANDRO MICHELENA

Roberto Bolaño: los exilios narrados
GUSTAVO OGARRIO

Milorad Pavic: el rompecabezas imperfecto
JORGE ALBERTO GUDIÑO HERNÁNDEZ

Leer

Columnas:
La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
JORGE MOCH

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]

 

Rogelio Guedea
[email protected]

Demasiado humano

El otro día me dejó pensando una idea que se me ocurrió mientras leía un ensayo de Chesterton. La idea, si mal no recuerdo, era: no es lo mismo una frase simple en boca de un hombre célebre, que una frase célebre en boca de un hombre simple.

La idea me estuvo piando en el cuerpo como una codorniz. La tarde entera la idea piaba, y luego de piar se me paraba en algún lugar del esqueleto, me abría las coyunturas y se quedaba mirando el horizonte. Horas después, la idea dejaba de ver el horizonte y seguía piando, sin darme oportunidad de descansar.

Para acabar con la desagradable sensación que me producía, opté por quitar la mala hierba del jardín, lavar el autor, leer a Pío Baroja, distracciones por demás inútiles, claro, porque la idea crecía como el odio o como mi hijo de tres meses.

Dos o tres días estuve en las mismas condiciones, hasta que, leyendo los ensayos de Montaigne, se me ocurrió una frase. La frase, si mal no recuerdo, era: no es lo mismo una idea simple en cabeza de un hombre célebre, que una idea célebre en cabeza de un hombre simple.

Esa noche, debo confesarlo, dormí enteramente complacido.