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El trompetista y su grupo inundaron de jazz y world music el Teatro de la Ciudad

Chris Botti logró plena comunión con el público en su primer concierto en México

Al concluir la velada, los asistentes lo abordaron como a un artista pop para pedirle su autógrafo

Foto
Chris Botti, acompañado de la cantante Dejah CómezFoto Arturo García Campos
 
Periódico La Jornada
Jueves 2 de abril de 2009, p. a10

En su primer concierto en México, el pasado martes, en el Teatro de la Ciudad, Chris Botti (Portland, Oregon, 12 de octubre de 1962), trompetista ganador del Grammy en 2006, experimentó respeto y admiración por su música fuera de toda medida: decenas de personas que acababan de apreciar su virtuosismo fueron al vestíbulo y lo rodearon, al punto que parecía artista pop.

Empujones, público con su disco en todo lo alto, con cierta desesperación para que Botti lo firmara. En un momento se acabaron y varias damas reclamaban a su acompañante por no haber comprado antes el cedé.

Fue un respuesta agradable del respetable para un músico de jazz, de world music, de fusión moderna, que es lo que generan Botti y su grupo, también de elevada capacidad interpretativa.

Destacado compositor

Los boletos no fueron baratos y la entrada fue más que aceptable. Botti también ha destacado como compositor. Aunque nacido en Estados Unidos, vivió en Italia y su principal influencia musical fue su madre, pianista de corte clásico. Otra presencia en su arte es Miles Davis. En Oregon estudió con Larry McVey, considerado renovador del programa de jazz en el colegio de Gresham.

A la fecha cuenta con 10 discos, los cuales han suscitado los más diversos comentarios. Al lado de otras figuras, como Kenny G, Dave Koz, Najee y Richard Elliot, se ha dicho que él ofrece un poco más. Su obra reciente ha incursionado en terrenos de un jazz más tradicional.

Tocó con Sting y Yo-Yo Ma, entre otros

Dentro de su currículum figuran sus colaboraciones con Sting, Yo-Yo Ma, Dean Martin, Chaka Khan, Andrea Bocelli, Jill Scott, Steven Tyler, Paul Buchanan, Josh Groban, Michael Bublé, Dave Koz, Jeff Lorber, David Torn, Roy Hargrove, Paul Simon, Rod Stewart, Clark Terry, Lee Ritenour, Renee Olstead, Burt Bacharach, Paula Cole, John Mayer y Brian Culbertson, entre muchos otros.

En México son conocidos varios de sus álbumes, como Live with Orchestra and Special Guests. Su discografía es la siguiente: First Wish (1995), Midnight Without You (1997), Slowing Down the World (1999), Night Sessions (2001), The Very Best of Chris Botti (2002), December (2002), A Thousand Kisses Deep (2003), When I Fall In Love (2004), To Love Again (2005), Italia (2007), Chris Botti in Boston (2009).

Germán Palomares Oviedo, conocedor de jazz, expuso: “Muchos creen que Chris Botti es un músico ligero e intrascendente, pero quienes así piensan me parece que no han escuchado muy bien. Dentro de lo que él hace, que es una música agradable, una música con ganas de vincularse con su público, su rendimiento es comparable con el de cualquier otro trompetista. Su control de aire es realmente excelente y, además, tiene personalidad, y cuando un músico de jazz tiene eso, bueno, ha avanzado ciento por ciento el camino en relación con los otros.

“Me parece que hablar de estilos no es una buena manera de enfrentar la música, que es buena o mala. La de él, que es construida con el afán de crear vínculos, cumple su cometido. Tiene varias ascendencias, incluyendo el rock, así sea un rock ligero. Me gusta mucho el disco Live, que hizo en Los Ángeles.”

Las filas para entrar eran largas. Ahí estaba la cantante de jazz Elizabeth Meza, quien opinó: “Chris Botti es muy buen trompetista, pero ha caído en lo típico: que si un músico de jazz hace cosas más comerciales lo empiezan a criticar.

“El ha sido bastante inteligente y ha hecho las cosas bien. Fue durante muchos años el trompetista de Sting; después hizo un devedé que ha sido un éxito, con duetos. Ha vendido mucho. Ésa es la diferencia con un músico de jazz que se queda haciendo festivales en la oscuridad, y otro que mueve el marketing y las cosas.

Ya pasó el tiempo del ostracismo hacia el jazz. Si todos nosotros hacemos este tipo de cosas, inclusive en México, más digeribles, acercaríamos mucho más a la gente al jazz. Después, ya la gente elegiría hacia qué tipo de jazz quiere irse.

Complacencias

Desde su asiento, algunos pedían tal o cual tema, como Someone to Watch Over Me, When I Fall in Love, The Look of Love, Why Not o Cinema Paradiso.

Por momentos su virtuosismo hacía que el público callara y aguantara la respiración para no crear ruido y apreciar mejor lo que salía de la trompeta. En otros, aplaudía o llevaba el ritmo con las palmas.

Fue una noche cerrada de emociones para el público y para Chris Botti.