Usted está aquí: domingo 25 de enero de 2009 Política Pide la ALDF a diputados revisar su postura sobre alimentos chatarra

■ La publicidad en tv provoca obesidad infantil, insiste en comunicado

Pide la ALDF a diputados revisar su postura sobre alimentos chatarra

■ AN frenó reforma a la ley de salud; las madres ocasionan el sobrepeso, señala

Roberto Garduño

El daño creciente en la calidad de vida y salud de los niños del país a partir del consumo indiscriminado de alimentos chatarra y la omisión gubernamental para detener dicho hábito, propició que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) exhortara a la Cámara de Diputados para que reconsidere su decisión de rechazar la modificación a la Ley General de Salud, la cual acota la publicidad de dichos alimentos en televisión.

En una comunicación dirigida al presidente de la mesa directiva de San Lázaro, César Duarte Jáquez, la ALDF –a través de la iniciativa de los asambleístas Salvador Martínez Della Rocca y Tomás Pliego– pide a la Secretaría de Salud (Ssa) que realice un estudio para determinar el sobrepeso en menores de edad y su relación con la publicidad comercial.

La demanda de la ALDF obedece al rechazo generalizado que provocó la determinación del PAN en la Cámara de Diputados de obstaculizar la iniciativa de reforma a la Ley General de Salud, que pretende advertir sobre los graves efectos que representa para la salud impartir el consumo de alimentos chatarra.

A raíz de la confirmación de que México ocupa el segundo lugar mundial en proporción de obesos –detrás de Estados Unidos–, se inició en San Lázaro un proceso legislativo para modificar la Ley General de Salud, pero cuando las fuerzas políticas habían llegado a un acuerdo, el PAN dio marcha atrás.

La presidenta de la Comisión de Economía, la panista Adriana Rodríguez Vizcarra, operó junto al PRI para echar abajo el dictamen, en evidente apoyo a las empresas productoras de alimentos chatarra.

Frente a la determinación del PAN –partido que es acusado de defender, en este caso, los intereses de las empresas productoras de dichos alimentos– y una vez que el dictamen se encuentra en reserva de ser aprobado o definitivamente rechazado, los asambleístas presentaron al presidente de la Cámara de Diputados una serie de consideraciones con argumentos para que proceda al inicio del trámite legislativo y su “urgente” aprobación.

“Es de conocimiento común que la obesidad infantil en México es considerada por la Organización Mundial de la Salud y por la Secretaría de Salud como un problema público, ya que es uno de los padecimientos epidémicos por imitación y consumo de alimentos con alto valor energético. Cuando una enfermedad adquiere dicho estatus es obligación del Estado y sus instituciones asumir su responsabilidad de control para atenuar, neutralizar e inhibir todo aquello que concurse en la generación de sus condiciones.

“El Poder Legislativo federal tiene la responsabilidad de producir normas regulatorias que moderen a empresas y particulares en su afán de nutrir el circuito comercial, para detener todo lo que influya en las conductas sociales y sea contrario a la salud, como la incitación publicitaria a ingerir comida chatarra y la sugestión comercial al consumo de tabaco”.

El pasado 2 de enero se dio cuenta de que la Comisión de Salud de San Lázaro rechazó modificar la Ley General de Salud para acotar dicha publicidad en televisión y exhortar a la Ssa a realizar un estudio que determine el sobrepeso en menores de edad y su relación con la publicidad comercial, por considerar que las corresponsables de la obesidad infantil son las madres, por los alimentos que proporcionan a sus hijos diariamente.

Ese día se propuso que la Secretaría de Salud debía realizar un estudio para determinar la relación entre la ingesta de comida de alto contenido calórico y escaso valor nutricional, y su publicidad en los medios de comunicación masiva. Se dijo que la influencia de la comida chatarra y rápida en México es uno de los factores que contribuyen a la obesidad, especialmente en los menores.

En la Encuesta Nacional de Salud de 2006 se documentó que la obesidad en niños de primaria aumentó 33 por ciento respecto a 1999. Actualmente se estima que 26 por ciento de la población de entre uno y cinco años padece obesidad o sobrepeso.

“Los argumentos expuestos ante tal resolución contravienen la racionalidad argumental al aducir que son las madres las responsables de la alimentación diaria de sus hijos. Asimismo, contravienen el gran capital de argumentaciones legislativas que desde la misma Cámara de Diputados se han producido y generado para atacar sistémicamente las causas de la obesidad infantil.

“La decisión de la Cámara de Diputados frena de tajo un proceso regulatorio nodal: el de inhibir la incitación publicitaria masiva al consumo de alimentos nocivos a la salud”, señala la declaratoria de la ALDF.

 
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