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Pablo Gómez defiende el sentido de su propuesta modificada por el PAN en San Lázaro

El Senado debe insistir en la regulación salarial de todos los servidores públicos

Por su comportamiento, el blanquiazul adeuda al país una explicación, señala Carlos Navarrete

Reporteros y corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 14 de marzo de 2009, p. 11

Si el Partido Acción Nacional (PAN) se impone en la Cámara de Diputados y modifica la minuta sobre salarios máximos, el Senado debe corregirlo y mantenerse en la idea original de regular los ingresos de todos los servidores públicos, advirtió el autor de esa iniciativa, Pablo Gómez, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Hay un dictamen elaborado en la Cámara de Diputados, en el que, a propuesta de los legisladores del PAN, se modificó el proyecto de reforma constitucional –aprobado en Xicoténcatl en 2006– a fin de que sólo los salarios de los servidores públicos de elección popular sean los que tengan un tope, lo que a juicio de Gómez Álvarez cambia el fondo de su propuesta y propicia que continúen los abusos, ya que la mayoría de los altos funcionarios de los tres poderes son designados.

El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, Raymundo Cárdenas, informó que la minuta modificada por los panistas y el priísta Raúl Cervantes falta aún de votarse ante el pleno, donde puede rectificarse.

Entrevistado en Puerto Vallarta, el coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete, advirtió que Acción Nacional adeuda una explicación al país, por mantener congelada dos años esa reforma que busca acabar con excesos y dispendios, al establecer que ningún servidor público podrá ganar más que el presidente de la República.

La oposición férrea del blanquiazul en San Lázaro a regular las percepciones de los altos mandos de los tres niveles de gobierno, de paraestatales, de organismos e institutos descentralizados se debe a presiones de funcionarios públicos que se sienten afectados en su ingreso, y el PAN está siendo vocero de esos intereses, subrayó.

Navarrete agregó que espera todavía que haya una rebelión de diputados federales que impidan que se distorsione el sentido de esa reforma, y coincidió con Pablo Gómez en el sentido de que el Senado no puede aceptar el cambio que el PAN impulsa.

En el Senado insistiremos en que se apruebe sin cambios, para que nadie, ni el Poder Judicial ni el Poder Legislativo gane más que el presidente de la República.

Gómez Álvarez explicó que no tiene sentido reformar la Constitución para definir una política salarial en el sector público sólo para unos cuantos, para los de elección popular, que en el caso, por ejemplo, de los ayuntamientos, sus propios partidos les han ido bajando los sueldos, para que no los desprestigien.

El problema estriba, dijo, en los altísimos salarios y pensiones en el sector paraestatal, en la banca de desarrollo, en el Poder Judicial, en el Banco de México y otros organismos. Hizo notar que no está en contra de que la minuta se modifique en la Cámara de Diputados, pero lo que no se puede aceptar es que se mutile. No se le puede mandar a la colegisladora, dijo, una reforma con un propósito y que se nos regrese un proyecto con otro.

Resaltó que no es posible que haya diferencias tan radicales entre las bancadas del PAN en ambas cámaras, ya que mientras en el Senado la iniciativa la aprobaron los del blanquiazul, en San Lázaro la congelaron dos años y ahora la pretenden cambiar por completo. Son contradicciones que deberían ser resueltas en Acción Nacional.