Opinión
Ver día anteriorDomingo 19 de abril de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Nueva refinería: decisión débil
E

l director de Pemex, en su conferencia de prensa del 14 de abril, página 15 de la versión estenográfica, sobre la nueva refinería, dijo:

Primero la (ingeniería) conceptual nos va a llevar, cuando menos el resto del año, aproximadamente; luego, la ingeniería de detalle, que se licitaría hacia fines de este año, pues se iniciaría o se trabajaría durante prácticamente 2010; y ya lo que sería la licitación de todo lo que es la ingeniería de detalla (sic), la procura y la construcción sería básicamente a principios de 2011. Son los tiempos normales de este tipo de proyectos.

Pero con fecha del 30 de julio de 2008, en el Estudio de viabilidad para construir una nueva refinería en México, se dice, en la página 91, que: la fase de ingeniería, ... se llevaría a cabo entre 2009 y 2010, y la construcción de la refinería, ... se iniciaría en 2010.

Se habla de terminar la obra en 2015, y se refiere a 300 mil barriles diarios.

Para comparar, vamos a tomar los datos de dos de las nuevas cinco refinerías acordadas en el consejo de Petrobras en enero de 2009, como parte del plan de cinco años:

Primero, hablamos de Comperj, un complejo petroquímico que incluye a la entrada una refinería. La terminación de la planta está para 2012. El primer concurso, que está por culminar, incluye entre otros componentes la planta de destilación atmosférica. El aplanamiento del terreno y obras civiles asociadas están previstas para terminarse en diciembre de este año.

El segundo ejemplo es la planta Premium I. Lo de Premium se debe a que su producción será exportada a Europa y Estados Unidos, y por lo mismo sus especificaciones son más rigurosas. Su capacidad será de 600 mil barriles diarios, el doble que la de la nueva refinería de Pemex. Estará terminada en 2013.

Esto muestra que no es cierto que los tiempos tortuguistas que se anuncian en Pemex sean los tiempos normales. Primero, ya perdieron un año frente al estudio de mediados de 2008, y segundo anuncian la terminación en 2015 (vamos a ver cuánto más la retrasan) frente a 2012 y 2013 de instalaciones brasileñas, más compleja en un caso y, en el otro, con especificaciones más rigurosas además de la doble capacidad.

No se menciona el problema ambiental, especialmente severo en los sitios finalistas Tula y Salamanca. Si se eligen dos posibles sitios, lo peor es elegir los dos que tienen el mismo problema y que podría frenar el proyecto. Los dos sitios con más ventaja en el Estudio de viabilidad de julio de 2008 son Guaymas y Tula, y el primero de éstos no tiene tan agudo el problema ambiental. Si Tula se atora por razones ambientales, queda Guaymas que, en el Estudio de viabilidad, costaba 215 millones de dólares menos que Tula, que era el segundo lugar.

El gran beneficio adicional de la reconfiguración de Salamanca, es el procesamiento de 26 mil barriles diarios. Es un aumento de menos de 10 por ciento frente al proyecto original. ¿Debe ese menos del 10 por ciento cambiar los criterios básicos de la selección? (Gráfica 4.2.1.1. del Estudio de viabilidad).

El beneficio del segundo tren de refinación, en cambio, sería de otros 300 mil barriles diarios. Un aumento de 100 por ciento en la capacidad. Con este segundo tren, se genera un valor presente incremental de más de mil millones de dólares (Gráfica 2.2.8.1 y el texto que le sigue, del mismo estudio).

A los retrasos se suma la acumulación de riesgos. Aumenta la posibilidad de que el proyecto aborte como sucedió con el aeropuerto de Atenco. Y en aras de un beneficio mínimo, al agregar una reconfiguración bastante cara (recordemos las de Cadereyta y Madero, con costos del orden de 2 mil millones de dólares cada una), se deja de lado la opción, considerada en el mismo Estudio de viabilidad, del segundo tren de refinación, con mucho más beneficio. Con la reconfiguración de Salamanca, se aumenta el costo de los de por sí muy caros 9 mil millones de dólares, a 12 mil millones (datos de Reyes Heroles en su conferencia). Con semejante dineral, y sin el abultamiento de costos, se hacen los dos trenes de refinación con una capacidad total de 600 mil barriles diarios. Y con esto, y la racionalización del uso de la energía, dejaremos de importar, primero, diesel, y luego gasolina. Y adiós a los precios estratosféricos de estos combustibles.

Otra consecuencia de los retrasos: en octubre del año pasado, el gobierno emitió un programa para impulsar el crecimiento y el empleo. Parte del mismo fue permitir a Pemex que emplee los recursos acumulados en su fondo de estabilización al cierre de 2008, los cuales se estima serán de 12 mil millones de pesos, para los gastos asociados a preparar la construcción de una refinería y otros gastos de infraestructura. Esto se incorporó al Presupuesto de 2009. Pues nada, ni siquiera la ingeniería de detalle se haría en 2009. Y la crisis, por lo que a esto respecta, bien, gracias.