Usted está aquí: martes 10 de febrero de 2009 Política Nadie nos intimida ni nos detendrá; somos inquebrantables, dice el titular de la Sedena

■ Guillermo Galván censura que grupos civiles intenten hacer justicia por propia mano

Nadie nos intimida ni nos detendrá; somos inquebrantables, dice el titular de la Sedena

C. Herrera y A. Méndez

Al reiterar el compromiso del Ejército en la lucha contra la delincuencia, ya que “nadie nos intimida ni nada nos detendrá”, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guillermo Galván, reprobó que se pretenda ejercer  justicia por propia mano.

Orador único en la conmemoración de los 96 años de la Marcha de la Lealtad, demandó la participación ciudadana en la lucha contra la delincuencia, ya que si callamos, transigimos, retrocedemos por apatía, comodidad efímera o una falsa tranquilidad, más temprano que tarde nuestro arrepentimiento será irreversible.

La ceremonia estuvo encabezada por el presidente Felipe Calderón, quien llegó al Castillo de Chapultepec en un vehículo militar Humvee junto con los titulares de Marina, Mariano Francisco Saynez, y de la Defensa, para después pasar lista de honor a los héroes de 1847 y 1914.

Rodeado de 12 secretarios de Estado (aunque no estuvieron presentes el titular de Gobernación, Fernando Gómez Mont, ni el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora) Galván fue enfático en señalar que el ánimo de las Fuerzas Armadas está revitalizado y su moral permanece inquebrantable.

Esto, a seis días del asesinato del general de brigada Mauro Enrique Tello Quiñones, hasta ahora la víctima de mayor rango en el Ejército ejecutada por la delincuencia.

Con dicho antecedente, el secretario de la Defensa reiteró el compromiso absoluto de ese cuerpo castrense de continuar participando con decisión y contundencia en todas las actividades de seguridad que busquen garantizar la paz y la tranquilidad del país.

Además, refrendó a Felipe Calderón Hinojosa, en su calidad de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, la lealtad de esta institución, y aseguró que su liderazgo incentiva a los soldados de tierra, mar y aire a mantener su ahínco y espíritu de cuerpo para la consecución de sus objetivos.

Tras reconocer que la delincuencia organizada representa un serio antagonismo que demanda una sólida y permanente unidad nacional, demandó a la sociedad apegarse a la ley no sólo para exigirla, sino también para cumplirla.

En aparente alusión al supuesto surgimiento en Ciudad Juárez de grupos civiles que buscarían eliminar delincuentes, el titular de la Defensa señaló que la sociedad lejos de hacerse justicia por propia mano tiene en la denuncia un instrumento auténtico y legal.

“Aún en tiempos complicados, una sociedad madura y sensata no puede ejercer la justicia con sus propias manos, por muy argumentadas que estime sus causas. Esta práctica, ajena al estado de derecho, es riesgosa para el entramado social e institucional del país”, advirtió.

No olvidemos, dijo Guillermo Galván, que la indolencia, la complicidad, o en el menor de los casos, la insensibilidad, obstruyen y limitan la justicia.

Ante los presidentes del Senado, Gustavo Madero; de la Cámara de Diputados, César Duarte, y de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz, aseguró que México es un Estado promisorio, es momento, dijo, para que la sociedad se impulse hacia el horizonte con pasión y con fe.

 
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