Usted está aquí: sábado 7 de febrero de 2009 Cultura Mi novela me dio voz para decir sin temor la palabra amor: Esquivel

■ Edición en fascículos por 20 años de Como agua para chocolate

Mi novela me dio voz para decir sin temor la palabra amor: Esquivel

■ Se han vendido 20 millones de ejemplares y se ha traducido a 30 idiomas

Ericka Montaño Garfias

La novela Como agua para chocolate, de la escritora mexicana Laura Esquivel, cumple este año dos décadas de su primera edición.

Para conmemorarlo, el sello Suma de letras publica una edición especial que llega a los lectores de la forma como fue concebida: una novela por entregas.

En 20 años a los lectores de esta obra “nos han ocurrido una infinidad de contingencias”, dijo la escritora y periodista Cristina Pacheco, quien acompañó a la autora y al académico y escritor Víctor Manuel Medina en la presentación de la edición limitada.

Dos invitados especiales, la actriz Lumi Cavazos y el actor Mario Iván Martínez, leyeron fragmentos del libro y dieron nueva vida a los personajes de la película del mismo nombre: Tita y John Brown.

Dijo Cristina Pacheco: “Le agradezco que al contar este relato tan dramático y terrible –que no deja de tener pinceladas de humor– me regrese a la vieja cocina de mi casa, que es la vieja cocina de todas las casas donde abuelas y tías vírgenes se dejaban llevar por un código de honor que tenía que ver con la masculinidad y el ejercicio del poder”.

Laura como Tita, añadió, “al escribir esta novela también conquistó su libertad, lo hizo porque quería, lo decidió y nos ha regalado esta especie de laberinto que es la cocina donde se encuentran todos los sabores, los colores, las formas que puede verter la imaginación, el deseo y el sueño”.

Cuatro lustros de la novela mexicana más leída, afirmó la editora Laura Lara, y de un libro que lo mismo despertó críticas buenas que malas, como recordó Víctor Manuel Medina: algunos críticos cercanos a Octavio Paz la rechazaron, aunque paradójicamente el premio Nobel, en Frankfurt, le reconoció ese don que “se cuela en tus textos aunque tú no lo quieras”.

Y el jueves, 20 años después de la primera edición, Laura Esquivel celebró agradeciendo a lectores, familiares y amigos. Narró los cambios que vivió a raíz de la locura editorial desatada por la novela, de la que se han vendido 7 millones de ejemplares y ha sido traducida a más de 30 idiomas. “A partir de la publicación, mi vida cambió”.

Consejo de Fernanda Villeli

Como agua para chocolate nació después de que una vidente le insistió que escribiera un libro; hubo un primer intento, en un taller literario organizado en su casa, pero quedó guardado hasta que participó en otro taller destinado a escritores de telenovelas en Televisa. Llevó los tres primeros capítulos a la escritora Fernanda Villeli –recién fallecida–, y fue ella quien le dijo que se regresara a su casa y terminara de escribirla como novela, lo cual realizó cuatro meses después y en los que contó con el apoyo total de su entonces cónyuge Alfonso Arau, quien después dirigió la película.

“Es verdad que ya no tengo el mismo tiempo de antes para escribir, pero el reconocimiento de la gente me ha dado una voz que se escucha, una voz que puede hablar por el maíz, por los que menos tienen, por los artesanos, por la madre Tierra, por todas las causas que considero justas; mi voz y mis palabras cada día se unen a las de las demás personas y sé que tarde o temprano vamos a lograr el camino equivocado del supuesto desarrollo; una voz que nunca ha tenido temor de pronunciar la palabra amor”, dijo la escritora.

La edición limitada de esa novela, de 5 mil ejemplares firmados por la autora, está formada por una caja de lujo que consta de 12 fascículos.

 
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