Usted está aquí: lunes 26 de enero de 2009 Economía Mermará la recaudación tributaria por la debilidad de empresas, advierte la IP

■ Se mantendrá el ingreso por petróleo como principal soporte del gasto público, asevera

Mermará la recaudación tributaria por la debilidad de empresas, advierte la IP

Érika Duarte

Los ingresos petroleros seguirán como soporte principal del gasto público en 2009, toda vez que la recaudación tributaria se verá mermada por la debilidad de las empresas, pronosticó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Enfatizó que los recursos provenientes del pago de impuestos por la explotación de los hidrocarburos durante el periodo enero-noviembre de 2008 representaron casi la mitad –46.4 por ciento– del total de ingresos del gobierno federal.

Pero, alertó, se debe tener precaución, pues si bien existen coberturas para garantizar los ingresos del gobierno, el cobro fiscal a Petróleos Mexicanos se calcula a partir de la cotización del crudo, que ha tenido una tendencia a la baja.

El organismo señaló que el gasto público será el principal factor de impulso para la economía a lo largo del año.

Por ello, añadió, será importante que los recursos federales se asignen de manera eficiente y ágil. Además se requerirá la modificación de la estacionalidad del gasto; es decir, que sea el primer trimestre del año cuando se ejerza la mayor proporción de recursos, y no a finales del año, como se ha hecho hasta ahora.

Escasa probabilidad de beneficios

El sector industrial en el país, que en los últimos meses ha solicitado de manera reiterada al gobierno estímulos fiscales, dejó entrever que es poco probable que se otorguen estos beneficios a las compañías, especialmente en cuanto al impuesto empresarial de tasa única (IETU).

Los reclamos de dicho sector van desde ajustes a ese gravamen (para que se quede en la tasa del año pasado, de 16.5, y que, por ley, este año subió a 17 por ciento) hasta su simplificación, para que quede una sola base recaudatoria, ya sea el IETU o el impuesto sobre la renta.

Por otro lado, el CEESP reconoció que el debilitamiento del aparato productivo ha derivado en una fuerte pérdida de empleo desde finales del año pasado, lo que se convierte en una de las principales preocupaciones, por la incidencia sobre la economía. “La situación que se avecina no es muy halagadora”, aceptó.

“Es evidente que una menor capacidad de generación de empleos formales o la pérdida de ellos muestra el deterioro del aparato productivo, que si bien responde a la crisis económica mundial, también lo hace a la falta de un ambiente de negocios en el que las empresas puedan desarrollarse eficientemente.”

Señalan excesiva regulación

El órgano de análisis del sector privado argumentó que la excesiva regulación, un sistema fiscal complejo y debilidad en cuanto a seguridad jurídica, entre otros factores, han contribuido al deterioro del aparato industrial, lo que a su vez ha derivado en los altos niveles de desempleo.

De acuerdo con datos del Seguro Social, la tasa de desocupación en diciembre pasado se ubicó en 4.32 por ciento, el nivel más alto para un mismo periodo en 13 años.

“Es evidente que la situación que se avecina en materia laboral no es muy halagadora. Los pronósticos anticipan que durante 2009 la economía tendrá un comportamiento negativo, el cual se reflejará en una mayor pérdida de empleos”, advirtió.

“Evitar o matizar esta situación estará en función de lo eficiente que resulten las políticas anticíclicas anunciadas por el gobierno federal, en especial las relacionadas con el ejercicio del gasto público, que parece será el principal factor de impulso a la economía a lo largo de este año.”

Por su parte, Luis Antonio Mahbud, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, dijo que el cierre de 2008 fue “catastrófico” en materia laboral, al perderse 400 mil empleos en noviembre y diciembre.

Añadió que 2009 será más difícil y cuando mucho se crearán entre 30 mil y 50 mil nuevas plazas, situación que se agrava para un país que requiere más de un millón de puestos formales anualmente, que tendrá que mirar a la población que ha dejado de emigrar y a quienes comienzan a regresar al país, principalmente de Estados Unidos.

 
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