Senadores del PRD y el PT tienen lista una iniciativa de reforma a la Constitución para nacionalizar la banca, que llevarán al pleno de Xicoténcatl este martes, con miras a que el Estado mexicano recupere su sistema financiero y lo ponga al servicio de la nación.

En la exposición de motivos de la propuesta para modificar el artículo 28 constitucional, que impulsan los senadores Ricardo Monreal, Rosalinda Hernández y Salomón Jara, se advierte que 15 años después de que la banca se entregó a extranjeros, las consecuencias para el país son desastrosas, ya que debido a una legislación laxa, las instituciones obtienen ganancias extraordinarias, con una inversión sin riesgo ni compromiso con las necesidades financieras del país.

La banca extranjera cobra comisiones en México tres o cuatro veces más altas que en el primer mundo, pero ofrece un servicio deficiente. A nivel latinoamericano ocupamos el primer lugar en el número, costo y volumen de comisiones, así como en denuncias de los usuarios por fraude bancario.

Incluso, en materia de eficiencia, medida entre la relación del gasto administrativo y los activos totales, la banca que opera en México sólo alcanza 4.7 por ciento, por debajo de países como Costa Rica, con 9.6 por ciento, y Honduras, 5.13 por ciento.

Los legisladores argumentan asimismo que “aun cuando las filiales de la banca extranjera en México reportan las mayores ganancias a nivel mundial, en materia de ahorro las tasas reales son negativas para el ahorrador. El ahorro interno como porcentaje del PIB alcanzó 26 por ciento al primer trimestre de 2008, mientras que en 1997 era de 31 por ciento.

Observamos una banca extranjera sin compromiso ni lealtad con la nación, ni con el contribuyente que sigue pagando el costo del Fobaproa, recalcan, y hacen notar que una banca que no rectificó su comportamiento durante el periodo de estabilidad macroeconómica, mucho menos lo hará frente a los desafíos de un entorno mundial en recesión.

De ahí que la única manera de recuperar la banca, en el sentido de ponerla al servicio de la nación, es mediante una nueva expropiación. El cambio propuesto es que se establezca en el artículo 28 constitucional que no constituyen monopolios los servicios de banca y crédito que el Estado preste de manera exclusiva.