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Encuentros en el fin del mundo, en Ambulante

Herzog llega a la Antártica y torna un documental en historia extraordinaria
Foto
Fotograma del documental de Werner Herzog
 
Periódico La Jornada
Sábado 21 de febrero de 2009, p. 9

Werner Herzog hace preguntas fuera de lo común. Pregunta si los pingüinos se vuelven locos, pregunta por los sueños de la gente, pregunta si es importante tal o cual descubrimiento. No tiene miedo a plantear interrogantes sobre lo que otros no harían por no quedar en ridículo o porque no se les ocurre.

Y gracias a las preguntas de Herzog y a su mirada muy particular, lo que contado por otro podría ser una historia común, un documental, sí, hermoso, pero un documental más de National Geographic, él lo vuelve una historia única, extraordinaria. Nos muestra que esa historia es, en esencia, fuera de lo común.

El documental Encuentros en el fin del mundo (2007) revela una imponente catedral –como él la describe– subacuática, con deslumbrantes paredes de hielo; sigue el andar de un pingüino que va rumbo a la montaña, al parecer sin motivo alguno; muestra el sonido emitido por las focas Weddell, como música electrónica, y que una científica hace notar que se parece a Pink Floyd.

El lugar más remoto de la Tierra

Herzog es, pues, un poeta visual. Un poeta de las imágenes atraído al Continente Antártico por unas fotografías tomadas en el agua bajo el techo de hielo por un amigo suyo, el buzo y guitarrista Henry Kaiser, productor de la cinta y creador de la música, junto con David Lindley.

Herzog llegó al punto sureño más lejano del planeta preguntándose qué tipo de gente habitaba un lugar en condiciones tan duras.

La estadunidense Base McMurdo, que alberga a la mayor comunidad de la Antártica, con unas mil personas, sirvió para sus excursiones al campo, donde se realizan investigaciones científicas.

El director se encontró con banqueros vueltos filósofos y científicos vueltos soñadores. Conoció gente que está haciendo descubrimientos que podrían ser cruciales para el ser humano.

En Grizzly Man, su anterior documental, Herzog se adentró en los bosques de Alaska y se preguntó acerca del alejamiento del hombre de la naturaleza; asimismo, planteó que es tal la distancia, que quienes se acercan lo hacen con una actitud perversa, de qué bonitos son los pajaritos y los arbolitos.

En Encuentros… aún se pregunta acerca de la naturaleza y la relación del hombre con ella.

Plantea, sí, el ineludible asunto del calentamiento global, y si bien parece pensar que la presencia humana en este planeta no es sustentable, también muestra su lado más sabio, imaginativo, así que queda un poco de esperanza.

Y muestra a la naturaleza como es: profundamente misteriosa, con las energías de la destrucción y la creación siempre presentes, y asombrosamente bella.

La cinta se exhibe en México como parte de la Gira de Documentales Ambulante (www.ambulante.com.mx). Está nominada como mejor documental en los premios Óscar, que se llevarán a cabo el próximo domingo 22.