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Prevé un incremento de 3.2% del PIB para 2010 junto a la progresiva reducción del déficit

Aumento de impuestos a los que más ganan, un eje del plan de recuperación de Obama

Destacó la herencia de mala gestión, de irresponsabilidad y oportunidades desaprovechadas

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El presidente estadunidense Barack Obama habla sobre su proyecto presupuestal para 2010 en la Casa Blanca. Lo acompañan el director de Presupuesto, Peter Orszag, y el secretario del Tesoro, Tim GeithnerFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 27 de febrero de 2009, p. 25

Washington, 26 de febrero. El presidente estadunidense, Barack Obama, presentó un ambicioso proyecto presupuestal para reactivar la economía en recesión y reducir el déficit público, basado en los puntos claves de las energías renovables y el aumento de impuestos a los ingresos más altos.

El plan de reactivación económica de 10 años prevé un incremento de 3.2 por ciento del PIB para 2010 y tres años más de mayor crecimiento, llegando a 4.2 por ciento en 2013.

Esta prosperidad permitiría al gobierno reducir el déficit actual de mil 752 billones de dólares de manera consecuente, un compromiso que asumió Obama el martes frente al Congreso.

El proyecto incluye un presupuesto de Defensa 1.5 por ciento superior para 2010, de 663 mil 700 millones de dólares, de los cuales 130 mil millones se destinarán a las guerras en Irak y Afganistán, aunque espera tener ahorros gracias a la retirada de Irak.

En total, el nuevo gobierno reclama un presupuesto básico de 533.7 millones de dólares para el Departamento de Defensa en el ejercicio presupuestario de 2010, un alza de 4 por ciento.

También se planea solicitar una partida adicional de 250 mil millones de dólares para rescatar el sistema financiero de Estados Unidos, según el proyecto de presupuesto presentado ayer.

Para lograr estos objetivos Obama se basará en dos canales claves de ahorro del gasto público y recaudación: el esquema de energías renovables y el aumento de impuestos a los estadunidenses que más dinero ganan.

El gobierno de Obama achaca los problemas al gobierno anterior de George W. Bush.

Es la herencia que se nos dejó: una herencia de mala gestión y prioridades mal ubicadas, oportunidades desaprovechadas y problemas profundos, estructurales, ignorados por mucho tiempo. Es una herencia de irresponsabilidad, y es nuestro deber cambiar esto, escribió la Oficina de Presupuesto.

La estrategia fiscal del presidente demócrata cambiará radicalmente el manejo presupuestal de su predecesor republicano, especialmente en relación a los controvertidos puntos de las energías verdes (renovables) y el aumento de impuestos a los ingresos más altos.

Los republicanos del Congreso estadunidense criticaron el presupuesto de Obama por considerarlo un derroche.

Aunque los compañeros demócratas de Obama controlan el Congreso, podrían necesitar el apoyo de los legisladores moderados de su propio partido y posiblemente de algunos republicanos para aprobar un presupuesto.

El llamado esquema verde hará que las compañías que excedan los límites permitidos de gases contaminantes tengan que pagar un permiso.

El director de presupuesto de Obama, Peter Orszag, estima que este esquema verde podría generar 112 mil millones de dólares para 2012, llegando a 300 mil millones en 2020.

Con este plan energético, el presidente planea, además, controlar las emisiones de gases contaminantes, particularmente de dióxido de carbono, y estimular a su vez el desarrollo de energías renovables.

Con respecto al aumento de impuestos a los ingresos más altos tocará a aquellas personas que ganen más de 250 mil dólares por año, y se espera que esta recaudación llegue a 318 mil millones de dólares en diez años.

Obama sostuvo que es posible reducir el déficit estadunidense a la mitad para el final de (su) primer mandato.

El proyecto presupuestal de Obama prevé también estabilizar el desempleo en 8.1 por ciento en 2009 y reducirlo a 7.9 en 2010.

Según el Institute for Policy Studies, el presidente Obama se fijó un objetivo ambicioso. Busca realizar una inversión considerable en el futuro de Estados Unidos sin hundir en la deuda a las generaciones futuras.

El presupuesto del mandatario estadunidense abarca un sustancial financiamiento que apunta a mejorar la seguridad de las redes computacionales públicas y privadas en Estados Unidos, alimentando a un creciente mercado de defensa y tecnologías de la información. También asigna más dinero para la NASA y habrá un mayor gasto total en temas espaciales.

Para Cary Leahey, de Decision Economics, las previsiones de la Casa Blanca son demasiado optimistas, más favorables que lo que se vio durante décadas.