A más tardar la próxima semana el Instituto Federal Electoral (IFE) firmará el convenio de colaboración con la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda para dar seguimiento puntual a las cuentas bancarias de las personas políticamente expuestas, incluidos los candidatos a diputados federales, según confirmó ayer el consejero presidente del organismo, Leonardo Valdés.

Entrevistado al término de la breve sesión extraordinaria del consejo general, Valdés dijo que en la instrumentación de acciones vinculadas al blindaje electoral, hasta el momento no se ha detectado nada anormal. Indicó que paralelamente se siguen trabajando los convenios con otras dependencias, como Gobernación.

Minutos antes, en sesión de consejo general, se eligió por sorteo la letra zeta como la inicial del apellido paterno para seleccionar a los ciudadanos que serán funcionarios de casillas, con lo que se cumplió la segunda insaculación; la primera correspondió a los que nacieron en julio, la cual fue efectuada hace varias semanas.

En este contexto, Valdés aseveró que un eje fundamental en la democracia mexicana es la participación ciudadana no solamente asistiendo a las urnas, sino también para que coadyuven en el escrutinio y cómputo de las casillas. Ésta es la base de nuestro sistema electoral. La credibilidad y la confianza de las elecciones en México descansa en el hecho de que son los propios ciudadanos quienes reciben los votos y los cuentan.

A su vez, el consejero Virgilio Andrade sostuvo que la insaculación de la letra es un paso más en la conformación de un grupo de un millón de ciudadanos que participarán directamente en la vigilancia de las casillas el próximo 5 de julio. Eso quiere decir que uno de cada 28 hogares estará representado por un ciudadano como autoridad, garantizando transparencia en el conteo de los votos.

Por su parte, el consejero Marco Antonio Baños aludió a la importancia de la participación ciudadana en el proceso electoral, pues la democracia es un régimen político que se edifica con base en la existencia de un núcleo crítico de personas políticamente activas y competentes para hablar lo público e involucrarse en las causas públicas.