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El virtual lehendakari, obligado a combatir a ETA y reformar las instituciones vascas

Refrendan derechistas del PP el plan de gobierno del socialista Patxi López

Deberá abandonar la política de división que caracterizó a Ibarretxe, advierte el Partido Popular

Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 31 de marzo de 2009, p. 26

Madrid, 30 de marzo. El desalojo del poder de los nacionalistas en el País Vasco es cuestión de semanas. El derechista Partido Popular (PP) refrendó hoy el plan de gobierno presentado por el aspirante socialista a convertirse en lehendakari en el Pais Vasco, Patxi López, quien decidió incluir en su programa una serie de reivindicaciones de los conservadores.

Con este compromiso, López se garantiza los votos de los diputados del PP en la sesión de investidura, con lo que podrá formar gobierno en solitario y protagonizar la primera alternancia en la región desde la restauración de la democracia.

En los comicios autonómicos del 1 de marzo, el gobierno del País Vasco quedó supeditado a los posibles pactos de los distintos partidos, toda vez que ni el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que ganó las elecciones, ni sus socios de gobierno lograron los escaños suficientes para la mayoría absoluta: 32 de 75 bancas.

Así, por primera vez, el llamado bloque españolista o unionista alcanzó la mayoría absoluta de 38 escaños que le permitirá formar un gobierno, luego del apayo otorgado por el PP al Partido Socialista de Euskadi (PSE), aunque en el resto de España estos dos formaciones son acérrimas adversarias.

Los 25 diputados socialistas sumados a los 13 conservadores votarán a favor de López como lehendakari, pero el socialista deberá hcer cambios sustancias en las instituciones vascas, como que un integrante del PP sea el presidente del Parlamento vasco.

PP y el PSE firmaron la semana psada un preacuerdo mediante el cual los socialistas comprometieron a ceder la presidencia de la Cámara a cambio del apoyo en la investidura y de una supuesta garantía de estabilidad en el gobierno.

Sin embargo, el acuerdo no garantiza en ningún caso un compromiso total del PP a las iniciativas socialistas, por lo que las reformas o iniciativas se negociarán en el futuro.

Para garantizarse el apoyo popular, los socialistas decidieron entregar el plan de gobierno que López pretende desarrollar en su gestión, en el que se compromete a dejar atrás las políticas de confrontación, de división y de enfrentamiento que a su juicio caracterizó el del nacionalista moderado Juan José Ibarretxe.

Además incluye una serie de compromisos en materia educativa, lingüística y referente a los medios de comunicación públicos que han enarbolado en los últimos años el ala más conservadora de la sociedad vasca.

Se obliga, asimismo, a utilizar todos los instrumentos del Estado de derecho para combatir a ETA y eliminar los fondos de ayuda que hasta ahora les daban a los familiares de la organización armada vasca para visitar a sus familiares, presos en diversas cárceles del Estado español.