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La intérprete Alejandra Robles dará a conocer su más reciente álbum en el Zócalo del DF

La morena explora la música popular de la costa sur, olor y color de mi infancia

No buscó la sonoridad tradicional de La malagueña, su primer disco, sino la fusión, explica

 
Periódico La Jornada
Sábado 21 de marzo de 2009, p. a11

Varios guiños y nuevos caminos de exploración se pueden descubrir en La morena, reciente disco de la cantante oaxaqueña Alejandra Robles, quien hace un recorrido por la música popular de Veracruz, Oaxaca, Guerrero, y el cual presentará hoy en el Zócalo capitalino, durante la sexta Noche de Primavera.

El rasgueo de una jarana en segundo plano, detrás de las voces de Alejandra y de Armando Manzanero, quienes a dueto interpretan Adoro, de manera intercalada o con voces yuxtapuestas y por momentos con velocidades y adornos vocales diferentes, o la ampliación de la vertiente caribeña y española del son jarocho con el El cascabel, llevado además al rap y al hip hop de la mano de Abel Bosmenier.

O la guitarra eléctrica que sustituye a los instrumentos de viento metal en la introducción de La llorona, interpretada por Robles y Eugenia León, en la que se ofrecen gozosos alardes vocales, o el lucimiento de la fuerza y la pasión cantora de Alejandra en una pícara y refrescante versión de La morena, junto con la profundidad del requinto y el enraizamiento de la voz de Ramón Gutiérrez, cabeza del grupo jaranero Son de Madera.

Después de esas primeras cuatro piezas, en el disco se despliegan otras sorpresas también logradas, como un acordeón y un violín en la versión de Alejandra Robles de La bruja, o el mismo violín en la recreación más contemporánea de Angelitos negros, o el mismo acordeón en La san- marqueña. También destacan las otras piezas: Paloma morena, Tilingo lingo, Pinotepa y hasta una cumbia: Navidad negra.

En entrevista con La Jornada, Alejandra Robles cuenta que ella y el arreglista Luis García comenzaron a trabajar en La morena hace dos años, enseguida que terminaron La malagueña, su primer disco.

“Primero surgen mis ideas como parte de mis recuerdos y como una catarsis de los años recientes, como una necesidad de expresión. Yo quería hacer algo diferente al concepto de La malagueña, pues ahí primero tratamos de imitar la sonoridad de la música tradicional, pero en La morena la experimentación musical sí es completamente intencional, la fusión, como le llaman ahora.”

Piel de tierra

–¿Cómo logró las colaboraciones de Armando Manzanero, Eugenia León, Ramón Gutiérrez y Abel Bosmenier?

Foto
La intérprete oaxaqueña iniciará una gira por Aguascalientes

–A quien invité primero fue al maestro Manzanero, pues con él tenía más comunicación. Le propuse grabar una pieza ya conocida por el pueblo, como Adoro, pero haciendo la diferencia más como un son, con instrumentación de jaranas y requinto jarocho.

“Después invité a Ramón Gutiérrez, a quien conozco desde hace años, cuando él vivía en Xalapa y yo estudiaba canto por allá. Le propuse grabar un clásico del son jarocho, una pieza lindísima que hace alusión a la belleza de la mujer morena y al orgullo de su piel color de tierra.

“En cuanto a Eugenia León, ella me invitó a grabar en su reciente disco Puño de tierra, en el que tengo una pequeña participación, en un quinteto de voces hecho por Jesusa Rodríguez, Liliana Felipe, Vanesa Bauche y María Inés Ochoa, dirigidas por el maestro Ernesto Anaya. Ahí la invité a grabar La llorona, con la idea principal de la experimentación musical con ritmo pop.

“A Abelito Bosmenier lo conocí en el estudio de grabación, mientras él grababa para otro grupo. Cuando lo escuché dije: ‘es la persona que buscaba y no encontraba’. Necesitaba un rapero y hip hopero con esa inventiva y creatividad musical propia de los cubanos. Grabamos El cascabel, pues yo quería lo opuesto de lo que había hecho con Ramón Gutiérrez, alguien muy representativo del son jarocho y que viene de una cepa de músicos tradicionales.”

Alejandra Robles comenta sobre los motivos de la selección de los temas de La morena y dice: “Son canciones que me recuerdan mi infancia, el mar, la arena, la playa, el amor, el desamor, el calor, el frío y mucha copla que salía de las ventanas de las casas y los pasillos de mi tierra, Puerto Escondido, y la mucha miseria, cuando luego me llevaron a vivir a la ciudad de México.

“Son canciones que me recuerdan a mi madre, a mi abuelo; son el color y el olor de mi infancia, de los lugares y de las personas de las que decides aprender o no.

Canciones que voy conociendo en el camino de la música, buscando y escuchando. Algunas de estas piezas ya pertenecen al subconsciente colectivo de los mexicanos. Y sin querer, casualmente, la mayoría de las seleccionadas mencionan a una morena que aman y extrañan.

Alejandra Robles hará una gira por Aguascalientes; en julio se presentará por primera vez con orquesta en el Zócalo de Oaxaca, y ese mismo mes viajará a Canadá.