Usted está aquí: jueves 29 de enero de 2009 Política La próxima titularidad del Banco de México enfrenta a Ortiz y Carstens: PRI y PRD

■ Reconoce la STPS la gravedad del desempleo en el país; se tardaron, opina la Iglesia católica

La próxima titularidad del Banco de México enfrenta a Ortiz y Carstens: PRI y PRD

■ Señales ominosas, que ambos funcionarios difieran sobre el futuro de la economía, advierten

De la Redacción

Las diferencias de visión sobre la crisis económica entre el secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, y el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, obedecen más a quién será el futuro titular del banco central, que al interés real respecto del futuro de millones de mexicanos y la economía, coincidieron diputados de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la revolución Democrática (PRD).

Mientras tanto, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) reconoció que la situación de desempleo en el país se torna cada vez más “delicada y preocupante”, y la Iglesia católica lamentó que este reconocimiento de la gravedad de la crisis sea “tardío”, pues los efectos los sufre desde hace tiempo la mayoría de la población.

En respuesta, el dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), Germán Martínez Cázares, insistió en que la fórmula de su partido consiste en aplicar una economía de mercado con énfasis en un alto contenido social. Dijo que, con este principio, el blanquiazul tiene la receta para enfrentar la crisis económica y ofrecer a la ciudadanía una nutrida propuesta en la inminente campaña electoral.

En una serie de reacciones en torno a la crisis económica, el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon, se manifestó en favor de una reducción en los precios de los energéticos y no asumir acciones aisladas y de poca contundencia, como la reducción de 75 por ciento en el ajuste mensual al precio del diesel, que anunció Felipe Calderón el pasado martes, con lo que el combustible mantendrá un incremento de 5 centavos por mes. Dijo que en materia de política energética, tanto de electricidad, como de gasolina, diesel y otros combustibles, “deberíamos ir de plano a una disminución, en la medida de lo posible”.

Sobre las controversias entre Carstens y Ortiz, Samuel Aguilar, secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, expuso que éstas no se perfilan por la ruta de modificar los criterios de la política económica y financiera. “Si la Secretaría de Hacienda y el Banco de México tienen diferencias sobre el futuro de la economía en México, son señales ominosas y oprobiosas para el país. Lo grave es que no se reconoce el punto medular, que es la urgente y fortalecida participación del Estado en la regulación de las actividades financieras y económicas”, dijo el priísta.

A su vez, Juan Guerra, legislador del PRD, adujo que las diferencias entre los titulares de Hacienda y del Banco de México son “un pleito personal, que de fondo conlleva la defensa de su futuro en el control del banco central; no es una discrepancia por el contenido de la política económica, defienden el statu quo. Es indignante que nos receten las mismas fórmulas de la política neoliberal ¡cuando ya ni Barack Obama las sigue! Los dos están atizando sus diferencias porque pretenden controlar el Banco de México”.

En contraparte, el presidente de la Comisión Permanente, el priísta César Duarte, minimizó el diferendo, porque “es un tema en el que ni siquiera se pueden tener los fundamentos reales del crecimiento, cuando no conocemos aún el impacto de la crisis en nuestro vecino del norte, el cual naturalmente está ligado, de manera íntima, con el proceso económico de México.

“La altísima dependencia que tenemos en la balanza comercial y del consumo con Estados Unidos, y la dependencia que tenemos en la importación de todos los productos, nos lleva a una condición que hasta que se evalúe realmente el impacto de la crisis en el país vecino podemos medir la nuestra”, subrayó.

José Antonio Almazán, del PRD, advirtió que justo cuando la grave crisis que enfrenta el país reclama un liderazgo inteligente, sensible y con visión de futuro, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, “nos obsequia un rosario de torpes declaraciones, rebosantes de cinismo, de necedad y de mala fe. En principio, continúa negándose en llamar a las cosas por su nombre. La crisis que actualmente enfrenta el país tiene un nombre y se llama recesión”.

Consideró indignante que el principal responsable de las finanzas públicas no tenga el valor de reconocer el error de haber calificado de simple catarrito lo que a todas luces es la crisis más grave que enfrenta el sistema capitalista desde 1929, y de que continúe tratando de formular nuevas mentiras, como la de delegar las millonarias pérdidas de los fondos de retiro, producto de la brutal caída de las bolsas de valores.

Sobre el particular, el secretario tesorero del Episcopado Mexicano, Alonso Garza Treviño, lamentó que este reconocimiento de la gravedad de la crisis por parte del gobierno sea tardío, pues el pueblo de México ya la vive desde hace tiempo, con las remesas y el empleo a la baja y una inflación permanentemente al alza. “El apretón de cinturón será fuerte”, dijo.

Por su parte, el coordinador del Frente Amplio Progresista (FAP), Porfirio Muñoz Ledo, consideró urgente la “desconcentración” de poderes en la Secretaría de Hacienda, y un titular al frente que plantee nuevas medidas para salir de esta crisis. Advirtió que el país no aguanta más ni económica ni políticamente, por lo que propuso la revocación de mandato del presidente Felipe Calderón, y que su lugar sea ocupado durante cuatro años por un Ejecutivo interino.

Por su lado, la subsecretaria de Inclusión Laboral de la Secretaría del Trabajo, Patricia Espinosa Torres, citó al titular Javier Lozano Alarcón, al reconocer que la situación del desempleo es muy complicada, pero “desafortunadamente se sale no sólo de las manos de la secretaría sino del país, porque es una crisis mundial”, pero destacó los esfuerzos gubernamentales a través del Servicio Nacional de Empleo y diversos programas derivados de ello.

Respecto de los diagnósticos emitidos por el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, en el sentido que la economía decrecerá entre 0.8 y 1.8 por ciento, lo que representa una pérdida de hasta 340 mil empleos, la funcionaria de la STPS dijo que no podía opinar en torno a ese panorama. “El secretario (Lozano) nos ha dicho que es una situación preocupante, pero ello nos impulsa a trabajar y a participar desde nuestra responsabilidad en cómo reactivar las condiciones para que se generen más empleos”, se limitó a decir durante una entrevista en la Secretaría de Gobernación, donde acudió a una reunión.

(Con información de Enrique Méndez, Roberto Garduño, Andrea Becerril, Ángel Bolaños, Fabiola Martínez, Mariana Norandi, Georgina Saldierna y José Antonio Román)

 
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