Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 5 de abril de 2009 Num: 735

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HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Partitura para La de Mí
GABRIEL LOPERA

Jardines bajo la lluvia
KOSTAS STERIÓPOULOS

De la Edad de Oro...

La fenomenología: la filosofía del siglo XX
ÁNGEL XOLOCOTZI YÁÑEZ

La necesidad de la fenomenología
(Dos fragmentos)
EDMUND HUSSERL

“Mi obra constituye un solo poema”
JAVIER GALINDO ULLOA entrevista con MARCO ANTONIO MONTES DE OCA

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“Mi obra constituye un solo poema”

Javier Galindo Ulloa
entrevista con Marco Antonio Montes de Oca

A fines de 2000, Marco Antonio Montes de Oca (1932-2009) –poeta y artista plástico fallecido el pasado 7 de febrero– reunió toda su obra completa, de más de treinta títulos, en el volumen Delante de la luz cantan los pájaros (poesía 1953-2000) , publicado por el Fondo Cultura Económica ( fce ). Montes de Oca se encontraba indispuesto, ya que había olvidado la cita acordada con anterioridad y no deseaba conversar con cualquier periodista que desconociera su obra. “Últimamente he recibido llamadas de varios medios para entrevistarme, porque éstos creen que ya me voy a morir. Y sí, es cierto, estoy muy enfermo. Llevo doce años encerrado aquí, en mi casa, con el recuerdo de mi esposa, ya difunta, con el padecimiento de un infarto y de varias intervenciones quirúrgicas. Ahora tampoco puedo pintar ni hacer escultura, porque hubo un tiempo en que se me paralizaron los brazos. La vida no me da permiso de nada. Ya me ando retirando del ruedo por las demasiadas cornadas que he recibido.” Montes de Oca explicaba entonces que él tuvo que hacer todo para publicar Delante de la luz cantan los pájaros , título extraído de un verso original de Hölderlin, el cual engloba la idea de su poesía: “Soy muy brillante, muy lúcido. Me he peleado con Conaculta, que ha tratado de echarme a un lado. A lo mejor porque soy muy tímido y grosero con los demás. Pero aquí estoy, acabo de publicar mi obra completa, que integra la anterior versión totalizadora de Pedir fuego (1953-1997) , editada por Joaquín Mortiz y cuya portada está ilustrada por una pintura mía.”

– ¿Se siente satisfecho de publicar su poesía completa?

– Fue una labor encomendada por el fce . Claro, fue un trabajo interminable. Yo siempre he publicado libros antológicos, soy muy farragoso y entre tanto padecimiento tuve que seleccionar mis poemas. Lamento ahora a quien va a leerme. Ante gente famosa como Octavio Paz y Jaime Sabines soy un pobre poeta. ¿Quién va a saber de mí? Encerrado en mi casa con miles de enfermedades. Va a suceder como en el siglo XVIII, cuando no hubo ningún poeta legible.

– Pero si ya estamos en el siglo XXI.

– Le estoy diciendo que no hubo ningún poeta en el XVIII. Considere la historia. Quiero decir que puede pasar un siglo sin que exista un poeta; sin embargo, hay mucha gente escribiendo poesía.

– Lo importante es que su obra va a ser leída por los jóvenes.

– Ahora a nadie le interesa leer cualquier libro. Menos a los jóvenes, que creen que es muy fácil escribir poesía, pero es todo lo contrario. Esto me pone de mal humor, porque al parecer no le interesa nada de lo que le estoy hablando. Usted vino a entrevistarme y no me ha hecho ninguna pregunta interesante. Todos desconocen mi poesía, nadie la ha leído y falta mucho por estudiarla. Bueno, no quisiera ser grosero, porque soy una persona humilde, sencilla y respetuosa.

– ¿En qué se inspiró para escribir Ruina de la infame Babilonia (1953)?

– Este es un poema que ha escapado a la crítica en su sentido real. El tema que lo inspira es la bomba atómica. Cuando lo escribí era yo un adolescente de diecisiete años y fue publicado en 1953, por consideración de Mario de la Cueva , entonces director de la revista Medio Siglo . Quizá por la cantidad de imágenes no se logró captar ese tema. Ruina de la infame Babilonia es parte de un solo poema extenso que constituye toda mi obra. Es un solo poema porque los versos están engarzados: está hecho de metáforas que se prolongan entre un libro y otro, y así sucesivamente. Delante de la luz cantan los pájaros acaba por ser un poema extenso de esa sucesión metafórica y continuada, que abarca mucho más de mil páginas. Mi obra completa, con toda justicia, puede decirse que es un solo poema. Ruina de la infame Babilonia marcó mucho a escritores de mi generación: a Salvador Elizondo, Rubén Bonifaz Nuño, Eduardo Lizalde, Carlos Monsiváis.

– ¿Cómo concibe la estructura de Contrapunto de la fe?

– En este poema hay dos metáforas base que parten sobre todo de la idea de Cristo. La poesía mexicana del siglo xvii usó con frecuencia la comparación del colibrí con la figura de Cristo, porque es un ave graciosa que se mantiene en el aire, que asciende y que significa la pureza y se acerca al perfume. Esta relación de Cristo y el colibrí funda un tema que surge varias veces en un poema de treinta páginas, que tiene como contrapunto al topo, al ser humano que vive debajo del suelo; un ser humano bien dotado de vida, pero que nunca ve la luz, vive en la oscuridad. Todo está en este cotejo de que, cuando el hombre tiene fe, posee la capacidad de elevarse y obtener así el sentimiento de la gloria de ser o la vivencia de la divinidad; entonces se eleva y hace de su vida un homenaje, una ofrenda muy cálida: Esta búsqueda fue inicialmente explorada desde las primeras líneas de Ruina… : “Todo se ahoga de pena/ y hasta las mismas escafandras/ se amoratan bajo el mar.” La vida, sin embargo, es de total asfixia. Por tanto, Contrapunto de la fe es un poema de larga extensión y está mejor construido que el primero, que fue publicado en 1955, con prólogo de José Enrique Moreno en la colección Los presentes, del fce , gracias a la generosa hospitalidad de Juan José Arreola, al invitarme a vivir a su casa.

– ¿Usted se considera como “el iniciador de la nueva poesía mexicana”, según escribió Octavio Paz?

– Por supuesto, porque cuando se publicó Ruina de la infamia Babilonia había mucha academia en la literatura mexicana, mucho formalismo y un gran pudor. Yo, de pronto, irrumpo en el escenario mexicano con una gran libertad verbal, con una riqueza de asociación muy grande y, sobre todo, con lo que definía el surrealismo, la liberación del subconsciente. Contrapunto de la fe tuvo éxito porque en 1955 aparecí en la mejor reseña del año junto con Salvador Novo, Carlos Pellicer y Octavio Paz, en uno de los primeros documentos surrealistas que se publicaban en México. El surrealismo, como se sabe, llega de una forma tardía a este país. No es tan determinante en los poetas latinoamericanos. Nosotros también aprendimos ya tarde de ese movimiento de vanguardia, y creo que nos hizo daño de modo involuntario, por la mecánica de las palabras que expresábamos y la asociación libre del pensamiento que era inusual en México. Paz fue uno de los poetas que habló del surrealismo. Cuando le presenté el manuscrito de Contrapunto… le encantó y juntos lo leímos en el edificio de Relaciones Exteriores. De ahí comenzó nuestra amistad de muchas décadas. Paz se dio cuenta, atinadamente, de que este poema no es más que el ir y venir del agua del mar, que se acerca y trae cosas de la playa y luego la resaca se las lleva. Es la comparación entre la espuma y la basura que arrastra el mar, de regreso al océano: lo bueno y lo malo de la vida. Durante el éxtasis estamos en la gloria del ser, en la mayor capacidad de expresarnos. Tendemos a ser metafísicos y abrazar de todas las formas posibles la idea del éxtasis, la parte contraria del ir y venir de las metáforas. Entre la existencia como daño y la existencia como éxtasis se hace un contrapunto, y todo lo que perseguimos como bien de la vida está basado en Cristo, simbolizado por el colibrí.