Usted está aquí: martes 13 de enero de 2009 Sociedad y Justicia El alza en alimentos básicos durante el gobierno de Calderón acumula 67%

■ Una familia compra 20% menos comida que hace 3 años: UNAM

El alza en alimentos básicos durante el gobierno de Calderón acumula 67%

Patrica Muñoz Ríos

Entre el primero de diciembre de 2006 y la misma fecha de 2009 los alimentos básicos en la dieta de los mexicanos se encarecieron 67 por ciento en promedio, por lo que las familias más desprotegidas del país “hoy pueden comprar 20 por ciento menos alimentos que al inicio del régimen”.

En tres años los precios de algunos alimentos se dispararon de tal forma que se han vuelto un “lujo” para la mayoría de la población; por ejemplo, el aguacate acumula un alza de 230 por ciento; el aceite comestible, 125; el frijol, 219; el jitomate, 207; el limón, 232; el pan blanco, 50 por ciento; el huevo, casi 90; la zanahoria, 93.86; la sopa de pasta, 62.6; la papa, 200, y el pollo entero, 69 por ciento.

El reporte mensual elaborado por el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM reseña lo que sucede con los productos básicos durante el régimen de Calderón y señala que, en contraste, el incremento a los salarios mínimos acumula un aumento de 12.59 por ciento, mientras los salarios en general han estado sumamente castigados, por lo que el poder de compra de los trabajadores mexicanos se fue en picada y sigue la misma línea de descenso desde los años 80.

Según esta investigación, encabezada por el economista Luis Lozano, el costo de la canasta alimenticia recomendable (CAR) equivale a casi tres salarios mínimos, por lo que quienes ganan menos de este monto no tienen acceso a los básicos de sobrevivencia. Hace ver también que frente a este panorama es inexplicable que el nuevo incremento al salario mínimo haya sido de 2 pesos con 21 centavos diarios, con lo que apenas se puede comprar un boleto del Metro o una aspirina o un mejoral o medio litro de leche, siempre y cuando sea Liconsa, que cuesta 4 pesos.

Por estas razones el nuevo incremento al mínimo contribuye a la mala alimentación de las clases más pobres del país, alienta la economía informal, obliga a los obreros a conseguir más de un trabajo o a laborar horas extras para sobrevivir, y contribuye a la migración hacia Estados Unidos, pero “para nada sirve, si se busca mejorar las condiciones de vida y combatir la pobreza de las familias trabajadoras”.

La conclusión se explica porque el minisalario se ha incrementado en este gobierno en 12.59 por ciento, apenas 6 pesos de aumento en tres años.

El reporte precisa que al primero de diciembre de 2006 el salario mínimo era de 48.67 pesos diarios, y el precio de la canasta alimenticia recomendable era de 80 pesos con 83 centavos al día, por lo que un trabajador podía comprar 60.12 por ciento de estos alimentos. Sin embargo, para el primer día de enero de 2009, con un salario mínimo de 54.80 pesos y un costo de la canasta de alimentos de 135 pesos diarios, quienes tienen esta percepción apenas pueden adquirir 40.56 por ciento. Es decir, las familias trabajadoras del país hoy pueden comprar 20 por ciento menos alimentos que al inicio del actual gobierno.

 
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