Opinión
Ver día anteriorJueves 12 de marzo de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

El Chapo: narco Forbes

Slim: tercer lugar

Fuera Saba y Zambrano

E

n la rueda de la fortuna lo llamativo no es que Carlos Slim registre una espectacular caída de 41.67 por ciento en su abundante patrimonio, sino que por primera vez aparezca oficialmente inventariado como multimillonario marca Forbes uno de los grandes padrinos mexicanos de la droga: Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, quien ocupa el escalón número 701 del catálogo de ricos entre los ricos, el cual comparte con el señor de los sueños, Emilio Azcárraga Jean, y el filántropo Fobaproa, Alfredo Harp Helú, cada uno de ellos con mil millones de billetes verdes en sus respectivas alcancías.

En efecto, el mexicano no es un Estado fallido (Calderón dixit) ni existe ingobernabilidad en el país (Gómez Mont ídem), y son tan exactas tales frases que México se da el lujo de trascender los tradicionales barones del dinero para subir al podio de triunfadores a uno de sus más preciados ejemplares de la industria más boyante de la temporada, la de la droga.

El Chapo Guzmán, uno de los delincuentes más buscados de México, según reza la propaganda oficial (aunque en los hechos tranquilamente se le pueda localizar en la mayoría de las ruidosas bodas de Sinaloa), no sólo se da el lujo de inundar el mercado con sus altamente cotizados productos tóxicos, sino que ahora los sensibles ojos de quienes evalúan a los ricos entre los ricos lo incorporan, como uno de los grandes barones del dinero, en el mismo inventario Forbes 2009 en el que aparecen Carlos Slim, Alberto Bailleres, Ricardo Salinas Pliego, Jerónimo Arango, Germán Larrea, Roberto Hernández, Emilio Azcárraga Jean y Alfredo Harp Helú.

Que es el más buscado, dicen en el gobierno de aquí y allá. Pues bien, ahora lo pueden encontrar en la más reciente entrega de la revista Forbes (marzo 2009), la cual presenta el más fresco inventario de multimillonarios en el mundo, de los cuales nueve son mexicanos: los arriba citados (que si bien no están entre los más buscados, también son finísimas personas), más el padrino del cártel de Sinaloa.

La crisis le cobró a México dos piezas tradicionales en el inventario de multimillonarios. En 2009 causaron baja los barones Isaac Saba Raffoul y Lorenzo Zambrano, quienes en la relación Forbes 2008 aparecieron con 2 mil 100 y mil 500 millones de dólares, respectivamente. A cambio, los editores de la citada revista subieron a Joaquín Guzmán al podio, con lo que el Chapo obtiene una estrella adicional y logra lo que ninguno de sus rivales (entiéndase los hermanos Arellano Félix, Miguel Angel Félix Gallardo, Don Neto, Rafael Caro Quintero, El Señor de los Cielos, Osiel Cárdenas Guillén, los hermanos Beltrán Leyva, el Mayo Zambada, etcétera, etcétera).

Forbes presenta una breve biografía empresarial de El Chapo, un industrial del transporte, a quien identifica como el hombre más buscado de México desde que escapó de una prisión federal en 2001. Indica que en 2008 los traficantes mexicanos y colombianos lavaron entre 18 mil y 39 mil millones de dólares producto de sus cargamentos colocados en Estados Unidos, de los que entre una tercera parte y la mitad serían responsabilidad del ahora reconocido multimillonario de Badiraguato, y anota que el gobierno estadunidense ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por su captura, un monto que los gringos deberían incrementar sustancialmente, porque a Joaquín Guzmán le alcanza para dar 200 veces esa cantidad, cuando menos, y así evitar la cárcel.

En fin. La boyante industria mexicana de la droga ya coló a uno de sus padrinos en el prestigiado inventario de multimillonarios Forbes, lo que parece confirma que ni aquí ni allá, ni en México ni Estados Unidos, hacen mayor cosa para detener la producción, el trasiego y el consumo. Mil millones de dólares es la fortuna que la revista especializada atribuye al Chapo, pero no detalla cómo llegó a esa suma, la cual, sin duda, debe ser mucho mayor en los hechos.

La otra parte de la misma información revela que a Carlos Slim la crisis le habría costado algo así como 25 mil millones de dólares, con lo que el catastrofista empresario mexicano no sólo descendió a la tercera posición mundial entre los multimillonarios, sino que su fortuna se achicó a tan sólo 35 mil millones de billetes verdes, un monto ligeramente superior al que en 2006 la propia Forbes le reconoció como fortuna personal. Con la sacudida, Bill Gates retoma el primer lugar entre los de su especie con 40 mil millones (perdió 18 mil), y Warren Buffett cae a la segunda posición con 37 mil (una minusvalía de 25 mil).

La fortuna conjunta de los nueve mexicanos que aparecen en el Forbes 2009 de multimillonarios suma 55 mil 100 millones de dólares, contra 96 mil 200 millones del año previo, con diez barones. Además de la minusvalía de Slim, el empresario totalmente Palacio y zar de la plata, Alberto Bailleres, reportó una caída de 4 mil 100 millones de dólares (casi 42 por ciento) en su caudal, aunque mantiene la segunda posición entre los ricos del país.

Al barón de los abonos chiquitos y los intereses de usura, Ricardo Salinas Pliego, nada bien le fue: de un año para otro su fortuna cayó de 6 mil 300 a 4 mil 200 millones de dólares, pero se coló a la tercera posición, toda vez que al zar del cobre Germán Larrea (el de Pasta de Conchos) le fue peor. Su guardadito pasó de 7 mil 300 a 2 mil 600 millones de dólares, una caída de 65 por ciento. Para Jerónimo Arango, otrora dueño de Aurrerá, la pérdida fue de 900 millones de dólares, para cerrar en 3 mil 400 millones.

El mejor pagador de impuestos del país, Roberto Hernández, vio reducida su hacienda en 30 por ciento y ahora sólo tiene mil 200 millones de dólares, muy cerca ya de los otros tres empresarios mexicanos que con mil millones cada uno están inventariados como multimillonarios Forbes: el Chapo, Emilio Azcárraga Jean y Alfredo Harp Helú, en ese orden.

Las rebanadas del pastel

La vergonzosa actitud panista en torno a la Ley de Salarios Máximos recuerda, y confirma, lo dicho hace unos cuantos años por el papá de los nenes Bribiesca Sahagún, quien preguntaba: ¿en qué se parecen el PAN y los meseros? Y contestaba: en que los dos se hacen pendejos con el cambio (dicho sea con todo respeto para los meseros).