Usted está aquí: lunes 2 de febrero de 2009 Capital Amenazado, cariz de zona residencial de San Ángel

■ Sin permisos, transforman casonas en spas, estéticas u oficinas, denuncian vecinos

Amenazado, cariz de zona residencial de San Ángel

■ Existen negocios que han sido clausurados y aun con los sellos siguen funcionando, señalan

■ El problema comenzó en la gestión de Leticia Robles, pero en la actual se exacerbó, afirman

Rocío González Alvarado

Ampliar la imagen Residentes de Jardines del Pedregal de San Ángel denunciaron el riesgo en que está su colonia, ya que desde la gestión de la ex delegada Leticia Robles se ha modificado el uso de suelo Residentes de Jardines del Pedregal de San Ángel denunciaron el riesgo en que está su colonia, ya que desde la gestión de la ex delegada Leticia Robles se ha modificado el uso de suelo Foto: Luis Humberto González

La transformación de amplias residencias en oficinas y negocios como estéticas, spas, gimnasios, agencias de viajes o escuelas que no cuentan con uso de suelo permitido se ha convertido en una práctica común en Jardines del Pedregal de San Ángel, en la delegación Álvaro Obregón, que amenaza con alterar el perfil habitacional que le dio origen, con sus respectivas consecuencias como conflictos viales y falta de estacionamiento.

A estas irregularidades, de acuerdo con residentes de la zona, se suma la autorización de construcciones fuera de la norma, al tolerar un mayor número de niveles a los permitidos, no respetar la superficie límite por predio, o no contemplar espacios libres permeables.

Andrea Ibáñez, presidenta de la asociación de residentes de la colonia, explicó que desde las administraciones pasadas iniciaron una batalla jurídica en contra de los giros mercantiles que no cuentan con documentos que los amparen para su legal funcionamiento, sin obtener resultados positivos.

Detalló que existen negocios que han sido denunciados de manera recurrente, pues de una u otra manera vuelven a abrir, o incluso, prestan sus servicios, aún con los sellos de clausura. Un caso emblemático es el ubicado en Paseo del Pedregal 1013, donde de la noche a la mañana una residencia se convirtió en un salón de belleza.

A pesar de haber sido clausurado, los prestadores de este servicio mantuvieron abiertas sus puertas al público, e inclusive, taparon con pósters e ilustraron con diferentes imágenes de modelos los sellos colocados por las autoridades delegacionales, que curiosamente no impedían la entrada al establecimiento.

“Hasta la fecha sigue funcionando como actividad mercantil”, señaló la representante vecinal, quien agregó que dicho negocio está relacionado con la familia Kahwagi.

Casos similares ocurren sobre la misma avenida, pero en el predio marcado con el número 645, donde opera otra estética, cuyos propietarios aducen que tienen derechos adquiridos, y en el 206, donde se estableció un gimnasio. “Se logró mantener clausurado el lugar un tiempo, pero a principios de este año lo volvieron a abrir”, apuntó la representante.

Otro giro recurrente, agregó, es el establecimiento de kínderes, que aprovechan las amplias casonas y sus extensos jardines para desarrollar sus actividades, lo que actualmente ha saturado varios puntos de la colonia, cuyas calles no tienen la capacidad para soportar el ingreso de vehículos foráneos.

En Fuentes 575 o Bulevar de la Luz 270, incluso, se pretende construir un minicentro comercial en un área de 760 metros cuadrados, cuando el uso permitido es el habitacional. En este caso se llegó a circular, entre los vecinos, un oficio falsificado de la Secretaría de Desarrollo Urbano (Seduvi), en el que se aseguraba que no había ninguna irregularidad en la construcción del conjunto.

Otra lucha se ha dado en contra de la autorización de licencias para construir sin que se respete la normatividad, como sucede en Fuego 972 y 235, así como en Cañada 168. En algunos casos se ha recurrido a la Contraloría General del Distrito Federal para solicitar que sancione a los servidores públicos que han permitido las obras, pues no se puede edificar más de dos niveles.

Andrea Ibáñez precisó que en total tienen entre 80 y 100 expedientes abiertos, en los que han documentado y denunciado estas anomalías. “Este fenómeno comenzó desde la gestión de Leticia Robles, pero en la actual administración se ha exacerbado”, puntualizó.

 
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