Usted está aquí: viernes 30 de enero de 2009 Mundo Recibe Medvediev a Raúl Castro en su residencia campestre de Zavídovo

■ El presidente cubano rinde homenaje a soldados soviéticos

Recibe Medvediev a Raúl Castro en su residencia campestre de Zavídovo

Juan Pablo Duch (Corresponsal)

Ampliar la imagen El mandatario ruso (izquierda) saluda a su colega caribeño al llegar éste a la residencia en un bosque ubicado a 120 kilómetros de Moscú El mandatario ruso (izquierda) saluda a su colega caribeño al llegar éste a la residencia en un bosque ubicado a 120 kilómetros de Moscú Foto: Reuters

Moscú, 29 de enero. En un ambiente cordial y distendido, el presidente ruso, Dimitri Medvediev, recibió hoy a su homólogo cubano, Raúl Castro, en la residencia campestre de Zavídovo, un sitio con marcados tintes de nostalgia para el visitante, deferencia reservada por el Kremlin para muy pocos mandatarios extranjeros.

Ahí, en el que era el coto de caza preferido de los líderes soviéticos, un bosque a 120 kilómetros de esta capital, Nikita Jruschov ejerció de anfitrión de Fidel Castro a inicios de los 60 del siglo pasado y el propio Raúl estuvo varias veces cuando visitó la Unión Soviética entre 1960 y 1985.

“Me alegro de verlo no sólo en Rusia, sino en este lugar que usted ya conoce. Estuvo aquí hace mucho tiempo y ahora, casi 25 años después, realiza una visita que estoy seguro tendrá resultados importantes, pero hoy vamos a platicar en confianza, a pasear por el bosque y, como quedamos, mañana (este viernes) sostendremos las conversaciones oficiales”, dijo Medvediev al dar la bienvenida a Castro, según un breve comunicado difundido por la oficina de prensa del Kremlin.

Castro recordó que, en una reciente conversación telefónica, comentó a Medvediev que añoraba el bosque ruso. “Siempre recuerdo con nostalgia el momento en que asamos tocino en una fogata y las ganas que daba comerlo con pan negro, y en los últimos 25 años no tuve la oportunidad de cumplir ese deseo. Ahora usted me invitó al bosque y me preparó, de alguna manera, toda una emboscada”, bromeó el líder cubano.

Con tocino, pan negro y –por supuesto– vodka, pero también carne asada y tradicionales botanas rusas como los pepinos encurtidos, sentados a una mesa al aire libre, los mandatarios ruso y cubano hicieron un primer recuento de la agenda bilateral, a unas horas de que se firmen relevantes acuerdos de cooperación, e intercambiaron puntos de vista sobre la situación internacional.

Medvediev prometió a Castro que más tarde, ya en la residencia, verían una película que se filmó durante una de las estancias en Rusia de su hermano Fidel, y también dijo que le mostraría fotos de sus viajes anteriores. Desde 1985, cuando asistió a las exequias de Konstantín Chernenko, Raúl Castro no venía a este país.

Previo a su traslado a Zavídovo, Castro –que llegó ayer y estará en Rusia hasta el 4 de febrero– depositó una ofrenda floral ante el monumento al Soldado de la Victoria, en el museo central de la Gran Guerra Patria de la capital rusa, que recorrió por espacio de más de tres horas, acompañado del comandante Ramiro Valdés y otros miembros de su comitiva.

“Gloria eterna a los que hicieron el mayor aporte a la gran victoria de la humanidad durante la Segunda Guerra Mundial, la Gran Guerra Patria para los soviéticos”, anotó el presidente cubano en el libro de visitantes.

 
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