Usted está aquí: sábado 31 de enero de 2009 Política Calderón a Zedillo: no es igual ser opositor que presidente; ahora te comprendo mejor

■ En charla en inglés, reconoce el Ejecutivo que también a México le puede “dar neumonía”

Calderón a Zedillo: no es igual ser opositor que presidente; ahora te comprendo mejor

■ El panista se asume vocero de AL y promete “levantar la mano” en favor de ella en el Grupo de los 20

Claudia Herrera Beltrán (Enviada)

Ampliar la imagen Ernesto Zedillo y Felipe Calderón durante una sesión plenaria desarrollada ayer en el Foro Económico Mundial de Davos, en la que se trató la crisis financiera internacional Ernesto Zedillo y Felipe Calderón durante una sesión plenaria desarrollada ayer en el Foro Económico Mundial de Davos, en la que se trató la crisis financiera internacional Foto: Notimex

Davos, 30 de enero. De ex presidente a presidente, Ernesto Zedillo preguntó a Felipe Calderón: “¿Qué se siente lidiar con la oposición”. “Ahora te comprendo mucho mejor que antes”, soltó el panista e intercambió risas con quien antes le haría reconocer que probablemente a México, como a Estados Unidos, también le dará neumonía.

Y aunque Calderón Hinojosa aseguró sentirse “bastante bien” como gobernante, resaltó que alguien dijo que estar en la oposición es como el paraíso, “pero cuando estás gobernando estás en el infierno”.

La sesión Los imperativos económicos de América Latina celebrada en el Foro Económico Mundial de Davos, moderada por Zedillo, sirvió para que priísta y panista resaltaran, en inglés, aspectos comunes. “Estamos en diferentes partidos, pero de cualquier forma nos respetamos”, puntualizó Zedillo al colombiano Álvaro Uribe.

En un ambiente relajado, en el que el presidente de Colombia y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, fungieron, casi como testigos, se dio el diálogo entre el panista y el priísta.

Calderón preparó su participación meticulosamente. Todavía unos segundos antes de entrar al salón, revisó algunas pautas con sus colaboradores en torno a dos pequeñas mesas de cristal. “Aquí tengo que regresar con mi patrón”, interrumpió una entrevista el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, a la llegada del Presidente que pedía “chance” a la prensa para concentrarse en esa tarea.

Ya en el diálogo, que se desarrolló en inglés, Zedillo de entrada se presentó como profesor universitario y resaltó que solía sentarse en la misma silla que ocupaba Calderón en los seis años que asistió a Davos, pero ya no en este momento.

“¿Lo extraña?”, preguntó el michoacano. “No en este momento”, contestó el ex presidente, y así dio inicio un intercambio de comentarios y bromas.

La primera interrogante que formuló directamente al panista fue sobre la crisis económica, tema en que el priísta sigue causando polémica, como ocurrió hace dos días cuando reconoció que el Fobaproa –respaldado en su momento por Calderón– costó más que el rescate de los bancos estadunidenses.

“Presidente, tenemos un dicho en nuestro país de que cuando a Estados Unidos le da un catarro, a nosotros nos da neumonía, y ahora parece que a Estados Unidos le dio neumonía. Entonces, ¿qué vamos a hacer en esta ocasión?”, señaló Zedillo.

Lejos de los tiempos en que su secretario de Hacienda definía la crisis como “catarrito” , Calderón admitió por primera vez que México podría sufrir una neumonía.

Además, bautizó ésta como la “crisis de Big Mac”, porque no se originó en América Latina, a diferencia de las conocidas como Samba, Tango o Tequila, precisamente la que le tocó enfrentar a Zedillo.

Aprovechó para destacar que viene de una región donde “hemos aprendido” de las crisis, que suman 30 en 25 años.

Ambos políticos llegaron a este foro en calidad de alumnos aplicados de las políticas neoliberales y expertos en resolución de turbulencias económicas, como lo hizo ver en un panel posterior Fareed Zarkaria, editor de la revista Newsweek, cuando le pidió consejo al presidente mexicano con la frase “Ayúdenos, por favor”.

En la sesión que compartieron, Zedillo daría oportunidad a Calderón para que planteara si en la próxima reunión del Grupo de los 20 México hablaría sólo en su nombre o por los que llamó “hermanos de América Latina”. Esto dio lugar a que su invitado se asumiera vocero de los países en desarrollo y prometiera “levantar la mano” en favor de ellos en Londres.

Armas de destrucción masiva

A tono con la campaña emprendida aquí por el gobierno mexicano para limpiar la imagen del país tras haber sido comparado con Pakistán, Zedillo también expresó su “repulsión” a este señalamiento, e incluso planteó que el analista que lo afirmó probablemente es el mismo que le dijo al ex presidente George W. Bush que había armas de destrucción masiva en Irak.

Antes de ceder la palabra al público, fue cuando Zedillo soltó una “pregunta personal: Cuando yo era presidente de México, el hoy presidente Calderón era el líder del principal partido de oposición y era un gran líder de su partido, pero era muy duro, muy difícil. ¿Cómo te sientes haciendo frente a la oposición?”

Sin quitar la vista del último presidente priísta del siglo pasado, Calderón se enorgulleció de las reformas aprobadas en dos años de su gobierno. Aunque, matizó, “claro que las cosas son muy difíciles. Ahora te comprendo mucho mejor que antes, pero en todo caso, como líder de la oposición lo viví muy bien, fue una época difícil.

“Lo recuerdo perfectamente. Tuvimos una crisis espantosa”, dijo, mientras Zedillo asentía y se balanceaba en la silla.

Divertidos, Margarita Zavala, Georgina Kessel, Maximiliano Cortázar y el premio Nobel Mario Molina observaban la escena mientras Carstens se recargaba en el asiento sin poder contener la risa.

 
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