Economía
Ver día anteriorJueves 19 de febrero de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Clientes invertían por la rentabilidad y para eludir al fisco

Congela Stanford cuentas en México
 
Periódico La Jornada
Jueves 19 de febrero de 2009, p. 23

Entre la incertidumbre, el enojo y la frustración, unos 200 clientes de Stanford Fondos en la ciudad de México no han logrado pasar más allá de las escalerillas de acceso al edificio que alberga las oficinas de esta empresa. Grandes ventanales y puertas de cristal cierran el paso. No hay acceso para nadie. Nadie da la cara. Mucho menos su director, David Nanes.

Tan solo unas hojas tamaño carta colocadas en los graníticos muros laterales anuncian: Información a clientes de Stanford. Y rezan: las cuentas de los clientes se encuentran temporalmente congeladas con excepción de la ejecución de instrucciones de clientes para cerrar y/o liquidar posiciones abiertas. No tenemos mayor información por el momento, usted será contactado en el futuro con mayor detalle.

Por si quedara alguna duda por la falta de información sobre el estado de sus fondos, el comunicado adelantó: La orden emitida a los empleados y afiliados de Stanford dicta que no podemos contactar a clientes y responder llamadas para darles más información.

Stanford Fondos forma parte del grupo de compañías financieras Stanford en Estados Unidos a las que la Comisión de Valores de aquel país (SEC, por sus siglas en inglés) les imputa haber actuado a través de una red de asesores financieros para vender 8 mil millones de dólares en supuestos certificados de depósito, prometiendo tasas de interés improbables e insostenibles, según informó en México la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

El organismo informó que Stanford Fondos fue autorizada en mayo de 2005 para operar en México como distribuidora de sociedades de inversión, y aclaró que esa autorización le permite solamente la distribución de acciones de sociedades de inversión mexicanas.

Inconsistencias en la información

Algunos de los clientes entrevistados a las afueras de las oficinas de esta empresa financiera revelaron que realizaban inversiones en dólares con propósitos de rentabilidad y de elusión fiscal. Desde el 16 de febrero, dijeron, nadie nos contesta; todos coincidieron en la excelencia del servicio ofrecido por los asesores de cuenta y no faltó quien reprochó: estamos aquí porque no confiamos en la banca mexicana.

Pero la inconsistencia de la información aparece desde la página web de esta empresa. En el apartado referido a los méritos curriculares de su consejo de administración dice de su presidente, David Nanes: En 1993 el señor Nanes se unió al grupo de compañías Stanford, y desde entonces ha dirigido con éxito las operaciones de Stanford, primero en la ciudad de México y, a partir de 1999, expandió la presencia de la compañía en otras regiones estratégicas, estableciendo oficinas en las ciudades de Monterrey y Puebla para atender las necesidades de los mercados regionales.

Entonces, Stanford Fondos operaba en México 12 años antes de que contara con la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Y no sólo eso, es la única empresa que aparece como afiliada a la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB) en el apartado de distribuidora de sociedades de inversión de este organismo del sector privado.

Cientos de inversionistas en varios países de América Latina entraron en pánico el miércoles mientras buscaban retirar sus ahorros de bancos y otras entidades vinculadas al Stanford International Bank, acusado por Estados Unidos de cometer un fraude masivo.

Firmas financieras que operan bajo el nombre de Stanford en la región emitieron comunicados asegurando que funcionan de forma autónoma a la matriz, en un intento por calmar a clientes que temen haber perdido sus fondos.

Escuché lo que estaba pasando y viene directo para acá. Hemos tenido dinero aquí dos años y quiero que me lo devuelvan, dijo Josefina Moreno, quien explicó que junto a su hijo tienen invertido unos 10 mil dólares, mientras esperaba en una sede de Stanford en Caracas.

Con sede central en Antigua, el grupo opera en Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú y Venezuela en lujosas instalaciones ubicadas en zonas de clase media y alta, donde captaba a sus clientes mediante atractivos instrumentos de inversión con retornos superiores a 8 por ciento.

El caso disparó inmediatamente comparaciones con el caso del financiero Bernard Madoff, acusado de una estafa con un esquema piramidal que podría haber generado pérdidas por 50 mil millones de dólares, la mayor en la historia de Wall Street.

Los reguladores federales estadunidenses dijeron que desconocen el paradero del multimillonario tejano Allen Stanford, acusado de un fraude financiero masivo. Desconocemos su paradero, comunicó Kimberly Garber, portavoz de la SEC en Texas.

En Washington, el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, expresó que espera que los supuestos fraudes que involucran al multimillonario de Texas Allen Stanford y al inversionista de Wall Street Bernard Madoff sean los más grandes descubiertos por las autoridades.

Stanford intentó el miércoles abordar un jet desde Houston hacia Antigua en un vuelo de ida, pero no lo logró porque la empresa de renta de aviones rechazó su tarjeta de crédito, de acuerdo con CNBC.

El mayor impacto sería para inversionistas venezolanos, que según cálculos provisionales del regulador bancario tendrían unos 2 mil 500 millones de dólares en fondos depositados en la entidad basada en el isla caribeña.

En Caracas y Antigua, cientos de personas trataban de salvar el dinero que depositaron en bancos vinculados al Stanford Financial Group, del multimillonario Allen Stanford, que fue acusado por Estados Unidos de un fraude de 8 mil millones de dólares.