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Promete que no gastará un centavo para recompensar a un solo ejecutivo de Wall Street

El Estado, indispensable para salvar al libre mercado: Obama

Presentará iniciativas para invertir en tres áreas críticas para EU: energía, salud y educación

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Barack Obama dijo en su primer discurso ante una sesión conjunta del Congreso estadunidense que su estrategia para enfrentar la crisis incluye un plan de estímulo económico que generará 3.5 millones de empleosFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de febrero de 2009, p. 25

Nueva York, 24 de febrero. El presidente Barack Obama presentó hoy su caso por el rescate del sistema capitalista estadunidense ante la nación, justificando el retorno del gobierno a la escena como único salvador ante la peor crisis desde la Gran Depresión y el fin de una era donde “la riqueza se trasladaba a los ricos en lugar de… invertirla en nuestro futuro”.

A un mes de asumir la presidencia, Obama se presentó por primera vez ante una sesión conjunta del Congreso, pero aún más importante, ante el público a escala nacional (fue transmitido en vivo a todo el país por las principales cadenas de televisión) con el propósito de convencer al mundo –desde cúpulas financieras a nuevos desempleados– de la viabilidad de su estrategia para enfrentar la peor crisis económica.

El mensaje de esta noche tenía el objetivo central de convencer al público de que este rescate –su gobierno ha obtenido casi 2 billones de dólares para lograrlo– no es para los banqueros y los ejecutivos, sino para el bien común en un ambiente de creciente ira y preocupación por todo el país.

Tal vez lo más dramático es que eso implicaba proclamar que el Estado hoy es indispensable para salvar al sistema de libre mercado de sí mismo, y que se inaugura una nueva época donde el gobierno ha regresado al escenario como la solución y acaba otra donde el gobierno era considerado como el problema y el mercado libre como el rey.

Denunció las políticas y prácticas del pasado reciente –y algunas de décadas– que llevaron a detonar la crisis: “Hemos vivido en una era donde muy frecuentemente se privilegiaban las ganancias de corto plazo sobre la prosperidad de largo plazo; donde fracasamos en ver más allá del próximo pago, el próximo trimestre, o la próxima elección.

El día de enfrentar las cuentas ha llegado

Un superávit se convirtió en un pretexto para trasladar la riqueza a los ricos en lugar de una oportunidad para invertir en nuestro futuro. Las regulaciones fueron vaciadas para el bien de una ganancia rápida a costo de un mercado saludable. La gente compró hogares que sabían que no podían adquirir, de bancos y prestadores que promovieron esos créditos malos de todas maneras. Y todo ese tiempo, los debates críticos y las decisiones difíciles fueron postergadas. Y subrayó: bueno, el día de enfrentar las cuentas ha llegado, y el momento para tomar el control de nuestro futuro está aquí.

Reconoció que todo el país está consciente de la crisis y que todos están sintiendo sus efectos. Pero aseguró que mientras nuestra economía podría estar debilitada y nuestra confianza minada; aunque estamos viviendo a través de tiempos difíciles e inciertos, esta noche quiero que cada estadunidense sepa esto: reconstruiremos, nos recuperaremos, y Estados Unidos de América surgirá más fuerte que antes.

Afirmó que su estrategia para enfrentar la crisis es una agenda que empieza con empleos, y detalló su plan de recuperación a través del plan de estímulo económico, el cual generará 3.5 millones de empleos. Pero afirmó que no podrá lograrse una recuperación sin resolver la crisis financiera, y explicó que el flujo de crédito es la sangre de vida de nuestra economía.

Aseguró a los ciudadanos que sus ahorros y seguros están a salvo, pero que el crédito tiene que arrancar de nuevo, y describió los planes ya aplicados para lograrlo, enfatizando que el gobierno obligará a los bancos beneficiados por el apoyo gubernamental a rendir cuentas, y que el gobierno intervendrá directamente en los bancos principales para asegurar que sean instituciones que sirvan a nuestra gente y nuestra economía.

Reconoció que sabe qué tan impopular es la percepción de que el gobierno esté ayudando a bancos, cuando todos están sufriendo en parte por sus malas decisiones. Y prometió que no gastaré ni un solo centavo para el propósito de recompensar a un solo ejecutivo de Wall Street, pero sí haré todo lo que se necesite para ayudar al pequeño negocio que no puede pagarle a sus trabajadores o la familia que ha ahorrado y aún no puede conseguir una hipoteca. Insistió: no se trata de ayudar a los bancos, se trata de ayudar a la gente, y subrayó el papel esencial del crédito para todos.

El presidente dijo que el plan de recuperación y el plan de estabilidad financiera son los pasos inmediatos para resucitar nuestra economía en el corto plazo. Pero la única manera de restaurar plenamente la fuerza económica de Estados Unidos es hacer las inversiones de largo plazo que llevarán a nuevos empleos, nuevas industrias, y una capacidad renovada para competir con el resto del mundo.

En este contexto, Obama dijo que a la par de reducir en el presupuesto programas que son inefectivos y desperdician fondos, presentará iniciativas en su presupuesto federal para invertir en tres áreas que son absolutamente críticas para nuestro futuro económico: energía, salud y educación. En estos tres rubros ofreció objetivos que, sostuvo, son inaplazables que se lograrán por medio de amplias reformas que transformaran este país.

Obama aún goza de una especie de luna de miel a un mes de llegar a la Casa Blanca, y su capital político, a pesar de la crisis, es abundante. En la encuesta más reciente de CBS News/New York Times, más de 75 por ciento dice ser optimista sobre los próximos cuatro años con Obama al frente. A un mes de arracancar su gobierno, tiene un índice de aprobación de 63 por ciento.

Todo ello le otorga el capital político para promover sus recetas y políticas, consideran los expertos, algo notable ya que en las mismas encuestas la mayoría considera que la nación está en muy malas condiciones. Según una encuesta de CNN, casi 80 por ciento cree que el país está en apuros. En la de CBS News, 55 por ciento dice que apenas logra mantener su nivel de vida, y más de 60 por ciento está preocupado por que algún integrante de su hogar pudiera perder su empleo.

Sin embargo, las encuestas también registran dudas respecto de que las políticas actuales podrán superar la crisis de manera rápida, y existe una amplia irritación por los intentos para rescatar a las grandes empresas financieras e industriales, algo que esta noche Obama intentó abordar al diferenciar entre el apoyo a empresarios y ejecutivos, y la necesidad de un sector financiero operante y una planta industrial para el futuro económico del país.

En breves referencias a otros temas, Obama dijo que para superar el extremismo, también necesitamos vigilar la defensa de los valores que nuestras tropas defienden, porque no hay una fuerza más poderosa en el mundo que el ejemplo de Estados Unidos. En este contexto, afirmó que por ello ordenó la clausura del centro de detención de Guantánamo, y reafirmó que sin excepción o equivocación Estados Unidos no tortura.

Enfatizó la renovada disposición del país de obrar de manera multilateral frente a amenazas de seguridad, como de salud, y ante la crisis económica a nivel internacional, ya que sabemos que Estados Unidos no puede enfrentar las amenazas de este siglo a solas, pero el mundo no puede enfrentarlos sin Estados Unidos.

Convocó al pueblo a enfrentar los desafíos actuales apelando a los mitos básicos del país. El peso de esta crisis no determinará el destino de esta nación. Las respuestas a nuestros problemas no están más allá de nuestro alcance, indicó, señalando que están en universidades, fábricas, campos y empresarios del país, donde persisten esas cualidades que han hecho de Estados Unidos la fuerza de progreso y prosperidad más grande de la historia....

Pero primero, hay que rescatar a este sistema de sí mismo.