■ Exigen políticas públicas participativas
El plan anticrisis desdeña a los campesinos, acusan
Es tiempo de que el gobierno escuche a los mexicanos e instaure políticas públicas participativas para vivir en una democracia real, dijo el dirigente de la Central Campesina Independiente (CCI), Rafael Galindo Jaime, al comentar la marcha de obreros, campesinos y de la sociedad civil que se realizó el viernes pasado.
Insistió en que sin la participación de la sociedad en un plan anticrisis no habrá resultados concretos. “En el país confluyen ideas de todo el mundo, pero no se atiende ninguna; sólo los intereses económicos son importantes para el gobierno, el cual se comporta autoritario con los trabajadores y campesinos, pero pusilánime ante los intereses externo”, aseveró.
Sostuvo que la CCI repudia la propuesta anticrisis del gobierno, porque “se orienta a proteger los intereses de los ricos del país y de los extranjeros, y hace a un lado a los pequeños y medianos productores del campo.
“Por eso la exigencia al secretario de Agricultura (Sagarpa), Alberto Cárdenas Jiménez, para que abra el Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable a la participación de todas las organizaciones campesinas.”
De su lado, el dirigente de la Confederación Nacional Campesina, Cruz López Aguilar, propuso un pacto nacional para integrar un “verdadero” acuerdo nacional en favor de la economía familiar y el empleo.
Aseguró que los adversarios del movimiento campesino “han maquinado todo tipo de argucias para intentar dividirnos, entre ellas asignarle a una organización o a un dirigente la autoría de la protesta que se realizó el pasado día 30”. También “intentan comprar conciencias, utilizan los recursos presupuestales, ofreciendo sumas millonarias y ejerciendo presiones”.
Agregó que el ingreso objetivo publicado en el Diario Oficial de la Federación para los granos no garantiza siquiera cubrir los costos de producción y hace inviable a 95 por ciento de los cultivos.
“Bajo esas condiciones no hay actividad agropecuaria rentable; continuar con esta política es seguir contaminando la tranquilidad social y la civilidad política.”
Los campesinos, destacó, requieren que el Congreso de la Unión dictamine positivamente la ley de planeación para la seguridad y la soberanía agroalimentaria y nutricional, y que su contenido incluya compromisos específicos para proteger a las familias en pobreza y marginación.