Sociedad y Justicia
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Congelados, planes para mejorar la salud
 
Periódico La Jornada
Jueves 19 de marzo de 2009, p. 45

A causa de la carencia de recursos y financiamiento para investigaciones científicas, la Secretaría de Salud (Ssa) no ha podido poner en marcha proyectos para mejorar la salud de los mexicanos, ni evaluar el beneficio de las inversiones millonarias que se realizan en vacunas, por ejemplo, reconoció Mauricio Hernández Ávila, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.

Aseguró que las acciones emprendidas por el gobierno federal para prevenir enfermedades, como el neumococo, rotavirus o el control del VIH-sida, son positivas para la salud, pero si ahora nos preguntan cuántas muertes hemos evitado, no lo sabemos.

Por las mismas carencias económicas, tampoco se ha podido determinar el impacto que tendría en el país la distribución de la llamada polipíldora para prevenir enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión arterial y afecciones cardiacas, la cual en otros países ha demostrado su eficacia para evitar entre 10 y 15 por ciento de las muertes prematuras ocasionadas por esos padecimientos.

Hernández Avila participó ayer en el simposio organizado con motivo del 70 aniversario del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epide- miológica (Indre), con una conferencia sobre los paradigmas en la salud pública. Comentó sobre la complejidad de desarrollar las políticas públicas por la falta de vinculación entre la investigación y el diseño de las estrategias y, en algunos casos, aun con la evidencia científica es complicado impulsar acciones específicas.

Así ha ocurrido con el programa de combate a la obesidad, cuya prevalencia se triplicó en los pasados 20 años y va en aumento. La inversión en la atención de las complicaciones del exceso de peso equivale a 9 por ciento del presupuesto del sector salud y a 0.5 por ciento del producto interno bruto (PIB). Además, afirmó el funcionario, entre 8 y 10 por ciento de las muertes prematuras se deben a este mal.

A partir de las investigaciones realizadas sobre el tema, también se sabe que el costo de la mortalidad prematura es de 25 mil millones de pesos, e incluso representa un obstáculo para la superación de la pobreza, porque genera otras enfermedades graves y de alto costo.