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Salamanca será designada si en 100 días no se cuenta con 700 hectáreas para el recinto

Anuncia Pemex que Tula, Hidalgo, fue elegida para albergar la nueva refinería

Hacia finales de 2010 se licitará la construcción de la terminal, que tardará cerca de 50 meses

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Jesús Reyes Heroles, director general de Petróleos Mexicanos, ayer durante el anuncioFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Miércoles 15 de abril de 2009, p. 27

La nueva refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex) se construirá en Tula aunque, condicionada a que el gobierno del estado de Hidalgo cumpla su oferta de entregar, en un plazo no mayor a 100 días hábiles y completamente liberados, los predios por un total de 700 hectáreas donde se ubicará.

En caso contrario, la decisión recaerá en Salamanca, Guanajuato, con las mismas restricciones, y de superarse el plazo, en la entidad que primero realice la asignación de los terrenos, advirtió el director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles. Ambos gobiernos, en sus propuestas, ofrecieron aportar los terrenos donde se asentaría la nueva refinería más otro tipo de aportaciones en especie que en el caso concreto de Hidalgo se cuantifican en unos mil 800 millones de pesos.

Durante una conferencia de prensa citada para dar a conocer la decisión final para construir una nueva refinería con capacidad para 300 mil barriles de crudo al día, el funcionario explicó que la administración de Pemex escogió la opción hidalguense bajo los argumentos de precio, 12 mil 198 millones de dólares por el total del proyecto, incluida la reconfiguración de Salamanca, menor gasto final por transporte de crudo, desde los centros de producción, y de refinados hasta los mercados de consumo, así como sinergias con el resto del sistema nacional de refinerías. Esto, precisó, a pesar de que el valor presente del proyecto sería 700 millones de dólares más caro que el de otros analizados en lo individual.

Comenzará a operar hasta 2015

Reyes Heroles dijo que sobre la base de cumplir con los objetivos estratégicos de incrementar la oferta de gasolinas y diesel, minimizar la producción de combustóleo y maximizar la rentabilidad del portafolio correspondiente se consideró a Tula, Hidalgo, porque tan sólo en su primera etapa, que constaría de la construcción de la nueva capacidad de refinación, se permitirá el aprovechamiento de residuales, particularmente combustóleo, generados en la refinería existente, lo mismo que los de la de Salamanca. El portafolio que cumple los objetivos debe incluir la reconfiguración de una refinería en el altiplano e iniciar un proyecto de nueva capacidad con aprovechamiento de residuales, señaló.

De los dos paquetes finalistas el costo de Tula sería de 9 mil 123 millones de dólares, de los cuales 8 mil 264 serían de la inversión en la refinería y 852 millones en infraestructura de logística. El proyecto de Salamanca sería por un total de 9 mil 431 millones de dólares, de los que 8 mil 146 serían de inversión en la refinería y mil 285 millones en infraestrructura de logística. La tasa interna de retorno o de recuperación de la inversión sería de 17.5 por ciento y 17 por ciento, respectivamente.

Tentativamente, de cumplirse con los plazos promedio y la adjudicación de los terrenos, el diseño conceptual se realizaría en lo que resta de este año; la ingeniería de detalle en 2010 y hacia finales de ese año se publicaría la licitación correspondiente para la construcción, que tardaría unos 50 meses. El inicio de operaciones, en el mejor de los casos, sería en el primer trimestre de 2015.

El director de Pemex aprovechó para aclarar que la ubicación de la nueva refinería en Tula no representa una adaptación o ampliación de la refinería ya existente; no es el caso, una simple reconfiguración implica que a la refinería actual se le hagan una serie de adaptaciones y adecuaciones para mejorar el tipo, la mezcla de los productos que tiene y mejorar su eficiencia en todos los sentidos.

También precisó que la capacidad adicional de refinación por 300 mil barriles diarios implicará la necesidad de identificar un segundo proyecto para satisfacer el crecimiento de la demanda de combustibles en el país, pero será anunciado eventualmente en la medida en que evolucione el mercado, la situación financiera del país en general y de Pemex en particular.

Ya con la decisión tomada y el tiempo que transcurra hasta la entrada en operación de la nueva refinería, el abasto de combustibles fósiles en el mercado nacional se mantendrá, adelantó Reyes Heroles.

Recordó que en 2008 la importación de gasolinas fue de 340 mil barriles al día; estimó que para el año entrante, una vez concluida la reconfiguración de la refinería de Minatitlán, la producción aumentará en 87 mil barriles diarios. Ahí tendríamos algún recurso adicional de producción doméstica que nos permitiría reducir en algo las importaciones y luego ya vendría el impacto de la nueva refinería de Tula. Por lo tanto, todavía seguiremos importando volúmenes sustanciales de gasolinas por alrededor de 253 mil barriles diarios.