Opinión
Ver día anteriorLunes 23 de febrero de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

Pugna a despensa limpia en el PRD

Tribus en busca del voto del hambre

S

e podría decir que no existe nada que hubiera dañado y dolido más al PRD que el episodio de las ligas. Pero sí, en tiempos electorales se multiplican las perversiones y se pude ir más allá, mucho más allá.

En el entramado de los juegos del poder, las acciones sucias pueden cortar más profundo que los filos de las ligas. Una de esas acciones es el fraude, pero hay algo más: el uso de los instrumentos con que cuenta el gobierno para aliviar la pobreza de un gran número de personas como vía para conseguir votos a su favor.

Todos sabemos que en el Partido de la Revolución Democrática, como en otros organismo políticos –tal vez deberíamos decir todos–, la lucha por los votos, sobre todo en elecciones internas, es a despensa limpia, y no parece que exista una forma legal de impedirlo. El producto de estas prácticas es que vez con vez el intercambio de votos por despensas se generalice, parezca un hecho normal, pero también que vaya escalando su precio, por decirlo de alguna manera.

Aunque la necesidad es mayor entre la gente, la poca preparación de los candidatos, su falta de probidad política y la imposición –el dedazo– han obligado a los contendientes a encontrar métodos más audaces, más sofisticados, y algunos más cínicos, para obtener el voto del hambre.

Aquellos que sienten el apoyo de los grandes aparatos, en este caso deberíamos decir de las tribus mayores, se lanzan incluso a desafiar las leyes sin ningún temor, porque detrás están las fuerzas que, suponen, los apoyarán y los cubrirán con el inmenso manto de la impunidad.

Hay datos, pruebas, que se hallan en la fase de comprobación, que señalan a algunos candidatos como quienes se han aprovechado de los instrumentos del gobierno de Marcelo Ebrard para chantajear a los posibles votantes, y esto ha encendido focos rojos en varias oficinas de ese partido, pero también el gobierno local que sería el primero en ser ofendido por esa práctica.

Desde luego, en caso de que esto sea cierto, deberá ser el propio PRD el que detenga, de cualquier manera, estas acciones que no sólo enferman la elección, sino que matan la credibilidad del organismo y suman razones en la gente para no ir a la casilla en la próxima elección perredista.

El caso de la ligas caló tan hondo que muy difícilmente saldrá de la mente de quienes irán a votar en la interna perredista. Plantear que pueda existir otro hecho tan vergonzoso como aquel debería preocupar, muy en serio, a quienes hacen la política en el Distrito Federal. De eso, se quiera o no, dependerá el futuro inmediato del PRD y desde luego no tiene por qué ser un video lo que pruebe la atrocidad.

Es muy probable que en cuestión de horas se dé a conocer el nombre y los datos de quien o quienes han instrumentado el voto del hambre como su fuerza electoral. Si así fuera, debe entenderse que no hay disculpas, no debe haber impunidad, porque de lo contrario los candidatos protegidos serán seguros perdedores, cuando menos.

De pasadita

Lo que hasta ahora no se puede creer, por más que desde las oficinas del gobierno central se trate de imponer, es que Ana Gabriela Guevara, aspirante a ocupar la titularidad de la delegación Miguel Hidalgo, pueda obtener el favor de los electores perredistas, pero si así fuera, acotan algunos analistas, en la elección de mitad del año no tendrá oportunidad, pero además lanzan una pregunta: ¿qué diablos tiene que ver la señora Guevara con la izquierda? Ahí se queda la pregunta.