Usted está aquí: jueves 29 de enero de 2009 Cultura Documentan expertos orificios en piedra originaria de Teotihuacán

■ Fue perforada para instalar luminarias del show multimedia, sostienen en un dictamen

Documentan expertos orificios en piedra originaria de Teotihuacán

■ El arqueólogo Ignacio Bernal la consideró clave para colocar descansos en otros monumentos del sitio

■ Los tubos expansivos afectaron “los restos de estuco que aún conserva”, señalaron

Javier Salinas Cesáreo (Corresponsal)

Ampliar la imagen Los tubos expansivos afectaron esta piedra originaria que se utilizó hace años para reconstruir estructuras prehispánicas Los tubos expansivos afectaron esta piedra originaria que se utilizó hace años para reconstruir estructuras prehispánicas Foto: Javier Salinas

Teotihuacán, Méx., 28 de enero. Una de las piedras originarias que sirvieron para reconstruir la Pirámide de la Luna fue perforada en cuatro ocasiones para instalar luminarias del proyecto multimedia Resplandor teotihuacano.

Uno de los arqueólogos más reconocidos por sus estudios sobre Teotihuacán en 1963, Ignacio Bernal, consideró clave ese elemento no sólo para señalar que la reconstrucción de la escalera de esa pirámide era correcta, sino para colocar estos descansos en las alfardas de otros monumentos.

Así lo explicaron especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en el dictamen técnico académico de daños y afectaciones ocasionados por la instalación del espectáculo.

En contraste con lo que han asegurado las autoridades respecto de que no hubo daños a elementos originales con los orificios, los investigadores mostraron la piedra que es considerada una de las más importantes por lo que representó para la reconstrucción de Teotihuacán.

La piedra mide un metro de largo por 40 centímetros de ancho y yace en la parte superior del tercer cuerpo de la plataforma adosada al este de la escalinata de la Pirámide de la Luna.

Bases ancladas con tornillos

El dictamen realizado por la Comisión de Legislación y Defensa del Patrimonio y el sindicato de investigadores del INAH documenta que en la parte superior del tercer cuerpo de la plataforma adosada al este de la escalinata de la pirámide de la Luna “se colocaron directamente sobre el piso de la entrecalle sureste de la plataforma adosada nueve luminarias, con un total de nueve bases, de las cuales una tiene soporte de base de plástico y ocho bases fueron ancladas con tornillos en taquetes expansivos y para lo cual se hicieron 32 perforaciones”.

Detalla que en el paño exterior de la alfarda se aprecian 13 perforaciones para anclar el riel de aluminio. “En este caso se perforó en cuatro ocasiones el elemento arquitectónico original que conserva restos de estuco en uno de sus lados”, es decir, la piedra.

“En 1963 Ignacio Bernal, uno de los arqueólogos mexicanos de mayor prestigio, señalaba que el hallazgo de este elemento y otro más descubierto durante las exploraciones de la Pirámide de la Luna, demostraba ‘no sólo que es correcta la reconstrucción de esta escalera, sino dieron la clave para colocar estos descansos en las alfardas de otros monumentos’ (…)”

Más adelante señalaba: “Como antes no se habían descubierto alfardas bien conservadas, no se habían estudiado suficientemente otros datos; no se había conocido este nuevo elemento arquitectónico” (Ignacio Bernal, Teotihuacán: descubrimientos, reconstrucciones, INAH, México, 1963)”, citan los especialistas en el dictamen.

El arqueólogo Sergio Gómez, quien dio a conocer parte del dictamen, señaló que con este sustento se demuestra que sí hubo afectaciones a elementos originales por el montaje de luz y sonido en las pirámides.

 
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