Usted está aquí: domingo 8 de febrero de 2009 Política Sedena analiza crear dos zonas militares en Michoacán y Edomex: funcionarios

■ Redistribuye su presencia con el fin de ser más eficiente en el combate al hampa, afirman

Sedena analiza crear dos zonas militares en Michoacán y Edomex: funcionarios

Gustavo Castillo y Jesús Aranda

Ampliar la imagen Con el fin de detectar y detener más rápido a grupos de delincuentes, la Sedena instalará nuevos puntos de vigilancia en el país, afirmaron altos funcionarios. La imagen fue captada ayer en Fresnillo, Zacatecas, donde militares se enfrentaron a presuntos narcotraficantes Con el fin de detectar y detener más rápido a grupos de delincuentes, la Sedena instalará nuevos puntos de vigilancia en el país, afirmaron altos funcionarios. La imagen fue captada ayer en Fresnillo, Zacatecas, donde militares se enfrentaron a presuntos narcotraficantes Foto: Alfredo Valadez Rodríguez

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) comenzó un proceso de redistribución de su presencia en términos geográficos y de personal con el fin de ser más eficiente en el combate al crimen organizado y en la salvaguarda de la seguridad nacional, revelaron altos funcionarios del gobierno federal.

En ese contexto, se planea la creación de dos nuevas zonas militares en el estado de México y Michoacán, que se sumarían a la recién creada 46, con sede en Ixtepec, Oaxaca, afirmaron.

De acuerdo con la información obtenida, los órganos de inteligencia y de operación de la institución castrense han estimado necesaria la redistribución de personal e instalaciones de tal forma que exista mayor presencia militar en puntos como el istmo de Tehuantepec, la sierra michoacana, las zonas limítrofes entre Guerrero, Michoacán y el estado de México, así como la región entre Tabasco, Chiapas y Oaxaca.

Los funcionarios indicaron que estas acciones no sólo se realizarán en la parte sur del país, sino que poco a poco avanzarán en la zona norte, con el fin de mejorar los resultados del combate al narcotráfico, tanto en materia de intercepción como en erradicación de cultivos.

El trabajo de planeación considera establecer mayores puntos de vigilancia para mejorar la capacidad de despliegue. El propósito es detectar y detener más rápido a grupos de narcotraficantes que –con o sin cargamentos de enervantes– transitan de una entidad a otra y cometen, entre otros crímenes, levantones y ejecuciones.

Ixtepec, sede reciente

En ese contexto, se debe recordar que el pasado 31 de enero la Sedena dio a conocer mediante un comunicado de prensa emitido por la octava Región Militar que “con fecha primero de febrero (...) se crea la 46 Zona Militar, con sede en la ciudad de Ixtepec, Oaxaca, la cual quedará al mando del general de brigada diplomado de estado mayor Eduardo Antonio Mundo Villegas”.

Agregó: “la extensión territorial de la nueva zona militar comprende 59 municipios del estado de Oaxaca, ubicados en la región sur del istmo de Tehuantepec, destacando, entre otros, Santo Domingo Tehuantepec, Matías Romero, Salina Cruz, Ciudad Ixtepec, Juchitán de Zaragoza, Unión Hidalgo y Santo Domingo Zanatepec.

“Con ello, la división territorial de la octava Región Militar en Oaxaca queda conformada con las zonas militares números 28, 44 y 46, con sedes en las plazas de Ixcotel, Miahuatlán y Ciudad Ixtepec, Oaxaca, respectivamente.”

De acuerdo con las respuestas dadas por la Sedena a la solicitud de información con número de folio 0000700007409, hasta el pasado 26 de enero el Ejército contaba con 202 mil 355 elementos, “conforme a las plazas presupuestales autorizadas por la Secretaría de Hacienda”.

A escala nacional “esta dependencia emplea un promedio mensual de 45 mil 106 elementos en la aplicación de la campaña permanente contra el narcotráfico y de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos”.

Actualmente la Sedena “participa en apoyo de las autoridades civiles en seis operaciones contra la delincuencia organizada en Chihuahua, Durango, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, Zacatecas, Aguascalientes, Michoacán y Veracruz”.

La dependencia clasificó por un término de 12 años la información relativa al número de soldados que participan en cada operación conjunta, pues se considera que hacerla pública “reduciría la capacidad del Estado para continuar implementando con éxito las acciones contra el narcotráfico y la delincuencia organizada”.

La institución considera que el daño probable es que “la delincuencia organizada conocería los efectivos desplegados por esta secretaría en cada uno de los estados, con lo que estarían en capacidad de anticiparse, eludir u obstaculizar las operaciones, estableciendo prioridades en cuanto a áreas geográficas para llevar a cabo sus actividades ilícitas”.

De la misma manera se estima que existe daño específico si se difunde el número de efectivos que participan en estos operativos, pues “se colocaría en desventaja al personal militar, poniendo en riesgo su integridad física y el resultado de las operaciones”.

 
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