Sociedad y Justicia
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Aún no se resuelve la desnutrición y México ya tiene primeros lugares en obesidad, dicen en foro

Vergonzoso, que el derecho a la alimentación todavía no sea constitucional: Miguel Concha

El Centro Fray Vitoria exige al Congreso que legisle en la materia ante el aumento de la pobreza

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El sacerdote Miguel Concha durante el foro El derecho a la alimentación, junto con expertos en el temaFoto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de marzo de 2009, p. 50

Durante el foro El derecho a la alimentación, el presidente del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, Miguel Concha, destacó ayer que vergonzosamente, este derecho todavía no está reconocido en la Constitución, por lo cual, las organizaciones civiles y sociales continuaremos demandando al Congreso que legisle, y al Ejecutivo, que cumpla su obligación de garantizar la alimentación a todos los ciudadanos.

El religioso, quien ayer moderó el foro, efectuado en el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, recordó que el 15 de noviembre de 2003, el Senado aprobó un proyecto de decreto que adiciona un párrafo al artículo 4 constitucional, y otro al párrafo 20 del artículo 27, y al año siguiente, la Cámara de Diputados aprobó ese decreto, pero con modificaciones, con lo cual estableció indebidamente el cumplimiento de la obligación de este derecho a otros sectores sociales, por lo cual se regresó al Senado, y desde entonces no se ha dictaminado.

En ese sentido, reclamó que los legisladores nos deben la aprobación de la ley de planeación para la soberanía y seguridad alimentaria y nutricional, la cual les fue presentada por un grupo de diputados de los tres grupos parlamentarios que conformaban el Congreso en noviembre de 2005.

A su vez, Ana Luis Nerio, también del Centro Vitoria, precisó que 48.9 millones de mexicanos –47 por ciento del total de habitantes– viven en pobreza patrimonial, y aunque dediquen todo su ingreso a satisfacer sus necesidades de alimento, vestido, vivienda, salud y educación, resulta insuficiente.

Detalló que 25 millones –24.7 por ciento del total– son pobres de capacidades, lo que implica que aun destinando todos sus ingresos a cubrir sus necesidades de alimentación, salud y educación no pueden acceder a los mínimos requerimientos.

Y otros 29 millones –18.2 por ciento del total– viven en pobreza alimentaria, por lo que apenas pueden adquirir los productos de la canasta básica de alimentos, ejemplificó.

La pobreza, dijo Nerio, contribuye a la obesidad y el sobrepeso. “Actualmente, México ocupa el segundo lugar entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con problemas de obesidad, lo cual resulta preocupante si se considera que todavía no terminamos de reducir la desnutrición, y ya se agregaron los otros dos problemas de salud pública de consecuencias económicas y sociales, que impactarán en los sistemas de salud.

Apuntó que de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006, 70 por ciento de la población adulta del país padece sobrepeso, y destaca que el aumento de la obesidad en los pasados siete años se presenta en todos los grupos de edad.

Nerio resaltó que “de 1999 a 2006 hubo un incremento anual de 1.1 por ciento en la obesidad del sector infantil –33 por ciento en las niñas y 52 para los niños–, mientras el sobrepeso aumentó 41 por ciento en ellos y 27 por ciento en ellas. El incremento más alarmante fue el de la obesidad, pues actualmente es de 77 por ciento, aunque en las niñas fue de 47 por ciento.

En ese foro, la nutrióloga Julieta Ponce, del Centro de Orientación Alimentaria, señaló que desde hace 30 años sabíamos que venía el problema de la obesidad, y nadie hizo nada. Las dependencias e institutos de salud sólo se dedicaron a darnos cifras.

De continuar la tendencia, en 2040 el ciento por ciento de la población será obesa y los niños morirán antes que sus padres.

Refirió que en 2000, México destinó 3 mil 500 millones de dólares para comprar medicamentos y atender enfermedades provocadas por la obesidad; ahí se gastó la riqueza generada por medio millón de mexicanos trabajadores. Al año –dijo– 500 mil personas mueren por obesidad y diabetes.