Opinión
Ver día anteriorMiércoles 4 de marzo de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Téllez muerde el polvo... pero polvo divino

Cambios en Los Pinos con indeleble sello priísta: designo a un funcionario porque es mi ganapán, mi servicial amigo...

L

uis Téllez mordió el polvo, pero, como en los buenos tiempos tricolores, es polvo divino. Por no callar, cayó el representante en México del Grupo Bush-Carlyle, pero lo hizo para arriba, porque si bien deja el gabinetazo de la continuidad, la larga cobija del inquilino de Los Pinos (a quien no importa lo que el ex funcionario salinista y zedillista se comió, sino lo que a él le puedan cargar con imprudentes grabaciones) lo cubrió con una asesoría en materia económica que se sacó de la manga.

Por obra y gracia del inquilino de Los Pinos, el osito parlanchín seguirá en la nómina de la Presidencia de la República, desde donde enriquecerá su de por sí abultada cartera de negocios para los prohombres del Grupo Carlyle, al que abiertamente sirvió por varios años antes de incorporarse al gabinetazo de la continuidad, en diciembre de 2006, como secretario de Comunicaciones y Transportes. Desde esta oficina, una de sus más graciosas decisiones fue devolver las concesiones carreteras a los mismos usufructuarios (sexenio de Salinas) que las reventaron y fueron rescatados por el erario (sexenios de Zedillo, Fox, Calderón y los que vengan, porque el adeudo es abultado). Un excelente negocio para esos consorcios, pero pésimo para la nación a la que supuestamente debía servir.

Va un pasaje de tal gracia, publicado en este espacio año y medio atrás: puntual y oportunamente, lo dijo el secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, ante los senadores de la República (14 de marzo, 2007): no se darán concesiones carreteras a quienes ya las tuvieron... es falso que las autopistas retornen a los concesionarios originales (los amigos de Carlos Salinas), porque sus empresas fueron rescatadas por el gobierno federal, y en el hipotético caso de que dichos ex concesionarios intenten participar en la nueva temporada de licitaciones (cortesía de Felipe Calderón) tendrán que demostrar que en su momento no infringieron las normas (léase la ley), y muchos de ellos no cumplen con ese requisito.

¿Y qué sucedió? (6 de agosto de 2007). Que, como era de esperarse, lo falso (Téllez dixit) se convirtió en verdadero, y que siempre sí se otorgaron concesiones carreteras a quienes ya las tuvieron y fueron rescatados, caso concreto el del consorcio ICA el cual, asociado con Goldman Sachs Infraestructure Partners, oficialmente ganó la licitación del primer paquete de autopistas de Farac ofrecido por la continuidad. La historia, pues, se repite, en este capítulo llamado negocio redondo: rescatado por el erario 10 años atrás, ICA se queda con el mismo bloque carretero que el salinismo le concedió entre el 7 de noviembre de 1990 y el 27 de enero de 1993, y que el zedillismo se encargó de salvar el 27 de agosto de 1997. El erario (léase los mexicanos) lleva una década pague que te pague por los errores y excesos del gobierno (con sus distintos gerentes) y sus favoritos de la construcción (allí está el ejemplo de la Autopista del Sol), y resulta que los mexicanos seguirán pagando y, por ejemplo, los de ICA gozando del patrimonio nacional.

Un funcionario así debió ser cesado de inmediato. Pero no, tuvieron mayor peso unas grabaciones. Entonces, ¿qué le sabe el osito Téllez al hijo más que obediente, que éste decide extenderle alfombra roja para que el seguro servidor del Grupo Carlyle en México no se sienta ofendido ni desplazado? Probablemente se conocería si se difundieran las demás grabaciones por las que el hasta ayer secretario de Comunicaciones y Transportes pidió disculpas adelantadas. Pero todo indica que los mexicanos se quedarán con las ganas, porque tales cintas purificadas se utilizaron como moneda de cambio: se va el ex funcionario salinista-zedillista, y las guardamos bajo mil llaves. Dando y dando.

Y como pieza de recambio un leal y servil todólogo, sólo visto en los mejores tiempos del PRI. Juan Molinar Horcasitas ha sido de todo: investigador y profesor en y de ciencias políticas; coautor de libros, estudios y ensayos; articulista en prensa escrita y comentarista en medios electrónicos; ponente y conferencista; consejero electoral; subsecretario de Gobernación con Fox; vocero y diputado panista; integrante de los equipos de campaña y de transición del actual inquilino de Los Pinos y director del IMSS. De chile, de dulce y de manteca, pues, menos alguna actividad relacionada con las comunicaciones y los transportes, su nueva chamba, es decir, nada que lo acredite para el puesto. Ya se tiene el cotidiano espectáculo que brinda un bronco pianista metido con calzador como secretario del Trabajo, y van por más. Ahora un todólogo insertado a empujones en la SCT.

¿Sabrá el ex diputado brinca bardas (el mismo que en el Congreso reclamaba a la oposición su verdadera orgía y borrachera presupuestal por no apoyar la propuesta foxista) cómo funciona el sector que gentilmente le acaban de ceder? Parece que al inquilino de Los Pinos le da lo mismo el IFE, la academia, la seguridad social o las comunicaciones y los transportes.

¡Oh!, las nuevas prácticas panistas, con indeleble sello priísta: lo designo porque es mi ganapán, mi servicial amigo, aunque no tenga mínima idea de la tarea que le acabo de encargar. Y el país, una vez más, es el que paga los caprichos.

Las rebanadas del pastel

De los lectores y la fuga de cerebros: sobre la consiguiente sangría de capital monetario, además del humano, el subsecretario Tuirán quien hizo la declaración se quedó corto, ya que no tomó en cuenta algo muy importante: la pérdida o costo-país en el que se incurre por la no generación de riqueza de ese talento humano. Basta decir que, en términos económicos cualquier empleado de un trabajo estándar genera (o debe generar), al menos 10 veces lo que devenga en salario. La generación de riqueza de un talento humano no es tan solo diez veces lo que le pagan, sino muchísimo más; podríamos estar hablando de factores de 50 o hasta cien veces. Esta es, en realidad, la verdadera pérdida para nuestro país por la fuga de cerebros (Dr. Jaime E. Contreras Díaz, profesor-investigador, Escuelas de Ingeniería y Arquitectura y de Negocios, Tecnológico de Monterrey, Campus Puebla, [email protected]).