17 de marzo de 2009     Número 18

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada

CONOC

Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas

El CONOC hizo público ya su “Plan anticrisis en defensa de la economía campesina, la autosuficiencia alimentaria, la creación de empleos rurales, la restauración de los recursos naturales y el acceso de alimentos para todos a precios controlados”. En él expresa inquietudes por el desplome del empleo en Estados Unidos, el cual, augura, “provocará un retorno de miles de trabajadores mexicanos que no tendrán alternativas de ocupación tampoco en nuestro país”; también destaca el hecho de que la devaluación del peso frente al dólar, de más de 30 por ciento en los dos meses recientes, ha encarecido el costo de las importaciones de alimentos, fertilizantes, maquinaria y equipo agrícola, lo cual hace más costosa la producción agrícola y la canasta alimentaria básica.

Entre otras cosas, el CONOC, que busca el impulso de la producción agroalimentaria, propone que se amplíe el financiamiento al campo por medio de la banca de desarrollo, para dar acceso a por lo menos 50 por ciento de los productores (antes de la crisis el crédito no llegaba a 15 por ciento, dice) y bajar las tasas de interés a la mitad. Asimismo, que se establezca un sistema de precios-ingresos mínimos garantizados para los cultivos básicos y estratégicos para la seguridad y soberanía alimentarias. Y que se establezca un programa multianual de inversiones estructurales para el desarrollo productivo sustentable del sector rural, con una asignación de 25 mil millones de pesos anuales, considerando que en los 25 años pasados no hubo inversiones de este tipo, se desmanteló la capacidad productiva del agro y se sometió a los campesinos y productores agrícolas a una competencia feroz con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que inició desgravaciones en 1994.

El CONOC plantea reconocer el carácter de emergencia que presenta el sector agroalimentario, y esto implica dar luz verde a una serie de leyes que impulsen la producción, entre otras, la Ley de Planeación para la Soberanía Alimentaria y Nutricional (que tiene detenida el Senado) y una serie de disposiciones que manejen de manera inteligente y sustentada los diversos fondos de garantía gubernamentales y sociales, que permitan duplicar al menos para este año de cien mil a 200 mil millones de pesos los montos de crédito a los productores de granos básicos, principalmente a los de bajos ingresos.

También plantea que deben reforzarse los programas de subsidio a los alimentos para los consumidores de sectores y regiones más vulnerables del país. “No podemos al mismo tiempo resolver el dilema de los precios altos para los productores con precios bajos para los consumidores, sin la intervención del Estado”, dice el CONOC. El mercado libre lo que hace es castigar a los dos polos de la cadena, a los productores con precios bajos y a los consumidores con precios altos.

El CONOC también reitera como una demanda urgente, la renegociación del TLCAN, para impedir la competencia desigual de las importaciones.

Oscuridad al Inicio del Túnel

Organizaciones campesinas, de agricultores, de industriales agroalimentarios y de funcionarios del agro estatales coinciden en que la crisis financiera y económica coloca a México en una condición altamente vulnerable en el sensible renglón del abasto de alimentos, dados los volátiles precios internacionales de los productos agrícolas y la alta dependencia del exterior que en 2008 significó un déficit en la balanza comercial agroalimentaria de cuatro mil millones de dólares con importaciones récord por 23 mil millones de dólares. También están de acuerdo en que el campo representa un elemento de oportunidad para enfrentar la crisis, pues genera empleo –necesario ante el freno que experimentarán quienes quieren migrar a Estados Unidos– y tiene potencial para elevar la producción nacional, siempre y cuando haya estímulo vía políticas públicas. (LER)


AMSDA

Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario

Los secretarios de Desarrollo Agropecuario destacan algunos efectos que México sufrirá por efecto de la crisis financiera de Estados Unidos. “Es predecible, dice, la reducción del flujo de remesas, la disminución del turismo hacia México, un impacto en el flujo de las exportaciones hacia Estados Unidos. Habrá impactos por la caída del empleo rural en Estados Unidos y un menor crecimiento económico”.

Igual que las demás agrupaciones, la AMSDA está preocupada por la dependencia alimentaria. Señala que en 2005 la producción nacional de granos y oleaginosas sumó 29 millones 959 mil toneladas y el consumo fue de 47 millones 661 mil (lo cual implicó un 37 por ciento de dependencia del exterior), y para 2010 la producción estimada será de 30 millones 512 mil toneladas, contra un consumo de 51 millones 465 mil (41 por ciento de dependencia), además de que para 2020 el grado de dependencia será de un estimado de 47 por ciento.

A ello se agregan los conflictos de los productores para realizar su actividad. Los costos se han encarecido: entre abril de 2007 y el mismo mes de 2008 el precio del fertilizante creció en 65 por ciento, el de combustibles en 43, semillas 30, alimento para ganado 27, maquinaria siete por ciento y químicos cuatro por ciento.

La AMSDA propone generar una “alianza para el desarrollo rural sustentable”, que implicaría fortalecer el mercado interno y disminuir la dependencia alimentaria, así como generar fondos para el desarrollo regional. También, en el marco de la crisis, la AMSDA propone evaluar los programas e instrumentos actuales que inciden en el campo para determinar si su efecto es alto, medio o bajo y legislar sobre la temporalidad de los programas, además de identificar con precisión a quienes van dirigidos y sus ciclos de ejecución, y vincular los programas con el financiamiento, para hacer más eficiente el gasto público.


CNC

Confederación Nacional Campesina

La Confederación Nacional Campesina ha
expresado recurrentemente su molestia por el subejercicio del presupuesto para el campo, lo cual, dice, es inaceptable en el marco de la crisis financiera-económica y alimentaria, que se ha venido desenvolviendo ya desde los años pasados con un saldo de por lo menos ocho millones de pobres nuevos en lo que va del gobierno de Felipe Calderón.

La CNC considera que los campesinos y pequeños productores son “gran parte de la solución para México en medio de la crisis financiera” por su aportación a la soberanía y seguridad alimentaria. Aunque también –advirtió ante la prensa Cruz López, presidente de la CNC– los campesinos son un factor de resistencia e ingobernabilidad ante gobiernos que no sean sensibles a la pobreza, migración y falta de empleos.

Por medio de sus legisladores, como Heladio Ramírez en el Senado, la CNC está promoviendo la sustitución de importaciones por producción nacional, como en el caso de la leche, donde ha hecho un exhorto a la paraestatal Liconsa para que adquiera “por lo menos el 70 por ciento de la producción nacional” a fin de atender la demanda de los ganaderos de un pago de 5.50 pesos el litro, y que la actividad sea remunerativa y no caigan de quiebra más de 200 mil productores, lo cual resultaría dramático en los actuales momentos de pérdida de empleos en el país.


CNA

Consejo Nacional Agropecuario

Al CNA le preocupa el efecto de los precios internacionales de los alimentos –que alcanzaron picos en junio de 2008, afectados por el uso de granos para objetivos diferentes a la alimentación, por problemas climáticos y por un mayor consumo en países como China e India– en la balanza comercial agroalimentaria, que pasó de dos mil 150 millones de dólares a más de cuatro mil millones en 2007 y 2008.

Y expresa inquietud particularmente porque México depende del exterior en 70 por ciento del millón 200 mil toneladas que consumimos al año de arroz, en 58 por ciento de los siete millones de toneladas de consumo de trigo, en 40 por ciento de los 8.3 millones de sorgo, en casi 25 por ciento de los 31.3 millones de maíz y en 15 por ciento de la leche que consume México.

La inquietud estriba en que los países excedentarios enfocan sus principales baterías al abasto interno, y nuestro principal oferente, Estados Unidos, tiende a una reducción en su oferta exportable, como en el caso del maíz, que bajará en 21 por ciento entre 2007-08 y 2008-09 (de 69.9 a 55 millones de toneladas) al tiempo que los inventarios de ese país también caen.

Para el CNA, la caída en las remesas (de 10 por ciento en 2008, a dos mil 500 millones de dólares) propiciado por la crisis financiera en Estados Unidos es un factor crítico para la economía rural, pues los campesinos de pequeña escala dependen hasta en 20 por ciento de ellas para su ingreso familiar.

Afirma que tanto en la crisis global alimentaria como en la financieraeconómica, el campo tiene un “papel fundamental: requerimos generar producción de alimentos y también empleo y actividad económica”.

Fortalecer el empleo en el medio rural es un reto prioritario, pues la actividad agropecuaria impacta significativamente en dos tercios de los estados de la República. En Zacatecas, por ejemplo, el agro representa 25 por ciento del PIB y en Sinaloa más del 20, y algo similar ocurre en el empleo; la participación del agro en el mercado laboral de estados como Zacatecas, Guerrero, Oaxaca y Chiapas supera el 30 por ciento. En el caso extremo de Zacatecas llega casi a 40 por ciento.